Entrevista a Transparencia Internacional: África subsahariana necesita «coger el toro de la corrupción por los cuernos»

5/02/2019 | Entrevistas

samuel_kaninda-transparency_international.jpgEl África subsahariana está luchando para frenar la corrupción. Afortunadamente, algunos países han encontrado los ingredientes correctos para hacerlo, cuenta a Deutsche Welle (DW) el coordinador de Transparencia Internacional para África Occidental, Samuel Kaninda.

El Índice de Percepción de la Corrupción 2018 de Transparency International coloca al África Subsahariana como la región con la puntuación más baja, con un promedio de solo 32 puntos, colocándose lejos del promedio mundial de 43 puntos en su lucha por controlar la corrupción. Sin embargo, no todos los países africanos presentan malas puntuaciones. Sudán aumentó su puntaje y figura como uno de los que «mejoran» en el índice de 2018.

DW: ¿Qué ha provocado que África Subsahariana lo haga tan mal en el Índice de Percepción de la Corrupción?

Samuel Kaninda: La puntuación del África Subsahariana ha sido siempre pobre. Probablemente ha sido la región con el desempeño más pobre del mundo. Esto se debe a que las instituciones anticorrupción están allí, las leyes están ahí, pero estas leyes y estas políticas no se implementan ni se aplican de manera efectiva. Por lo tanto, existe un déficit de voluntad política y de liderazgo para lograr un cambio real y coger el toro de la corrupción por los cuernos.

DW: Países como Senegal y Costa de Marfil ganaron algunos puntos este año. Senegal pasó de 36 puntos en 2012 a 45 puntos en 2018. Eso es dos puntos por encima del promedio mundial. ¿Qué está haciendo Senegal bien?

Samuel Kaninda: El período de mejora de Senegal se remonta a 2012, cuando los ciudadanos del país eligieron a su nuevo líder, el presidente Macky Sall. Después de la elección de Sall, Senegal tomó algunas decisiones y tomó los pasos en la dirección correcta. Se estableció una nueva institución anticorrupción y otra que también se ocupa del fraude. Hay una serie de leyes, incluida una sobre la declaración que promueve la transparencia. Hay un tribunal que se enfoca específicamente en el enriquecimiento ilícito y hay una serie de otros pasos que han cambiado la percepción de los expertos y los ciudadanos en términos de la seriedad del gobierno para lidiar con el problema.

DW: ¿Es necesario tener buenos líderes en todo el África Subsahariana?

Samuel Kaninda: Estoy acoplando eso con el tema de la voluntad política. Es necesario que haya una voluntad para abordar decisivamente el problema de la corrupción. Muchos de los países de África, casi 40 de los 55, han ratificado la Convención Africana para Prevenir y Combatir la Corrupción. Con eso, tienes muchos que han establecido agencias anticorrupción. Sin embargo, puedes tener esas leyes y esas agencias, pero si esas agencias no cuentan con suficientes recursos, si no son independientes de las intromisiones políticas en los casos que necesitan ser investigados, entonces la situación no cambiará. Continuará a modo de cortina de humo, pero no habrá cambios sustanciales; y eso es lo que se refleja en el pobre desempeño de esta región del mundo en el Índice de Percepción de la Corrupción.

DW: ¿Qué se debe hacer para que los países del África subsahariana aumenten sus puntos?

Samuel Kaninda: En la lucha contra la corrupción necesitamos transparencia para saber cómo operan las instituciones y para permitir que los ciudadanos y aquellos con opiniones diferentes puedan exigir la rendición de cuentas. Tenemos que llevar a aquellos que supuestamente han cometido actos de corrupción ante el tribunal, independientemente de su estatus político o social. En muchos casos, vería que, especialmente, el sistema de justicia no está realmente libre de interferencias políticas. No todos los casos encontrarán su día ante el tribunal. Y eso también perpetúa la corrupción, porque aquellos que quisieran involucrarse en todos esos casos de corrupción sabrían que saldrían impunes, en caso de que tuvieran buenas conexiones políticamente hablando. Por lo tanto, la impunidad es una cosa que necesita ser abordada; y también proteger a aquellos que den el soplo, aquellos que denuncien los actos de corrupción, que incluiría a periodistas y a opositores políticos.

DW: La mayoría de los países con puntuación baja lo hicieron debido a la crisis política en curso, aunque tienen sistemas democráticos y de gobierno que funcionan relativamente bien. ¿Cuál es la excusa?

Samuel Kaninda: La excusa es nuevamente el liderazgo político. Si nos fijamos en países como Sudáfrica: hay informes de mucha corrupción, tanto la elite sistémica como la política se alían con intereses comerciales, pero lo bueno es que los medios de comunicación pueden informar de esto libremente. Puede haber amenazas pero el sistema de justicia puede asumir esto. Tenemos comisiones que se han establecido y la nueva administración ha podido imponer su autoridad en el tema de la corrupción. Los países con instituciones democráticas sólidas pueden abordar el problema de la corrupción porque el estado de derecho es clave. El poder judicial hace su trabajo, las instituciones de investigación están haciendo lo mismo; y la sociedad civil también es libre de hacer su trabajo. Se necesitaría una combinación de todos estos ingredientes tanto en los países que están más avanzados en términos de democracia como en aquellos que están luchando en ese terreno. Es realmente un trabajo fundamental que hay que hacer. En primer lugar, establecer y fortalecer esas instituciones y asegurar que las personas tengan su voz, independientemente de si comparten la opinión de la élite del partido gobernante o de la coalición o no. Todos esos puntos, creo, deben ser confirmados y reunidos para controlar la corrupción, si no para erradicarla.

DW: ¿Cuál parece ser el futuro para el África Subsahariana?

Samuel Kaninda: El futuro depende de nuestro propio estado, la gente, pero también los líderes. La Unión Africana declaró el año pasado como el Año Africano de la lucha contra la corrupción y vio correctamente el tema: «Ganar la lucha contra la corrupción: un camino sostenible hacia la transformación de África». Eso en sí mismo es una expresión del reconocimiento de que la corrupción es un problema. Los líderes políticos, nuestras instituciones administrativas, el sector empresarial y los ciudadanos, todos nosotros debemos unirnos para poder desafiar y hablar en contra de la corrupción y para poder actuar en contra de ella. Creo que esas son las cosas que promoveríamos, para ver algún cambio notable y tangible en términos de la situación de corrupción. Y eso significaría que África, que es un continente rico en recursos, no solo en términos de minerales sino también como el continente más joven, podrá disfrutar de los beneficios de contar con todos esos recursos y promover su propia agenda de desarrollo socioeconómico.

DW: También hay países en Europa y Asia Central que obtuvieron puntuaciones bajas en el índice. ¿Hay alguna diferencia entre estos países y los países africanos?

Samuel Kaninda: La corrupción es un problema global. Así que incluso países que han obtenido la puntuación más alta en el Índice, como Dinamarca o Nueva Zelanda, no están libres de corrupción. Se trata más de la fortaleza de sus instituciones para poder lidiar con la corrupción, tanto desde un punto de vista preventivo como a la hora de abordar los casos de corrupción a través del sistema de justicia. Hemos visto que la superpotencia estadounidense está cayendo por debajo de los 20 países principales. Esto demuestra que también tiene mucho que ver con la forma en que se compromete la elite política, porque definimos la corrupción más allá de su aspecto financiero. Entonces, en el momento en que una persona o una institución abusa de su poder u otras agendas que son diferentes del bien general, ya se convierte en corrupción.

Es cierto que estamos viendo el aumento del populismo aquí y allá, y los líderes usarán temáticas que enganchen a los ciudadanos para llegar al poder; pero una vez que lo consigan, incluso con una agenda anticorrupción, no lo cumplirán.

Eddy Micah Jr.

Fuente: AllAfrica

[Traducción y edición, Sara Gil Martín-Serrano]

[Fundación Sur]


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