El papel de las mujeres en la educación en Ghana

19/01/2015 | Crónicas y reportajes

La educación superior puede mejorar la calidad de vida de las mujeres, incluyendo un mejor acceso a la atención sanitaria, la seguridad alimentaria, buenos planes de pensiones, mejora de las oportunidades de trabajo etc., pero a pesar de todas estas ventajas, muchas mujeres en Ghana no logran avanzar en su educación, debido a las barreras socioeconómicas y culturales que las mantienen fuera de las universidades.

Cuando era niña, mi mayor deseo era inscribirme en una de las universidades de Ghana. debido a que muchas mujeres jóvenes que habían tenido el privilegio de asistir a universidades en Ghana se sentían muy orgullosas de sus logros; pero había muy pocas mujeres en las universidades.

La gente se siente intimidada por las mujeres con educación superior. Recuerdo que nuestros compañeros de clase, en la escuela secundaria, solían decirnos que nunca se casarían con ninguna d nosotras porque querríamos ir a la universidad y no nos someteríamos a su autoridad como hombres. A pesar de estas sutiles amenazas de algunos de nuestros compañeros de clase, yo estaba decidida a seguir una educación superior porque pensé que era la única manera en la que podría tener éxito en la vida.

Pero, ¿las negativas normas culturales, las tradiciones y las creencias religiosas contribuyen a la escasa presencia de las mujeres en la educación superior en Ghana? Narramos a continuación algunos de los factores que explican el problema y hacemos algunas recomendaciones para que se produzca un cambio.

¿Por qué atraer a más mujeres?

Universalmente, las voces de las mujeres están subrepresentadas en muchos espacios específicos donde más se necesitan y la educación superior no es una excepción. Según el artículo de Martha Donkor «Educar a las niñas y mujeres de la Nación: Reforma Educacional de Género en Ghana,» educar a las mujeres es la medida más rentable de desarrollar un país que se puede adoptar.

La investigación ha demostrado que hay más mujeres que hombres que tienden a emplear sus ahorros en educación, salud y el bienestar general de la familia, según citan Nicholas Kristof y Sheryl WuDunn en «Cruzada de Mujeres”.

La educación de las mujeres y las niñas también tiene el poder de reducir las tasas de fertilidad, la maternidad temprana y la mortalidad materna.

El estudio de Mansah Prah realizado sobre cuestiones de género en la Universidad de Cape Coast en Ghana indica que las mujeres que van a la universidad tienen poca visibilidad política, debido a que son muy poco numerosas y sus necesidades, preocupaciones e intereses a menudo son completamente ignorados. Prah también señala que no hay ningún departamento en la Universidad de Ghana que se ocupe de las cuestiones de igualdad de género.

Mujeres y Educación en Ghana

Ghana es un país en desarrollo, en África occidental, con una población de 25 millones de personas, 51% de las cuales son mujeres. El país ha alcanzado en los últimos tiempos una renta media aceptable con muchos sectores de la economía en crecimiento, incluyendo sus instituciones educativas. Desde 2010 la tasa de alfabetización general de Ghana es del 71,5%. Los hombres representan el 78,3%, y las mujeres el 65,3%.

A fin de que Ghana pueda acelerar su ritmo de crecimiento económico y mejore su nuevo estatus, el desarrollo de los recursos humanos es esencial. Esto implicaría la creación de más oportunidades para que las mujeres puedan desarrollar su potencial para contribuir al desarrollo nacional.

Afortunadamente, el gobierno de Ghana introdujo en 1996 la Educación Básica gratuita y obligatoria (FCUBE) a nivel de escuela primaria. Esto dio lugar a un aumento en la matrícula de niñas en el nivel primario, pero cuando pasamos al nivel terciario las cifras caen en picado.

Según Harry Sackey en «La tasa de actividad laboral femenina en Ghana: Los efectos de la educación,» la tasa de abandono escolar de las niñas es mucho más alta que la de los niños debido a factores económicos y socio-culturales.

Francis Lodowic Bartels profundiza en la escasa presencia de las mujeres de Ghana en la educación en su libro “Las raíces del metodismo en Ghana”. Cuando los misioneros abrieron la primera escuela para niñas en Ghana, lo que hicieron fue reforzar aún más los roles domésticos para las niñas y prepararlas para convertirlas en buenas amas de casa.

Esta es una de las razones de la disminución de la participación de las niñas en los niveles de educación superior; no estaban capacitadas, ni animadas ni preparadas para aspirar a los niveles de educación más altos. Agustina Adusa Karikari afirma también en “Experiencias de las mujeres en la educación superior: un estudio sobre las mujeres en las Universidades Públicas de Ghana” que las universidades de Ghana a perpetuan la división por géneros del trabajo: los hombres ocupan los puestos de más alto nivel, mientras que las mujeres están en los puestos peor pagados. Según Karikari el cargo más alto ocupado por una mujer en cualquier Universidad de Ghana se produjo en 1996 cuando se nombró a una mujer para el cargo de vicecanciller.

Hay varios obstáculos que dificultan la educación de las mujeres en Ghana:
– creencias familiares tradicionales y el costo de la educación
– responsabilidades tradicionales de la mujer en las cargas del hogar
– barreras en el entorno escolar
– actitudes y prácticas de los maestros

Creencias tradicionales de la familia y el costo de la educación

Según Karikari, a pesar de que la educación a nivel primaria es gratuita, técnicamente no lo es, porque los alumnos tienen que asumir el coste de los libros de texto, el almuerzo, los uniformes escolares, los gastos de inscripción y el coste del transporte. Estos costes son demasiado elevados para algunas familias y son una de las causas de que no envíen a sus hijas a la escuela.

En una situación en la que la familia no puede permitirse el lujo de enviar a todos sus hijos a la escuela, el niño tiene preferencia sobre la niña. Esto se debe a que hay una tradicional generalizada en la sociedad de Ghana que el lugar de una mujer está en la cocina.

Las cargas de trabajo y el tiempo de las mujeres

En muchos hogares las mujeres no se encargan únicamente de todas las tareas domésticas no remuneradas, como cocinar, lavar, limpiar, ir a buscar leña, el cuidado de niños y enfermos. Todas estas actividades dejan, por lo general, a las mujeres poco tiempo para participar en actividades de formación educacional que mejoren sus oportunidades de obtener un empleo de calidad. En consecuencia, como Nana Apt y Margaret Grieco muestran en su estudio: «Gestión del Tiempo: La participación de género en la educación y los beneficios de la educación a distancia Tecnologías de la Información», muchas mujeres no tienen tiempo para un empleo remunerado o para asistir a las clases de los cursos de educación superior.

Barreras en el entorno escolar

Tanye explica en “Percepción de factores que afectan a la participación femenina en la Educación Secundaria en Tano” (distrito de Brong-Ahafo, Ghana) que muchas niñas no pueden seguir sus estudios académicos porque las escuelas carecen de la infraestructura necesaria para el trabajo académico de calidad. Algunas de estas escuelas en Ghana están prácticamente en ruinas y carecen de agua, electricidad, sanitarios limpios y equipamiento. De hecho, de acuerdo con la “Alianza para la Iniciativa de Mujeres Africanas”, muchas chicas prefieren quedarse en casa durante los días de la menstruación porque las instalaciones no están adaptadas a las niñas.

Actitudes y prácticas de los maestros

Costumbres y ritos tradicionales, a través del tiempo, han influido en las actitudes de los profesores hacia las mujeres en la educación superior. Tanye apunta a un estudio de investigación llevado a cabo en algunos países africanos como Camerún, Sierra Leona, Malaui, Guinea y Ruanda. que revela que muchos profesores aún creen erróneamente que los niños obtienen mejores resultados académicos que las niñas. Estas percepciones negativas se han perpetuado a lo largo del tiempo hacia las mujeres, al igual que cuando los maestros alaban excesivamente las respuestas correctos de los chicos de la clase e interrumpen a las mujeres cuando comentan algo. El autor añade que la facultad también tiende a restar importancia a los logros de las mujeres y utilizan a las estudiantes femeninas como ejemplos en situaciones hipotéticas, generalmente con connotaciones sexuales.

Todas estas actitudes y prácticas negativas son similares a las que se enfrentan muchas mujeres ghanesas todos los días y que les desaniman a ni siquiera considerar proseguir estudios superiores.

Conclusiones y recomendaciones

La educación de cada individuo es beneficiosa y especialmente importante para las mujeres y las niñas debido a los beneficios socioeconómicos que un país, gracias a ellas, podría llegar a alcanzar y esta afirmación está confirmada por la “Plataforma de Acción de Pekín”. Para un país de medianos ingresos como Ghana para acelerar su nivel de desarrollo y crecimiento, hay que contar con que las mujeres estén igualmente representados en la universidad y en las instituciones de educación superior.

La educación, especialmente en los niveles superiores, ofrece oportunidades para el desarrollo en general y para las mujeres en particular. Tiene un efecto dominó en sus familias, ya que juegan un papel vital en la educación de los hijos. Además, la educación de las mujeres puede llegar a reducir los niveles de pobreza y ayudar a desarrollar la confianza en sí misma para conocer sus derechos y poder ejercerlos. Tampoco olvidemos que cuando las mujeres tienen poder y son capaces de concluir la educación superior y trabajar como administradoras de las escuelas, profesoras, personal docente y administrativo, sirven como modelo como modelo para las demás jóvenes.

Con el fin de alcanzar la paridad en la educación, el gobierno debería estudiar acciones destinadas a romper la brecha existente entre hombres y mujeres en la educación superior y adoptar estrategias que proporcionarán una renovación masiva de las infraestructuras en el sector educativo. Por último, para reducir las percepciones y conceptos sociales erróneos y negativos acerca de la educación de la mujer, de las diversas partes interesadas, incluidas las organizaciones no lucrativas, instituciones gubernamentales y departamentos de educación en Ghana se debería disponer de recursos suficientes para promover el acceso de las mujeres a la educación superior.

Las mujeres pueden formar parte del nuevo desarrollo socioeconómico de Ghana cuando se les de las mismas oportunidades que a los hombres. Su contribución al desarrollo de la nación puede ser absolutamente significativa cuando sean capaces de completar la educación superior. Teniendo en cuenta que el 51% de la población de Ghana son mujeres, la nación se beneficiaría mucho de su participación en todos los sectores de la economía.

La Sra. Sarah Kyei trabaja como Gerente del “Programa de la Alianza para la Iniciativa de las Mujeres africanas” en Accra, Ghana. Tiene un máster en ciencias sociales en el servicio público y a la comunidad por la Universidad de Londres, Reino Unido. Su experiencia profesional pasada incluye su trabajo con organizaciones de mujeres, y en el futuro le gustaría profundizar en su trabajo, mediante el empoderamiento de las mujeres jóvenes, a través de la creación de un instituto de desarrollo de liderazgo que conduzca a su desarrollo profesional y personal.

Fuente: Sarah Kyei. (2014, julio). “In her own words: Women’s Underrepresentation in Higher Education in Ghana”-Fundación Sur

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