Gambia. La semana laboral corta, por Antonio Molina

24/04/2013 | Bitácora africana

En el año 1982, residí tres meses en Jerusalén. Un día necesitaba ir al Consulado de España y un compañero, que residía en la ciudad santa hacía varios años, me dijo: “Tendrás que esperar al lunes.” Aquel día era viernes y mi colega me explicó que los viernes el consulado estaba cerrado por ser el día sagrado de los musulmanes, que el sábado descansaban por causa de los judíos y el domingo por los cristianos. De modo que el consulado abría solamente de lunes a jueves. A eso le llaman la semana corta laboral. No quiere decir que de lunes a jueves trabajen diez horas diarias para llegar a las 40 horas semanales. Sólo trabajan 8 horas, lo que resulta en una semana de 32 horas laborales. Esta introducción la hago, pues me ha venido a la memoria al enterarme de lo que está pasando en Gambia.

NUEVA LEGISLACIÓN LABORAL EN GAMBIA

Por decreto del presidente Yahiya Jammeth se establece, que a partir del 1º de febrero 2013, la semana laboral irá de lunes a jueves.
Toda actividad pública, inclusive la enseñanza, sólo funcionarán en estos días.

Los ciudadanos de Gambia se ponen a la cabeza de los pueblos, que consagran al ocio o descanso puentes de tres días semanales, en los cuales podrán cultivar sus aficiones de caza y pesca, los deportes más variados y actividades culturales o solidarias en bien de la sociedad. Nosotros, desde nuestra lejanía los envidiamos…

¿OYERON ALGUNA VEZ HABLAR DE GAMBIA?

Si observan un mapa grande de África y siguen la costa del Océano Atlántico, después de Marruecos, encuentran el Sahara occidental y luego Mauritania, ahora atención: Al seguir la costa del Senegal, por debajo de Dakar puede que vean un cambio de color a ambos lados de un río. Eso es GAMBIA. Justo al norte de Guinea-Bissau y de la otra Guinea (Conakry).

Un corredor que abarca ambas riberas del río Gambia. En total, una región de 11.300 kms cuadrados, casi igual en extensión a la región de Murcia y con alrededor de un millón de habitantes. Que son llamados gambianos.

El nombre a este río se lo pusieron los navegantes portugueses, que por el siglo XV bajaban la costa africana buscando la vía marítima de las Indias. Posiblemente encontraron en el estuario muchas “gambas” y llamaron al río Gambia, como años después al llegar a la costa del Camerún en el golfo de Guinea, lo llamaron Camarôes , que los castellanos decimos “camarones” (de la familia de las gambas).

HIJA DE LA GRAN BRETAÑA

No lo digo en tono de insulto. Pero este país es un fruto del Imperio Británico. En el siglo XIX los ingleses soportaban mal, el dominio colonial francés en el África occidental. Ellos desde la Costa de Oro – actual Ghana- no poseían ninguna colonia en esta parte de África.

Establecieron la capital en Banjul. En la famosa Conferencia de Berlín, donde las potencias europeas se repartieron las zonas de influencia en África, los ingleses consiguieron el control de ese reducto, que les daba la posibilidad de tener un puerto independiente de los franceses. De esta forma se mantuvo la colonia hasta su independencia en 1965.

De toda evidencia, lo normal era que Gambia se integrara en el Senegal, pues penetra en su territorio como una espina en el cuerpo y además sirve de “santuario” a los rebeldes de la región colindante: la Casamancia.

De hecho a partir de 1981 se estableció la Federación de Senegambia, que sólo duró hasta 1989. Los gambianos se dieron cuenta que vivían mejor solos con el sistema inglés, que sometidos a una antigua colonia francesa, cuya capital, Dakar había sido CAPITAL de toda el África Occidental Francesa.

REALIDADES Y ESPERANZAS

Gambia quiere convertirse en un Centro importante de Comercio de importación y exportación para el África occidental. Ya ha sido creado un Portal de proyectos de Comercio para atraer a inversores extranjeros.

El gobierno espera que se realicen las prospecciones previstas en las aguas territoriales en busca de petróleo y gas natural. Mientras tanto se esfuerza en aumentar la producción de energía eléctrica por medio de las energías renovables: los paneles solares fotovoltaicos y la energía eólica son de momento los protagonistas de esta modernización.

Entre los proyectos inmediatos está la creación de una Zona Franca (FZA) en el puerto de Banjul y en algunos otros lugares propicios para la importación-exportación y el almacenamiento de los productos del exterior con vistas a las redes de distribución.

CONCLUSIÓN

Hemos investigado con curiosidad los datos relativos a Gambia, porque no sabíamos por qué razones la semana corta laboral va a propiciar la realización de estos proyectos de desarrollo, a no ser que los demandantes de empleo vean en la posibilidad de sólo cuatro días de trabajo a la semana, una forma más humana de juntar la actividad laboral con el cultivo de otras actividades culturales y deportivas.

Autor

  • Molina Molina, Antonio José

    Antonio José Molina Molina nació en Murcia en 1932. Desde 1955 es Misionero de África, Padre Blanco, y ya desde antes ha estado trabajando en, por y para África. Apasionado de la radio, como él relata en sus crónicas desde sus primeros pasos en el continente africano, "siempre tuve una radio pequeña en mi mochila para escuchar las noticias". Durante septiembre 2002, regresa a Madrid como colaborador del CIDAF. En octubre de 2005 aceptó los cargos de secretario general de la Fundación Sur y director de su departamento África. Antonio Molina pertenece -como él mismo dice- a la "brigada volante de los Misioneros de África", siempre con la maleta preparada... mientras el cuerpo aguante.

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