George Weah, de ex astro del futbol a Presidente de Liberia, por José E. Mosquera

15/01/2018 | Bitácora africana

Las críticas en contra del nuevo presidente se han centrado en sus alianzas con políticos que apoyaron las dictaduras y las violaciones de los derechos humanos.

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El ex astro del futbol, George Weah, de 51 años, el único futbolista africano que ha ganado el Balón de Oro y galardonado como el jugador del año de la FIFA en 1995, premiado con las distinciones al futbolista del año en África y el Once de Oro en mismo año, dos Balones de Oro de África, en 1989 y 1994, es el nuevo Presidente de la república africana de Liberia.

Un país del África Subsahariana de 4,6 millones de habitantes, de los cuales el 60 por ciento son amninistas, el 30 musulmanes y el 10 cristianos. Población que tiene una esperanza de vida de 62 años, el 63.88 por ciento viven bajo el límite de la pobreza y el gasto público en educación solo alcanza el 2.82 por ciento del PIB. Una nación que ha sufridos dos guerras civiles 1989-1996 y 1999-2003, que le costaron la vida a más de 200.000 personas y causaron centenares de desplazados internos y refugiados en países vecinos. Y, como si fuera poco, en el 2014 la epidemia del ébola causó la muerte a 4.716 liberianos.

Este es el país que recibe en nuevo presidente Weah, quién como su antecesora, Ellen Johnson-Sirleaf, la primera mujer en llegar a la Presidencia en un país africano, es el primer deportista de fama mundial que llega a la Presidencia de su país. Llega al poder tras imponerse en la segunda vuelta de las elecciones del pasado 27 de diciembre con el 61,5 por ciento del total de los votos frente al 38,5 por ciento del actual vicepresidente, Joseph Boakai.

En los años noventa del siglo XX, Weah fue considerado uno de los mejores del mundo. Fue estrella con el AC Milan, el Paris Saint Germain, Chelsea, Manchester City, Olimpic de Marsella y el Mónaco, donde desde 1987, se hizo famoso durante cinco temporadas y se retiró del fútbol en 2002. Luego regreso a su país e incursiono en la política. En el 2005, por primera vez, se postuló para la presidencia y perdió, luego en 2011 y corrió la misma suerte y en el 2014, logro ganar un escaño como Senador de su país.

Weah no es el único deportistas que ha incursionado en la política a varios les ha picado el bicho. En Brasil, Romario fue electo Senador, en Colombia Willington Ortiz, la ex medallista olímpica, María Isabel Urrutia, lograron llegar al Congreso de la República; en Argentina el ex campeón mundial de Motonáutica, Daniel Scioli, en México la ex medallista olímpica, Ana Gabriela Guevara y en Filipinas el excampeón mundial de Boxeo, Manny Pacquiao, entre muchos otros.

El reto del presidente Weah, a partir del 22 de enero cuando asuma el poder, será el de gobernar unas de las naciones más pobres de África, como miembro de la etnia kru, cuya historia está marcada por un profundo arraigado a su etnicidad, fueron resistentes a la esclavitud cuando la trata trasatlántica, igual que a la ocupación de sus tierras por parte de los libertos norteamericanos. Una etnia que representa más del 10 por ciento de la población y con los krahn y los mano son los tres grupos étnicos con mayores preponderancias en la política liberiana.

Una lucha de 12 años para llega a la Presidencia

El nuevo Presidente lucho durante 12 años para alcanzar el poder. En las elecciones del 2005, en la primera vuelta obtuvo el 28.3 por ciento de los votos y logró derrotar a 22 candidatos que disputaron la presidencia, entre los cuales a Ellen Johnson-Sirleaf, quien saco sólo el 19.8 por ciento de los votos. Sin embargo, en la segunda vuelta, Ellen Johnson por su formación académica, su experiencia política y administrativa fueron claves a la hora de la conformación de las coaliciones políticas y determinante para para ganarle el pulso en las elecciones.

De hecho, Ellen Johnson en aquellos comicios resulto ganadora con el 59.4 por ciento de los sufragios, en contra el 40.6 por ciento que obtuvo Weah. Su elección marcó un hito en la historia política africana por ser la primera mujer que ganó unas elecciones presidenciales para gobernar en un país en el continente africano. Por consiguiente, fue así como esta economista, graduada con honores en la Universidad de Harvard, especializada en administración pública derrotó al novato exfutbolista. Una mujer que se había destacado como Senadora, ministra de Hacienda, vicepresidenta del Citibank, Presidenta del Banco de Desarrollo e Inversiones de Liberia, Consultora permanente de la Comisión Económica de la ONU para África, Presidenta del Partido de Unidad Nacional y ganadora del premio Franklin D. Roosevelt de la Libertad de Expresión.

Hace doce años cuando Ellen Johnson, llego a la presidencia los principales retos fueron la estabilidad política y la reconstrucción económica y social de un país empobrecido por las secuelas de la guerra. Después de dos mandatos presidenciales, su balance es agridulce, entrega un gobierno debilitado por las acusaciones de nepotismo por el nombramiento a sus hijos, Charles Sirleaf como vicegobernador del Banco Central de Liberia y a Robert como presidente de la Compañía Nacional de Petróleo de Liberia.

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El primero fue acusado de no declarar sus bienes a las autoridades anticorrupción, pero uno de sus mayores logros administrativos fue el impulso que le dio al crecimiento económico, el restablecimiento de la paz y la estabilidad política de la nación, tras más de una década de dos sangrientas guerras. Inicialmente gobernó a un país extremadamente volátil por las secuelas de los conflictos y con una extrema fragilidad política. De allí que su principal legado es haber logrado avances en materia de desarrollo económico, estabilidad institucional y política de su país. Un país donde la esperanza de vida aumentó en su gobierno de 56 a 62 años y el PIB creció 248 por ciento pasando de 604 a 2.101 millones de dólares.

Estos fueron uno de los grandes éxitos del gobierno de una mujer que llego a gobernar su país, después de haber sido condenada por el delito de sedición a 10 años de prisión. Liberada meses después, se exilió y luego regresó al país en 1997 cuando compitió por la Presidencia pero fue derrotada por Charles Taylor, exdictador que hoy purga una condenado de 50 años de cárcel, dictaminada por el Tribunal Especial para Sierra Leona por crímenes de guerra.

Taylor y el exdictador de Chad, Hissene Habré,son los primeros ex mandatarios africanos condenados por la Corte Penal Internacional por crímenes de lesa humanidad. Dado que otros dictadores han logrado que la justicia de sus países o de las potencias les conmuten las penas, como el caso en Francia del famoso Emperador de la República Centroafricana, Jean-Bédel Bokassa, en la década del ochenta del Siglo XX.

El nuevo presidente ha sido criticado por sus alianzas políticas. La primera, en el 2011 como fórmula presidencial de Winston Tubman, quien como ministro de Justicia hizo parte de la dictadura militar de Samuel Doe. Y ahora, por la escogencia para la vicepresidencia a Jewel Howard Taylor, exesposa del ex dictador Taylor.

De esclavos a esclavistas

Liberia es un Estado africano fundado por antiguos esclavos de Estados Unidos, en 1817, a través de un proceso de compra y conquista de tierras, impulsada por la Sociedad Americana de Colonización de los negros libertos de Estados Unidos, liderada por los políticos y granjeros estadounidenses como Charles Fenton Mercer, Henry Clay y Richar Bland Lee, entre otros, establecieron esta colonia con esclavos liberados.
Esclavos libertos que en la búsqueda del sueño de libertad regresaron a las tierras de sus raíces africanas, auspiciado por el gobierno norteamericano y quienes crearon una república a la semejanza norteamericana en tierras africanas, con una constitución elaborada en la Universidad de Harvard.

Libertos que se hallaron con la sorpresa que el territorio que desembarcaron no era el mismo de donde había desarraigados a sus antepasados. Su primer impacto fue el rechazo de los nativos que los consideraron intrusos, pero crearon un Estado, basado en los principios políticos y económicos norteamericanos, y con el paso de los años se convirtiendo en esclavizadores de los nativos.

Negros libertos que en la diáspora aplicaron el modelo capitalista norteamericano, se apoderaron de las tierras más aptas para la agricultura, esclavizaron a los nativos e impusieron que sólo los propietarios de tierras tenían derecho a elegir y ser elegido. En otras palabras, los negros norteamericanos se convirtieron en los verdugos de los pueblos autóctonos. Entonces, fue por la presión de la comunidad internacional que se logró que en 1936, se aboliera el trabajo forzado y en 1958 se penalizará la discriminación racial. De manera que los ex esclavos americanos y sus descendientes, que representaban solo el 5% de la población, gobernaron represivamente durante casi siglo y medio, recrearon el sistema cultural y racial de castas, similar al de la sociedad norteamericana del siglo XIX, donde ellos en Liberia eran las élites dominantes y los nativos africanos las clases inferiores.

En consecuencia, durante 157 años consolidaron una clase dominante que controló el poder hasta 1980. De suerte que durante siglo y medio, las relaciones entre los ex esclavos, sus descendientes y los nativos fueron de enfrentamientos permanentes por los dominios de tierras y el control del poder político.

Finamente, los descendientes de los nativos derrocaron del régimen américo-liberiano en 1980, cuando el Presidente, William Tolbert fue derrocado en un golpe militar y ejecutado con sus trece ministros por el Sargento Samuel Doe, quién instauró una dictadura que proscribió los partidos políticos y suspendió la vigencia de la Constitución Política.

Herencia de dos guerras civiles

Fin de la hegemonía de los descendiente de los ex clavos fue el comiendo de la primera guerra civil, dado que Doe puso fin a su supremacía y dejo el poder en manos de la tribu Krahn e instauró una dictadura despiadada y brutal. Sus desmanes generaron la primera guerra civil en 1989, cuando las etnias del noroeste, bajo el mando de Charles Taylor y las del sur bajo el dominio de Prince Johnson, ambos descendientes de repatriados, pero con nexos familiares con las etnias más numerosas, se unieron en el Frente Nacional para la Liberación de Liberia para combatir el gobierno de los Krahn, pero bajo la tutela de los intereses de los Estados Unidos, el gobierno de Libia del extinto Muammar el Gadafi y de algunas potencias de la Unión Europea.

En septiembre de 1990, las fuerzas rebeldes de Prince, asesinaron a Doe, y éste asumió el poder, luego con la mediación de la ONU se integró un gobierno de Unidad Nacional, liderado por Amos Sawyer. Tres años más tarde los grupos rebeldes acordaron un cese al fuego y en 1994, se proclamó un gobierno de transición y un año despúes con la mediación de la ONU se logró un nuevo proceso de paz que puso fin a la guerra, las fuerzas rebeldes se disolvieran y se constituyeran en partidos políticos.

Entonces, fue así cómo en 1997, después de 14 años de guerra, se eligió un gobierno democrático, en cabeza de Charles Taylor, quien por la autocracia que instauró, las violaciones de los derechos humanos y la represión que desató en contra de los líderes de los partidos de oposición se desató de nuevo la guerra. Su gobierno ha había perdido el control de la mayor parte del país y fu obligado a renunciar en el 2003. Luego fue acusado de crímenes de lesa humanidad por el Tribunal especial para Sierra Leona. Por consiguiente, como parte los acuerdos de paz se exilia en Nigeria para poner fin a la guerra que asoló durante catorce años. Tras el exilio de Charles Taylor, Gyude Bryant fue nombrado Presidente del Gobierno de Transición y se convocaron elecciones, en las cuales resultó elegida en 2005, la presidenta Johnson. En conclusión, el presidente Weah asume el tercer gobierno en tiempo de paz en Liberia.

Autor

  • Periodista y Escritor, columnista de El Tiempo,América Economía, El Mundo, La Patria, El Nuevo Siglo, La Estrella de Panamá, La Nación y El Heraldo de Honduras. en Medellín (Colombia) . Es autor del libro Travesía por la historia de África.

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