Ghana (II) El presidente llama a todos los ghaneses de la diáspora por Bartolomé Burgos

2/12/2019 | Bitácora africana

ghana_mapa_lib-2.png El Presidente de Ghana Akufo-Addo llama a los miembros de la diáspora a “volver a casa”. Ha declarado 2019 “el año del regreso”, como una invitación a los descendientes de esclavos, que viven en la diáspora, para que vuelvan a la tierra de sus ancestros.

¿A quién invita a regresar el Presidente ghanés?

Por supuesto a los compatriotas que salieron del país en tiempos recientes, bastantes de ellos universitarios, que abandonaron el país buscando mejores condiciones de vida y de trabajo. Pero también a los descendientes de esclavos, que entre los siglos VX y XVIII fueron arrancados del país. Con sus conocimientos y tecnología adquiridos, en las Américas y Reino Unido, podrían colaborar a la reconstrucción de Ghana.

¿Fueron muchos los esclavos que salieron de Ghana?

Se calcula que entre 12 y 15 millones de hombres y mujeres fueron enviados a las Américas y al Caribe, entre los siglos XV y XVIII, desde los fuertes de las costas atlánticas. Por supuesto no todos fueron ghaneses pero en las costas de Ghana se encuentran los más famosos fuertes de donde partían los barcos con cargamentos de esclavos procedentes de África Occidental.

¿Surtirá efecto esta llamada?

El movimiento de “vuelta a casa” tiene una historia. Quizá el primer ghanés que decidiera volver a su país de origen fuera Anton William Amo (1703-ca. 1759), quién llevado a Alemania de niño, y adoptado por una familia noble, recibió una educación universitaria. A partir de 1740, enseñó filosofía en las universidades más famosas de Alemania, pero al final decidió volver a Ghana, su país de origen.

A comienzos del siglo XIX tuvo lugar, entre los esclavos liberados en América y Reino Unido, el movimiento “Volver a África”, que se centro en Liberia y Sierra Leona.
En Ghana el movimiento de repatriación comenzó hacia el año 2000, cuando Ghana conoció un fuerte crecimiento económico y estabilidad política.
Algunos africanos de la diáspora han comenzado ya a responder a la llamada reciente del Presidente de Ghana. Hay quien fue allá como turista y decidió quedarse.

¿Qué espera el Presidente obtener de estos ghaneses de la diáspora?

El Jefe de Estado busca personas cualificadas para construir el país y se ha dirigido a la diáspora. He aquí un ejemplo que puede ilustrar esta política del Presidente. Dos jóvenes hermanas expatriadas Kimerley et Priscilla, deciden volver al pís para lanzar una fábrica de chocolate de alta calidad. Pensando que Suiza, que no produce ni un gramo de cacao, sea la que más chocolate fabrica en el mundo, mientras que Ghana, una de las mayores productoras de cacao, no pueda elaborar chocolate de calidad, les movió a lanzarse a esta aventura. Con la ayuda financiera de padres y amigos comenzaron una modesta fábrica, con sólo 7 empleados, pero que ya elabora un chocolate de la mejor calidad. Tal ha sido la demanda, tanto desde Ghana como de otros países, que apenas dan abasto para servir los pedidos. La empresa está llamada a una gran expansión.

“Nuestra empresa -nos dice Priscilla- es un modelo que quiere incitar a la juventud del país a ser creativa”. Este espíritu emprendedor es lo que Ghana necesita, concluye su Presiente Akufo-Addo.

Autor

  • Burgos, Bartolomé

    Bartolomé Burgos Martínez nació en Totana (Murcia) en 1936. Sacerdote miembro de la Sociedad de Misiones de África (Padres Blancos), es doctor en Filosofía por la Universidad Gregoriana de Roma, 1997. Enseñó filosofía en el Africanum (Logroño), en Dublín y en las ciudades sudanesas de Juba y Jartum. Fue fundador del CIDAF (Centro de Información y Documentación Africana) a finales de los setenta, institución de la que fue director entre 1997 y 2003.

    Llegó a África con 19 años y desde entonces ha vivido o trabajado para África y ha visitado numerosos países africanos. De 2008 a 2011 residió en Kumasi, Ghana, donde fue profesor de filosofía en la Facultad de Filosofía, Sociología y Estudios Religiosos de la Universidad de Kumasi. Actualmente vive en Madrid y es investigador de la Fundación Sur.

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