30/11/2011 REUTER

El PJD será, después de En Nahda en Túnez, la segunda formación islamista a llegar en cabeza de un escrutinio nacional desde el comienzo de la ”primavera árabe”.

Según los resultados aún incompletos de la consulta del viernes, el PDJ podría dirigir un gobierno de coalición junto con el partido laico Istiqlal del Primer Ministro saliente y con otras dos formaciones.

Estas legislativas, adelantadas de diez meses, contenían un valor de test de las reformas puestas en marcha por el rey Mohammed VI con un telón de fondo de insurrección para la democracia en el mundo árabe.
Marruecos ha conocido durante este año manifestaciones a favor de una evolución política, sin embargo han quedado por debajo de lo que se observaba en las otras regiones, ya que el rey guardaba la mayoría de las prerrogativas.

Mohammed VI, sin embargo, había conseguido adoptar una serie de cambios constitucionales para transferir una parte de sus prerrogativas a los representantes elegidos.

El PJD ha beneficiado del interés por los islamistas que se ha desarrollado en la región. El partido, fiel al soberano, espera desarrollar el modelo de las finanzas islámicas pero no va a aplicar el orden moral estricto.
Cuando se conocían los resultados de 288 de los 395 escaños de la Cámara de los representantes, el PJD conseguía 80. El Istiqlal, dirigido por el Primer ministro saliente Abbas el Fassi, llegaba en segunda posición con 45 escaños.

Los adversarios del grupo G8, alianza de inspiración liberal compuesta por 8 partidos cercanos al palacio real, reunían cerca de 112 escaños, según los resultados provisionales.

La participación era una de las incógnitas que desprendía el escrutinio. Una fuerte abstención hubiera sido un fracaso para la monarquía, que había presentado la consulta como el símbolo del cambio democrático.
El Ministro del Interior ha anunciado que las legislativas habían movilizado el 45% de electores inscritos. En 2007, en el precedente escrutinio legislativo, la participación había sido del 37%.

Según Driss Yazamani que dirige el Consejo nacional de los Derechos Humanos, algunos observadores hablan de infracciones en las reglas pero que no eran de naturaleza a afectar el desarrollo del escrutinio.

En virtud de las reglas adoptadas este año en el cuadro de las reformas constitucionales, el rey deberá elegir un Primer ministro en las filas de la formación que ha llegado en cabeza.

El proceso electoral marroquí está siendo seguido de muy cerca por otras monarquías árabes que intentan reaccionar a la “primavera árabe” sin que pierdan el poder.
Marruecos estima poder servir de modelo para contemplar reformas, haciendo la economía de las convulsiones que se han podido observar en países como Libia y Siria.

Una minoría active marroquí juzga sin embargo los avances como insuficientes. El Movimiento del 20-Febrero, nacido en la calle, ha hecho campaña contra las elecciones movilizando miles de personas el domingo en varias ciudades del reino. El Movimiento hace una llamada para otra jornada de contestación el 4 de diciembre.