Este del Congo: cuando miles de personas huyen de repente

16/07/2010 | Crónicas y reportajes

Decenas de miles de personas en el este de la República Democrática del Congo, DRC, han huido de su casa por una ofensiva del ejército contra los rebeldes ugandeses, suponiendo un nuevo impulso para los esfuerzos de las agencias humanitarias, para adaptar sus mecanismos de respuesta a desplazamientos repentinos.

Las ONG locales han registrado 50.000 desplazados civiles, que han huido desde que comenzaron las operaciones contra las Fuerzas Democráticas Aliadas / Armadas Nacional para la liberación de Uganda, ADF/NALU, en pasado 25 de junio, en el distrito del Kivu norte de Beni.

“Hay más de eso” dice Omar Kavota, el presidente de los grupos de la sociedad civil en Beni, añadiendo que algunos pueblos han sido totalmente abandonados.

“La estrategia militar debería ser redefinida cuando se trata de la protección de los civiles y sus pueblos”, pidió.

La oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, OCHA, declaró el pasado 15 de julio que oficialmente se han registrado 37.000 personas desplazadas en el distrito de Beni.

Una enorme oleada de desplazados se produjo por un ataque ocurrido el 28 de junio, supuestamente una represalia de los rebeldes a la ofensiva, en el pueblo de Mutwanga, que dejó ocho civiles muertos. Más ataques tuvieron lugar en la segunda semana de julio, nuevamente acusando al ADF/NALU, que se calcula que cuenta con unos 1.300 combatientes.

MONUSCO no está apoyando la ofensiva

Al contrario que en previas operaciones contra rebeldes ruandeses, en el este de la República Democrática del Congo, la ofensiva no cuenta con el apoyo de la misión de la ONU en el país, MONUSCO (Antes llamada MONUC).

“Tenemos el deber de suprimir todos los grupos armados en nuestro país. Apreciamos la presencia de la MONUSCO, que está aquí para apoyarnos, pero nunca se ha dicho que tenemos que pedir permiso a nadie para llevar a cabo nuestras obligaciones”, destacó el portavoz del gobierno Lambert Mende, a los periodistas en 13 de julio.

“La supuesta amenaza a los civiles es un problema falso”, añadió.
Poco antes de que comenzase la operación, una fuente de MONUSCO declaró que los cascos azules se muestran reacios a apoyar la ofensiva, precisamente por esta amenaza.

“La última vez llevamos a cabo operaciones conjuntas allí en 2005, se mató a entre 120 y 150 miembros de las ADF/NALU, y se desplazó a 150.000 personas”, dijo la fuente, añadiendo que además, él consideraba que el grupo está “inactivo”.

Desde entonces, Beni ha estado libre de la violencia que ha asolado otras partes del este de la RDC y que ha hecho aumentar el número de desplazados totales a 1.8 millones.

“Es la primera vez, desde 2006, que los movimientos de población están causados por este conflicto en particular”, declaró el portavoz de la OCHA, Maurizio Giuliano.

Mientras que el gobierno de la RDC, el Consejo de Seguridad de la ONU y los donantes internacionales se centran en la “estabilización”, La “s” de MONUSCO [De stabilization], los trabajadores humanitarios dicen que esta última crisis resalta la necesidad de una capacidad continuada de asistencia de emergencia.

“Hace un par de meses, esta zona era considerada relativamente estable… Creemos que es muy importante comprometerse con el proceso de estabilización, pero también queremos mantener una capacidad de respuesta a cualquier crisis que pueda tener lugar en el futuro”, señala Fréderic Sizaret, el coordinador del Fondo para la Infancia de la ONU, UNICEF, en la RDC.

Respuesta rápida

UNICEF es la agencia a la cabeza de un programa multi-sector llamado “Respuesta rápida a movimientos de población”, RRMP. Bajo este programa, las ONG internacionales, AVSI, el Consejo Danés para los Refugiados, el Comité de Rescate Internacional, el Consejo noruego para los refugiados, Solidarités y Save the Children tienen a personal preparado para enfrentarse a las urgente consecuencias de los movimientos de población, como artículos para el hogar, agua, equipos sanitarios y escuelas para los niños, para hasta 3 meses.

“La gente que huye vive en condiciones infra humanas. La mayoría de ellos duermen a la intemperie, algunos directamente en el suelo, sin más. Otros no tiene nada para comer o necesitan tratamiento médico urgente que no pueden conseguir”, explica Katova sobre los afectados por el conflicto del distrito de Beni.

El 13 de julio, unos 2.000 desplazados de esta crisis habían recibido ayuda a través del programa RRMP, según la OCHA.

Mientras que las tendencias del desplazamiento evolucionan, creando una intrincada red de combates y rutas de retorno en el mapa del este de la RDC, así que las agencias del RRMP han adaptado sus respuestas.

Desde 2010, la ayuda ya no se distribuye según los beneficiarios estén huyendo, volviendo o acogiendo a desplazados internos en sus casas.
“Tenemos más y más zonas donde los desplazados y retornados viven juntos. En algunos pueblos, tenemos una agencia asociada que ayuda a los desplazados y otra que ayuda a los retornados”, señala Sizaret. “Ahora las necesidades de todas la población en las zonas de desplazamientos son evaluadas con cuestionarios y tablas, las evaluaciones en Beni comenzaron el 2 de julio, en un esfuerzo por repartir mantas tan rápido y eficientemente como sea posible.

Proveedores locales

Un enfoque introducido por el RRMP, en 2009, es introducir a los proveedores locales en la respuesta a la crisis. “En lugar de distribuir kits adquiridos en el extranjero, hemos pensado en un nuevo mecanismo como las ferias de los NFI, [non food ítem – artículos no alimentarios]. En lugar de adquirir kits NFI estándar, los que se han visto atrapados por la crisis reciben vales con el mismo valor aproximado de los kits. “La idea es dejar a la población que decida qué es lo que realmente necesitan. Así, en lugar de comprar un hornillo para cocinar o una manta, si una familia cree que es más importante para su futuro comprar una máquina de coser, puede hacerlo”, explica Sizaret.

Alrededor del 30% de las distribuciones del RRMP se hacen ahora de este modo. En algunos casos, los vales incluso pueden ser utilizados para pagar la matrícula de la escuela de los niños.

Algunas agencias del programa han dado un paso más y han empezado a experimentar con la distribución de dinero en metálico a los afectados por los desplazamientos rápidos.

(IRIN, 15-07-10)

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