Este de la República Democrática de Congo: alianza sospechosa entre las FDLR y grupos armados

15/07/2009 | Opinión

La balcanización de un país nunca es un fenómeno brusco. Resulta de una serie de maniobras graduales concertadas a modo de trabajo de acercamiento cuya coronación es consagrada por el hecho consumado.

¿Qué se trama en el este de la RDC, con la persistencia de los grupos armados rebeldes extranjeros, desde el episodio de la Alianza de las fuerzas democráticas para la liberación de Congo (Afdl) a pesar de todas las estrategias aparentemente puestas en práctica para pacificar esta parte del país y restablecer la autoridad del Estado? El acuerdo de Nairobi, concluido entre la RDC y el Ruanda a instancias de Washington, bajo la administración de Bush, en presencia de los testigos de la Comunidad internacional; la conferencia de Goma para la paz, seguridad y desarrollo de las provincias del Kivu Norte y Kivu Sur; la instalación permanente de una estructura supranacional llamada “Task Force” en Goma, reuniendo a los diplomáticos de la ONU, la Unión Europea, la Unión Africana, Gran-Bretaña, Francia, Bélgica, Canadá, Suráfrica, la SADC, de Ruanda, y de RDC, las operaciones combinadas RDC-Ruanda y RDC-Uganda, la neutralización de Laurent Nkunda, la sumisión del Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo (CNDP) al poder central.

A pesar del despliegue de todos estos mecanismos estratégicos, la paz y la seguridad se alejan cada vez más del Este de la RDC. Los rebeldes de las FDLR, cuyas esferas oficiales habían declarado haber reducido la capacidad de resistencia del 80%, se han repuesto, sembrando la ruina y la muerte. El 30 de junio de 2009, hicieron un acto de desafío espectacular, justo en el momento en que el jefe de Estado y los ministros del Gobierno Muzito se encontraban en Goma para la conmemoración del 49 aniversario del acceso del país a la independencia. Este día, con el concurso de la Alianza de los patriotas para un Congo libre y soberano (APCLS) y de Patriotas resistentes congoleños (Pareco), quienes se sumaron a ellos, se enfrentaron con las Fuerzas Armadas de la República Democrática de Congo (FARDC) simultáneamente en Nyabiondo y en el sur de Lubero. Desde siempre, se suponía que los Pareco y la APCLS estaban en connivencia con el poder, pero de repente, cambiaron de bando para hacer causa común con las FDLR. Y eso es a la vez sorprendente e inquietante. ¿Qué pudo pasar para que ocurrieran tales cambios de alianzas?

Estos dos grupos armados congoleños se sienten frustrados por el Gobierno, acusan al Gobierno de haber dado mayor relevo al CNDP mientras que siempre habían combatidos juntos contra este enemigo común. Después de la sumisión del CNDP a las instituciones legales de la República, los analistas políticos agudos presentían que la ola de simpatía que se le mostraba y la perspectiva de integración de estos elementos en las estructuras oficiales según su pliego de cargos provocarían envidia y frustración en los otros grupos armados de los cuales se pensaba que se aliaban discretamente con Kinshasa. Fue durante la conferencia de Goma cuando estos múltiples grupos rebeldes, hasta ahora agazapados en la sombra, se habían sacado a la luz ante de la opinión pública con sus denominaciones respectivas. Este extraño cambio de alianzas deja perplejo y dificulta aún más la ecuación. Y hay para estar perplejo, puesto que el arraigo de los grupos rebeldes armados muy activos y devastadores hacen que en la comarca del Este no se pueda gobernar. A la larga, llevaría a la consagración de una situación desastrosa e ignominiosa para todos los congoleños a quienes les importa mucho la integridad de su territorio.

¿Qué pasó con el Gobierno de misión? Se había hecho un circo mediático acerca de la sumisión del CNDP al poder central. Pero no se puede considerar a un grupo armado rebelde como menos o más peligroso que otro. La persistencia de los dramas en el Este lo demuestra. ¿Había hecho lo necesario el Gobierno en estas negociaciones con el CNDP para evitar que la recepción de sus miembros no fuera un remedio peor que la enfermedad? De hecho, Désiré Kamanzi y Jean Bosco Ntaganda (este último sigue siendo buscado por el Tribunal Penal Internacional) no muestran que participan a la pacificación del Este de Congo puesto que los enfrentamientos entre grupos rebeldes como las FDLR con sus nuevos aliados y las FARDC siguen ocurriendo frecuentemente. Por no tener tacto en el manejo de la situación, los rebeldes de las FDLR gozan curiosamente hoy en día del apoyo de los Pareco y de la APCLS, mientras que sin embargo, antes eran enemigos. Parece que estos rebeldes hayan hecho este cambio insólito para vengarse de las frustraciones que sentían. La Misión de la Organización de las Naciones Unidas en República Democrática de Congo (Monuc) pretende hacer volver con los FARDC a los grupos rebeldes que ya han pactado con las FDLR; es una manera de tranquilizar a las personas preocupadas por este refuerzo, aportado a los rebeldes ruandeses. El Gobierno de Muzito, al que ya se quería trastocar en el mes de junio pasado, fue dotado de un gabinete de misión cuyo objetivo principal era la pacificación de la región del este. Pero ¿disponía de todas la ventajas necesarias el jefe de Gobierno? Y ¿podía dominar todos los parámetros de la situación dependiente de un esquema cuyos vericuetos y resultados no puede controlar? Este esquema secreto sigue avanzando con enfrentamientos entre las FARDC y los rebeldes de la FDLR al que otros grupos rebeldes armados congoleños empiezan a sumarse.

Jean N’Saka wa N’Saka (periodista independiente)

Publicado en Le Phare, RDC. 2009-07-09

Traducido por Stephanie Álvarez, para Fundación Sur.

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