Una de las características de grandes ONG, como UNICEF, parece ser el anonimato, mientras que, como director de Fundación Sur, yo presentaba en mi editorial hechos concretos. La respuesta de UNICEF ESPAÑA, que nadie firma, es genérica y como una declaración de principios, sin hacer referencia a ningún dato concreto de mi editorial.
Difamar es descreditar alguien con falsedades. Lo que hice fué llamar las cosas por su nombre y pedir más transparencia y coherencia en el funcionamiento de las ONG, como lo pide gran parte de la sociedad hoy día de todos sus lideres y organizaciones.
Sigo afirmando todo lo que escribí en mi editorial: “Donde van nuestros donativos para África”, con sus datos concretos sacados de las propias Webs de las ONG, de otras Webs como: www.wheredoesyourdonationmoneygo.blogspot.com ,
y de mi larga experiencia en Uganda y otros países de África.
Gran parte de la sociedad admira, creo yo, la visión, misión, objetivos y actividades de UNICEF y otras ONG. Lo dije bien claro en mi editorial: muchas ONG como la suya prestan un servicio muy valido a personas vulnerables como los niños-as por todo el mundo. Lo que gran parte de la sociedad quiere y necesita es lo siguiente:
1. Saber que porcentaje de los donativos recibidos,
• Llega directamente a los beneficiarios necesitados: números claros
• Se gasta en salarios de los funcionarios, residencia, coches, viajes etc.
• Se dedica a la gestión de la ONG
• Se emplea en los programas de evaluación, planificación y capacitación
Los donantes necesitan saber los ingresos y gastos bien detallados y no basta con decir que el 76% de los ingresos se dedica a los programas de UNICEF, y el 16% se dedica a la presencia social y solo el 5% a la gestión. ¿Qué se incluye en ese 76% dedicado a los programas?
Informar a la sociedad española, y sobre todo a los donantes, sobre la manera que se emplean los porcentajes detallados de tales donativos, es cuestión de justicia y de transparencia. Lo acaba de hacer la Familia Real.
Y dicho sea de paso, que también las Iglesias pueden ser más transparentes en la gestión de los donativos e inmobiliaria.
2. Ver que los empleados de UNICEF y otras ONG viven y emplean los donativos adecuadamente y no “a lo grande”. Yo he visto sus residencias en Kenia y en Uganda sobre todo, sus cochazos, su estilo de vida y sus lugares de reunión y no puedo aprobar esa forma de usar una parte de los donativos de la gente. Todos aceptarían que los funcionarios vivan dignamente y bien, pero no “a lo grande”
El creciente número de ONG por África y por el mundo no aumenta necesariamente su credibilidad. Su credibilidad, como la de las Iglesias, crecerá, no de la afirmación de principios, sino del comportamiento concreto de sus miembros: transparencia, nivel de vida, inculturación en los pueblos y calidad de servicios.
El numero de voluntarios-as en una ONG, como en Manos Unidas o Caritas y otras, también muestra el grado de dedicación gratuita al servicio de las personas más necesitadas.
El hecho de que una Organización trabaje por todo el mundo dice muy poco, en si mismo, sobre su integridad, transparencia y calidad de servicio.
Mayor transparencia y estilo de vida más adecuado e integro podría ser uno de los beneficios de esta crisis, para las ONG, las Iglesias, los Gobiernos, los Sindicatos, los Bancos y todos nosotros ¡
