¿Es Darfur un Guatanamo de Sudan?

22/05/2008 | Opinión

Por fin, el fotógrafo de Al-Jazeera sudanés Sami al-Hajj, prisionero de la celda 345, ha salido de la cárcel de Guantánamo, después de pasar allí seis duros años.

Los sudaneses se han emocionado con la excarcelación, como era de suponer. Los telediarios han destacado ampliamente la noticia del compatriota y han llenado de júbilo a los sudaneses y al mundo entero.
Los programas informativos contaron la visita que le hizo el presidente de la república, Omer Hassan Ahmed Al-Bashir para felicitarle.

Los desplazados y refugiados de Darfur ha compartido estos sentimientos de alegría, aunque se preguntaban cundo la gente de Darfur podrá salir del Guatanamo que ha creado el Partido Congreso Nacional (en el poder) en Sudan. Al contrario que su homólogo Abraham Linconln (12 de febrero de 1908-15 abril 1865), el 16º presidente de EEUU que dijo “aquellos que niegan la libertad a otros se merecen no tenerla y con un Dios justo, no la tendrán por mucho tiempo”, el presidente de Sudán, no ha pensado ni sentido en los últimos 5 años que la gente de Darfur se merezca libertad. Es cierto que aquellos que no reconocen la libertad de los otros, no se merecen la bendición de la libertad.

El escritor y periodista sudanés Sarah Issa ha hecho comentarios muy acertados al respecto: “Si; los ciudadanos de Sudán nos hemos levantado por la causa de Sami Al-Hajj, pero también conocemos a los cuerpos de seguridad e inteligencia que han fundado los centros de tortura fantasmas en Sudán, que acabaron con la libertad de expresión y extendieron la cultura del odio entre los ciudadanos. Es curioso, que en esta situación el gobierno reciba a Sami al-Hajj, prisionero de conciencia y adalid de la libertad de expresión. Desgraciadamente, esas personas no se avergüenzan ni han mostrado compasión hacia los más afligidos: viudas, huérfanos, ancianos y demás desplazados internos y refugiados que malviven en los campos de Darfur”.

El historial de Derechos Humanos del Régimen actual de Sudán es calificado por Amnistía Internacional UK como “extremadamente pobre”. Las fuerzas de seguridad de Sudán actúan arbitrariamente: los detenidos por estas fuerzas pueden enfrentarse a una detención en centros no oficiales como son las “ghost houses”, donde algunos son torturados. De acuerdo con informes de gran credibilidad, las detenciones arbitrarias, la Armada ha cometido tortura y vejaciones a los detenidos. El Frente Nacional Islámico (NIF), que encabeza la Junta Militar, ha transformado nuestro país en un enorme Guantánamo, donde civiles inocentes son encarcelados o puestos a disposición de detenciones indefinidas y sin comunicación.

La pena de muerte continúa en activo, sin ni siquiera un juicio, a través de los planes bélicos del partido en el gobierno, que incluyen disparos indiscriminados desde helicópteros contra población civil en Darfur. El último fue el asalto del poblado de Nourbay en el norte de Darfur, que ocurrió el pasado 1 de mayo, cuando el gobierno de Sudán bombardeó desde un avión la zona durante 3 horas, matando a 9 personas, incluyendo a un niño y un anciano.

Es importante pedir a aquellos que se alegraron de la visita del presidente Al-Bashir para celebrar la liberación de Sami al-Hajj de Guantánamo, que presionen para que este gobierno pueda seguir el ejemplo de EEUU y dé libertad a los sudaneses. La liberación de Sami al-Hajj podría ser el punto de partida para el restablecimiento de la libertad, el imperio de la ley, el respeto a los derechos humanos, una paz sostenible para Darfur. En definitiva, para una transformación democrática y una coexistencia pacífica en Sudán.

Es obligación del régimen en el poder interesarse por la experiencia traumática de los ciudadanos sudaneses en Darfur que han sido desprovistos de sus hogares, posesiones personales, seguridad, servicios básicos y hasta de un sueño pacífico y la bendición de la estabilidad y reunificación con sus seres queridos.

Tras la liberación de Sami al-Hajj, los observadores se preguntan si el régimen del Frente Nacional Islámico dejará libres a los sudaneses encarcelados en las cárceles “semi-guantanamos” de Kobar, Shala, Nyala, Dabkar y Port Sudan, por nombrar algunos de los tristemente celebres centros. Centros que fueron diseñados por el actual asistente presidencial y antiguo jefe de inteligencia nacional Nafie Ali Nafie, que se los ha traspasado a Salah Abdallah Abu Digin (AKA Salah Gosh), actual jefe del Servicio Nacional de seguridad e inteligencia.

Otra oportuna pregunta del millón que espera ser contestada

Mahmoud A. Suleiman

Dr. Mahmoud A. Suleiman es vicepresidente del Congreso General del Movimiento de Justicia e Igualidad. Puede ser contactado en este correo: mahmoud.abaker@gmail.com

Artículo sacado del Sudan Tribune, el 6 de mayo de 2008

Traducido por Arantxa Freire, para el Departamento África de la Fundación Sur.

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