Indignación en la comunidad afrocolombiana por las declaraciones racistas del alcalde de Cali y del bloguero Daniel Vivas

1/09/2017 | Crónicas y reportajes

El alcalde de Cali, Maurice Armitage y un bloguero de El Tiempo, levantaron ampollas, de manera muy diferente, por sus comentarios aparentemente discriminatorios contra la comunidad negra de esa ciudad. ¿Por qué?

¿Cuál es la relación existente entre Maurice Armitage, y el bloguero del diario El Tiempo Daniel Vivas?

En apariencia ninguna; pero en el fondo los dos tienen un vínculo: el primero es el alcalde de Cali y el segundo nació en esa ciudad, y ambos soltaron o escribieron frases que fueron calificadas como racistas.

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A partir de ahí en la capital del Valle viene creciendo como espuma una ola de indignación en contra los dos personajes que protagonizan el escándalo.

Mientras en redes sociales músicos de la talla de Goyo Martínez, de Choc Quib Town, y Adriana Lucía promueven el hashtag #PetronioSeRespeta, para rechazar las opiniones del bloguero Vivas; en Cali opositores políticos y defensores del alcalde, se enfrentan por el incidente que protagonizó Armitage.

Como era de esperarse y por tratarse de un año pre electoral, al menos la polémica del Alcalde ha sido aprovechada para calentar motores de algunas campañas políticas.

La frase de Armitage

El primero que arrancó la polémica fue el alcalde Armitage. Todo sucedió durante una entrevista que el mandatario de los caleños le concedió esta semana al periodista Yamit Amat, en su noticiero CM& del nuevo Canal Uno.

Allí el alcalde se refirió a varios temas, pero cuando le preguntaron sobre su polémica decisión de cerrar el estadio de la ciudad para los partidos de los clásicos del América, hizo una reflexión en la que deslizó la idea de que la violencia en el fútbol y la explosión de los caleños, se relaciona con los negros.

Concretamente dijo, “(…) ese partido, yo llamé al presidente de la Dimayor y le dije: por favor aplacen ese partido; porque teníamos en ese momento los problemas con Buenaventura, todo el occidente convulsionado. Con el problema de Buenaventura fue algo serio y eso me estaba repercutiendo en Cali; Cali es una ciudad muy explosiva donde tenemos un millón de negros, convivimos con ellos en paz, los queremos mucho, pero tenemos que tener cuidado, sobre todo con este tipo de violencia”. Ver video

De inmediato se armó la polémica, pero desde luego atizada y ambientada por opositores políticos. Y el primero en salir a defenderse fue el propio Armitage, argumentando que sus enemigos sacaron de contexto esa declaración y aseguró a medios regionales como el diario El País, que “me pueden acusar de cualquier cosa, menos de racista”.

Lo curioso del incidente, es que algunos colectivos de comunidades afrocolombianas, como Chao Racismo, salieron en defensa del mandatario. Ahora bien, cabe aclarar que Ray Charrupí, presidente ejecutivo del colectivo, en la actualidad es asesor del alcalde caleño, para temas especiales.

Pero más allá de ese detalle, la realidad es que los afrocolombianos caleños se deben sentir muy representados en la alcaldía de Armitage. La razón es sencilla, hoy 18 cargos directivos son ocupados por personas de raza negra (seis secretarías, cuatro asesores y ocho subdirecciones).

“Esa representación no la tuvimos ni en los mandatos de Rodrigo Guerrero, Jorge Iván Ospina y mucho menos en la de negros como Apolinar Salcedo o mulatos como Jhon Maro Rodríguez”, explicó Charrupí, tras aclarar que la expresión negro no siempre se asimila a un insulto contra su raza, “por el contrario, es motivo de orgullo”.

Esaud Urrutia, otro afrocolombiano influyente en la capital del Valle y que es secretario de Bienestar Social, afirmó que justamente con Armitage su comunidad pudo sacar adelante un proyecto de políticas públicas Afro para la ciudad y que tendrá un presupuesto de 350.000 millones de pesos durante 12 años, “solo falta llevarla a debates en el Concejo”.

El trino ofensivo de Vivas

Un caso más complejo es el de Daniel Vivas, bloguero del diario El Tiempo. En su última entrada (que fue desmontada por el periódico) publicó una columna de opinión en la que deja claro su desprecio por el famoso festival de música afrocolombiana, conocido como El Petronio Álvarez y que se realiza cada año en Cali.

La verdad es que el texto está cargado de frases fuertes con adjetivos despectivos y relatos con lenguaje vulgar.

“Yo la verdad, con ese jolgorio multiétnico racial sobrevalorado nunca he podido. Intenté que esas hijueputas marimbas corrompieran mi cuerpo (…). Intenté sacudir mis caderas como una negra desquiciada, de esas que tienen esa cuca caliente (…). Quise sudar allá con toda esa guacherna (…). No recuerdo cómo era la sincronía musical, pero sé que todo el mundo brincaba feliz y creo que hasta pichaban (…). Ese evento, es caldo social sexual musical de cultura, vagabundería, ocio, pernicia, tradición e historia, no es para mí”.

Para rematar, el sábado 19 de agosto publicó en su cuenta de Twitter un mensaje en el que dijo, “Uy! ¿pero de donde viene ese olor a mierda? Es que ya empezó el Petronio Álvarez…”.

Hasta el momento, la polémica se ha concentrado en redes sociales y ninguna autoridad ha tomado cartas en el asunto. Pero si ocurrieron dos cosas: Vivas borró el desafortunado tuit y El Tiempo desmontó su entrada de blog de opinión sobre el Petronio.

Este portal contactó el bloguero quien se encuentra de viaje en La Guajira y se defendió de los ataques por sus opiniones, las que considera deben enmarcarse en el contexto de la sátira, “manejo un lenguaje sarcástico e irreverente. Me gusta hacer experimentos socioculturales en redes sociales”, explicó, tras decir que “no le debo una disculpa a nadie. Espero no retractarme. Es un ejercicio de libre expresión”.

Añadió que su escrito en el blog “es una opinión bajo las figuras del Realismo Sucio y la auto ficción. Suelo hacer ese tipo de textos chocantes porque la gente ya no lee”, dijo el bloguero que en el pasado fue periodista de El tiempo, las revistas Bocas, Vive.in y Don Juan.

En cuanto al tuit, se defendió argumentando que “si analizan mi tuit, notarán que no habla de color de piel, sino de olor. La gente resentida lo tomó por el lado de la raza. Estamos llenos de prejuicios y complejos y al menor escape de sátira, pierden la cabeza”, dijo tras asegurar que borró el tuit porque muchos usuarios lo estaban reportando y eso podría causarle el cierre de su cuenta, “además, recibí amenazas de muerte”. Insiste en que aprecia mucho a esa comunidad ya que nació y creció en Cali, una ciudad con mucha población afrocolombiana, “por lo tanto no soy racista, sería estúpido si lo hiciera”.

De esta manera culmina una semana llena de frases, expresiones y opiniones que causaron indignación y que pusieron en el ojo del huracán al alcalde y un bloguero.

Fuente: Semana.com

[Fundación Sur]


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