Mientras que los dirigentes de los 8 países más ricos del mundo se reunían en Italia, estábamos más de 600 participantes a Bandiagara en Malí, para el foro de los pueblos. Estuvimos allí para afirmar con fuerza que el G8 no recibió mandato para concebir planes de desarrollo en nombre de África.
“En el momento en que el G8 celebrará su cumbre en un estilo burgués en Italia, celebraremos nuestra cumbre de los pobres en la meseta de dogon, en Bandiagara (norte de Malí)” declaró Barry Aminata Touré, citada por el AFP. “No habrá tema tabú, hablaremos de todo… de los retos que plantea, la crisis financiera internacional para la población, de los movimientos sociales y de los Gobiernos africanos”, añadió detallando que “queremos dar mala consciencia a los países ricos. Nuestro mensaje es claro: no corresponde al G8 elaborar programas y estrategias de desarrollo para África”.
Al concluir la cumbre del G8, los países ricos anunciaron que iban a invertir 20 mil millones de dólares para la seguridad alimentaria. No creáis que se trate de una buena noticia. Este anuncio se sitúa en la lógica de las preocupaciones de los dirigentes del G8. Desde la crisis alimentaria mundial de 2008, los países industrializados sólo piensan en esto: invertir en los países pobres, especialmente los de África, para su propia seguridad alimentaria o esperando así sacar muy buenos provechos de ello.
Un estudio de la FAO y del Fondo internacional de desarrollo agrícola (FIDA) fue publicado el 25 de mayo de 2009, y se titula “¿Acaparamiento de las tierras u oportunidad de desarrollo?”. El estudio pide que se consulte a las poblaciones rurales amenazadas y que se tome más en cuenta sus intereses en las transacciones” (Citado por el semanal maliense “Les Echos” del 12 de junio de 2009, cuyos elementos utilizamos aquí).
El informe confirma el incremento de las transacciones a gran escala. En 5 años, en Etiopia, Gana, Malí, Madagascar y Sudan, los inversores se abalanzaron sobre 2,5 millones de hectáreas. Y el fenómeno va seguir acentuándose puesto que los provechos son reales y fructuosos.
Hemos preguntado a varias personas bien informadas de la Oficina de Níger, ¡nadie pudo decirnos si el arroz que será producido por la compañía “Malibya agriculture” se dedica a la población de Libia, maliense, africana o al mercado mundial!
El foro de los pueblos de Bandiagara tenía razón en afirmar, una vez más, la necesidad de promover la soberanía alimentaria. La seguridad alimentaria de África del Oeste no se puede garantizar con las inversiones de los países ricos, puesto que sólo piensan en sus provechos, se debe garantizar con la aplicación de una política agrícola al abrigo de las fluctuaciones del mercado mundial.
Maurice Oudet
Presidente del SEDELAN
Publicado en ABC Burkina, nº 339, el 13 de julio de 2009.
Traducido por Stephanie Álvarez, para Fundación Sur.
