El secuestro de cooperantes en el campamento de Rabuni es una operación criminal con fines políticos

25/10/2011 | Opinión

El secuestro de dos cooperantes españoles y una italiana en el campo de Rabuni, del Polisario en Tinduf, ¿es el resultado de la relajación en materia de seguridad debido a la calma en la región? ¿o esta operación de extranjeros en una región conocida por su fuerte presencia militar oculta zonas de sombras y numerosos interrogantes?

Algunos datos sugieren que el secuestro de cooperantes extranjeros pertenecientes a una ONG, no es más que un intento de desafiar a las fuerzas de seguridad por parte de un grupo criminal, que según fuentes locales son del norte de Mali, y han cruzado la frontera con Argelia hasta Tindouf para secuestrar a los dos cooperantes españoles y una italiana. ¿Es posible que los “terroristas” emprendan esta operación de resultado incierto, y se arriesguen a entrar en una zona militar, sólo para secuestrar a unos extranjeros, en un momento en que el norte de Mali en este momento está lleno de turistas extranjeros en este momento, con ocasión del lanzamiento de la temporada turística en el Sáhara?

Esto significa que los ejecutores de esta operación son un comando entrenado para este tipo de operaciones especiales y que está lejos de ser un ataque de un grupo terrorista. Esta operación, que se produce en vísperas de la visita del presidente de Mali, Amadu Tumani Turé a Argelia, y que durará tres días, hace pensar que el momento elegido para su ejecución y la región de la que vienen los atacantes, tienen la intención de interrumpir esta visita, sabiendo que hay temas económicos y de seguridad a debatir entre el presidente de Argelia, Abdelaziz Buteflika y su invitado, Tumani Turé, esto es lo que refleja la operación de “Rabuni”, más una tentativa de hacerse ver o de obtener un recate.

No se puede descartar, por otra parte, que la planificación del acto en la frontera suroeste del país, donde nunca antes jamás había llegado de forma fuerte presencia alguna de grupos terroristas, tenía por objetivo impedir que Argelia asegure sus fronteras contra los traficantes de armas libios, ya que es sabido que el estado mayor ha puesto en marcha grandes esfuerzos y medios considerables, desde el comienzo del conflicto en Libia, para transferir a la zona fuerzas militares, de la gendarmería y de la policía, para controlar la frontera sur, que se extiende a lo largo de 900 kilómetros.

Las fuerzas del ejército de Argelia han logrado resultados, gracias a este refuerzo, frustrando varias operaciones de tráfico de armas de Libia hacia la región del Sahel y eliminando docenas de terroristas y de grupos de traficantes, durante los últimos seis meses.

El secuestro de dos rehenes españoles y de una italiana no puede ser comprendido entonces como una tentativa de distracción y de crear una situación de pánico, ni de presionar al ejército para que abandone su plan de asegurar la frontera este, que es un escenario que va más allá de la mano de los terroristas y deja entrever la mano del extranjero.

(El Khabar, Argelia, 23-10-11)

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