¿Es África la nueva frontera en la guerra contra el terrorismo?

18/11/2015 | Opinión

ISIS (1) ha golpeado en París, la ciudad de la luz, y por lo menos 129 personas han muerto trágicamente. Este es el ataque más mortífero en suelo francés desde la Segunda Guerra Mundial y el presidente Francois Hollande ha llamado a este acto de terror un «acto de guerra».

En 2003, Estados Unidos lideró la invasión de Irak, un conflicto prolongado que llevó a la pérdida de al menos un millón de vidas y desestabilizó toda la región. La guerra creó unas condiciones de vida muy duras y extremas para los iraquíes, lo que hace de Irak un caldo de cultivo para los grupos militantes como Al-Qaeda y, finalmente, esto condujo a la emergencia del Estado Islámico, ISIS.

África se está convirtiendo en la nueva frontera de los ataques terroristas. Este flagelo en suelo del continente merece más atención y acciones serias para contenerlo.

– Al-Shabab es un grupo militante de Somalia. Comenzó como una de las muchas facciones que luchaban contra el Gobierno de transición respaldado por la ONU con sede en su capital, Mogadiscio.
– Al-Shabab es uno de los mayores grupos militantes armados de Somalia y también ha prometido lealtad a Al-Qaeda.
– Al-Shabab ha sido etiquetado como una organización terrorista después de organizar ataques contra algunos objetivos importantes tanto nacionales como extranjeros.
– En 2013 Al-Shabab atacó el Westgate Mall en Nairobi matando a 67 personas y se llevó decenas de rehenes.
– En abril de 2015 Al-Shabab golpeó de nuevo matando 148 estudiantes de la Universidad de Garissa en la parte nororiental de Kenia.

Al-Shabab parece haber sido impulsado por el auge del Estado Islámico en Irak.

ISIS también se afilió recientemente con Boko Haram un grupo insurgente que se originó en la empobrecida región norte de Nigeria que busca establecer un «califato».

En abril de 2014, el grupo Boko Haram acaparó todos los titulares internacionales cuando secuestraron a más de 200 niñas de un internado en la región. Decenas de hombres armados de Boko Haram, en un convoy de vehículos, irrumpieron en la Escuela Secundaria Femenina en Chibok, al oeste de Maiduguri y se llevaron a más de 200 niñas indefensas, la mayoría de las cuales siguen todavía desaparecidas.

A menos que los líderes de África aborden el reto de las oportunidades para los jóvenes, el continente podría convertirse en un caldo de cultivo para los sentimientos extremos que pueden conducir a una amenaza de la seguridad, susceptible de violencia, crimen y extremismo.

Con la globalización y la conectividad de los medios de comunicación social, la juventud africana está expuesta a todo ello y quiere los mismos bienes de consumo, de marca, que los jóvenes de los Estados Unidos, Hong Kong o Corea del Sur. Más importante todavía, también aspiran a las mismas oportunidades de educación y a una carrera.

Ellos comparten una noble ambición como cualquier otro joven en el mundo desarrollado, para convertirse en empresarios, médicos, científicos e ingenieros. Esta generación vive cautiva en expectativas poco realistas ya que las economías en las que viven no están pudiendo sostener el tipo de crecimiento que representa esta explosión demográfica.

Por ejemplo, Sudáfrica, un país relativamente joven, con un 40 % de la población nacida después de 1994 y con un desempleo juvenil superior al 50 % para esta generación. Nigeria es el país más poblado del continente africano con una población de más de 150 millones de personas. Aproximadamente 20 millones de jóvenes nigerianos están desempleados.

Las iniciativas de desarrollo, a través de diversos sectores del gobierno, destinadas a abordar principalmente el problema del desempleo en Nigeria son lamentables y apenas visibles. La mayoría de las iniciativas no están a la altura. Puestas todas juntas, las intervenciones en el sector público, privado y en los sectores sin ánimo de lucro llegan a menos de 100.000 jóvenes al año, de los 20 millones de parados.

El desempleo juvenil en África es una «bomba de tiempo sin fronteras».

(1) ISIS es un grupo armado que ha capturado enormes porciones de tierra en Irak y Siria.

Por Joshua M. Ngoma

lusakatimes.com

Fundación Sur

Autor

Más artículos de Administrador-Webmaster