En nuestro mundo cada día más globalizado, el diálogo ínter-cultural se presenta como la base imprescindible para promover relaciones más humanas, justas y solidarias.
Existen todavía demasiadas personas y pueblos con actitudes racistas y hasta arrogantes: “norte-sur, altos-bajos, blancos-negros, europa-africa, ricos-pobres”. Tales actitudes hacen imposibles unas relaciones respetuosas y enriquecedoras así como el desarrollo integral de personas y pueblos.
Alassane Ndaw de Senegal dijo que “el verdadero diálogo supone el reconocimiento del otro, tanto de su identidad como de su alteridad”.
Esto es precisamente lo que nos falta y falta a casi todas las ONG, que pretenden trabajar por el desarrollo de los pueblos sin conocer ni su identidad (lengua, cultura y fe) ni por tanto su alteridad. Con esa actitud de superioridad no se puede llegar a un verdadero diálogo inter-cultural.
Nelson Mandela dijo que “ la educación es el instrumento más poderoso para transformar un pueblo”. Necesitamos promover una educación integral y no solamente conocimientos académicos para posibilitar una capacidad de respeto y diálogo interpersonal e inter-cultural.
“No puede haber paz entre los pueblos, decía Hans Kung, sin paz entre las religiones” y podemos añadir que hoy tampoco puede haber paz entre los creyentes y no creyentes sin actitudes de respeto mutuo y dialogo inter-cultural. Seremos capaces de superar tantos estereotipos, prejuicios y legalismos para llegar al encuentro realmete humano?
