El obispo Mzuza de Malaui pide la paz y la calma en el país

20/09/2011 | Opinión

En los últimos meses, Malawi, una nación del Sureste africano ha sufrido una serie de revueltas y acontecimientos que se han llevado la vida de casi una veintena de personas. La prensa ha sido atacada y los periodistas calumniados. Todos estábamos sorprendidos porque los habitantes de ese país, llamado el corazón cálido de África, son gente pacífica, hospitalaria y alegre. En todos sus años de democracia no se han sufrido conflictos internos como los más recientes.

La Iglesia Católica siempre ha jugado un papel importante en el paso a la Democracia de este país. Fue una carta pastoral de los Obispos de Malawi y a la que se unieron cristianos y religiones de otras denominaciones la que termino con la dictadura de más de 40 años de Kamuzu Banda, su presidente desde la Independencia. Los cristianos siempre han sido respetados por su valentía y libertad en expresar sus ideas y su responsabilidad en la política.

En las últimas semanas un Obispo volvió a llamar a todos sus conciudadanos para colaborar en el regreso a la Paz de este país que se encuentra revuelto y lucha por los derechos de sus ciudadanos. Esta homilía suscito ira en el Gobierno y muchos ataques, que la prensa aireó a favor y en contra del Obispo.

Para todos los interesados en este país publicamos la carta traducida del inglés que el Obispo Joseph Mzuza, oriundo de Malawi predico el día en que se celebra el día Nacional de Oración por el país y en el que participan todas las Religiones de Malawi.

Malawi contempla la libertad religiosa dentro de su Constitución.

Homilía del Obispo Joseph Mzuza de la Diócesis de Mzuzu, en Malawi, durante el día Nacional de Oración (16 de Agosto 2011)

Las lecturas procedentes de la Biblia fueron del libro del Deuteronomio capitulo 30, versículos 15-20 y el Evangelio de Marcos cap. 4, versos 35-39.

Mis queridos hermanos y hermanas, ciudadanos de Malawi, el corazón cálido de África. Hoy nos hemos reunido aquí para rezar por nuestra preciosa nación, que en el momento presente está experimentando confusión. Todos estamos atemorizados de qué va a ser lo próximo qué va a pasar. Y si no lo estáis, ¿entonces preguntaros el por qué? Puede que seáis como un gallo que esconde la cabeza cuando el peligro se acerca.

Igual que los discípulos de Jesús en la barca, todos estamos aterrorizados con la tormenta que actualmente está azotando nuestro país. Esta es la razón por la que nos hemos reunido hoy aquí. Somos una nación de creyentes y por tanto como los discípulos en la lectura del Evangelio de hoy le decimos: ¿Señor, no te preocupa que vayamos a morir? Por lo que pedimos a Dios que nos ayude para que podamos restablecer la tranquilidad que nuestra nación necesita y podamos una vez más vivir en paz y con amor. Compañeros de Malawi, espero que todos sepamos que la tormenta que estamos experimentando la hemos producido nosotros en el proceso de convertirnos en Nación. Todos nosotros de una manera u otra, en diferentes grados hemos contribuido a ello. Por lo que todos hemos tenido un papel en esta tormenta, ahora ejerzamos nuestro papel en calmarla.

Cuando cosas como estás suceden, nuestra tendencia es apuntar con un dedo al otro. Siempre empezamos poniendo la culpa en el otro, tratamos de justificarnos a nosotros mismos y si sentimos que tenemos más autoridad incluso amenazamos a otros. ¿No es esto lo que está pasando ahora? Por ejemplo para nosotros como Iglesia, se nos dice que no intervengamos en política. Y que como líderes de Iglesia nos concentremos en predicar y en las cosas espirituales. La Iglesia es por tanto vista como una intrusa y no como parte de la sociedad.

Algunas veces ponemos la culpa en la sociedad civil y en las organizaciones no gubernamentales, popularmente conocidas como ONG´s. Podemos acusarles de confundir a la gente y hacer que se pierdan. Podemos ir incluso más lejos diciendo que esas personas no han sido elegidas, por lo que no tienen el mandato de actuar en representación de la sociedad o de los ciudadanos de nuestro país. Si, es verdad, no han sido elegidos, pero trabajan por el bien de nuestros países.

También podemos poner la culpa en los medios de comunicación especialmente estos días en que aparecen noticias cuando las cosas están pasando. Imaginar que ahora en el momento en que estoy hablando aquí, alguien en EE.UU, Japón o Rusia está escuchando o viendo esto en vivo. Podemos acusarlos de guiar mal a la gente o de encender el fuego. Sin embargo, la verdad es que solamente están cumpliendo con su noble obligación de informar y hacer conocer a la gente lo que está pasando.

Muchas veces ponemos la culpa en el gobierno y en sus líderes. Yo os digo, que aquí muchos de entre nosotros somos profesionales y algunos somos Doctores o Profesores. Por ejemplo, podemos decir que el Gobierno de Bingu comenzó muy bien pero que ahora se ha ido a los perros. Que el Gobierno no escucha; miembros del Gobierno solo se están enriqueciendo a costa de las masas, ¿qué tipo de consejeros tiene el Presidente? y la letanía de cosas puede seguir y seguir. Como decimos con un proverbio.

“Mutu wukakula siulewa nkhonya”, o una cabeza grande, un problema grande.

Compañeros de Malawi poniendo la culpa en otros no nos ayudara para nada. Recordemos siempre que cuando apuntamos con un dedo al otro, tres de los otros dedos apuntan a ti.
Vamos a examinar nuestras conciencias y ver cuál es nuestro papel en todo esto. No seamos como nuestros antepasados Adán y Eva. Después de pecar Adam dijo, es Eva la mujer que me hizo pecar. Cuando se pregunto a la mujer ella culpó a la serpiente. Amigos, la cultura de acusación no nos va a ayudar.

Todos nosotros tenemos fuerzas y debilidades. Lo que necesitamos hacer es aceptar nuestras debilidades y encontrar caminos y medios para convertirlos en fuerzas. Siempre podemos crecer para mejor. Si estamos abiertos a ello Dios nos ayudara.

Mis queridos hermanos y hermanas, la persona que piensa y cree que él o ella es perfecta o perfecto es en realidad la persona más estúpida y tonta. En Chichewa y Tumbuka tenemos proverbios para llamar a esa persona como chitsiru cha muntu o chindere chakufikapo. ¿Queremos ser llamados así porque pensamos o creemos que somos perfectos y tenemos las mejores soluciones para la tormenta que estamos pasando en nuestro país?

Queridos conciudadanos no nos volvamos gente estúpida. Aceptemos nuestro papel y veamos cómo podemos, como nación, encontrar la mejor manera de calmar la tormenta que está enfrente de nosotros. Recordemos que con cada Derecho que tenemos existen sus correspondientes Obligaciones. Tenemos el derecho de escoger como las cosas funcionan en la nación pero también tenemos la obligación de hacerlo por el bien de todos los ciudadanos.

Hoy hemos venido aquí a rezar. Creemos que Dios nos ayudara a hacer frente a tanta confusión. Sin embargo sabemos que Dios ayuda al que se ayuda a sí mismo a sí misma. Si uno quiere tener una buena cosecha hay que preparar bien el campo, plantar la semilla en el momento preciso y cuidarlo hasta que madure y finalmente se cosecha. Después de la cosecha podemos disfrutar de los frutos del trabajo todos juntos. De la misma manera, trabajemos juntos para restaurar la paz que Malawi siempre ha disfrutado.

Llamamos a Su Excelencia, a su Gobierno y a su Partido a hacer algo para calmar la tormenta. Apelamos a los partidos de oposición a hacer algo positivo para calmar la tormenta. Vosotros Sociedades Civiles y ONG´s, por favor, haced algo tangible para apagar este fuego del país. Políticos, ambos los del partido en el Gobierno y Oposición hagan algo positivo y no solo algo tan mal como los otros, y algunas veces hasta peor que los otros. Vosotros periodistas en vuestros diferentes medios de comunicación, por favor, haced algo positivo por el bien del país. Conciudadanos cuestionad a vuestros lideres para que ellos puedan ser verdaderamente responsables de nuestras decisiones para vosotros. Mis compañeros y líderes de la Iglesia Católica, así como los lideres de otras Religiones, cumplamos con nuestros roles proféticos. No comprometamos esto por el panecillo que se nos da de la parte de aquellos que quieren que sigamos sus huellas.

Hagamos algo para que nuestra preciosa nación de Malawi pueda llegar a ser un lugar mejor para vivir. Estas oraciones que estamos ofreciendo hoy no tendrán fruto si de nuestra parte no hacemos el esfuerzo para reconciliar y calmar la tormenta que tenemos.

Mis queridos hermanos y hermanas, ciudadanos de Malawi, escojamos la Vida y vivamos. Yo recuerdo la gran excitación que tuvimos durante el Referéndum en 1993 cuando escogimos seguir el sistema de partidos como Gobierno. Durante esa ocasión, nosotros los Obispos Católicos lanzamos una carta Pastoral llamada “Escogiendo nuestro Futuro” como una forma de guiar a nuestros conciudadanos todos estos años incluyendo las últimas elecciones de 2009. Recientemente hemos escrito una carta pastoral: “Leyendo los Signos del Tiempo”. Como líderes de Iglesia no os decimos qué es lo que debéis hacer sino mejor sugeriros a vosotros posibilidades para que podáis hacer decisiones bien informadas. A vosotros, nuestros líderes, sois libres de aceptarlas o no, pero recordad siempre, que nosotros vivimos más cerca de la gente porque vivimos y trabajamos con ellos.

Sabed que uno de los dones más preciados que Dios nos ha dado es la libertad para escoger. Lo que escogemos da forma a nuestras vidas y nos hace únicos. Debemos poseer las decisiones que hacemos. Por ejemplo, hoy yo he escogido estar aquí y hacer esta homilía. Estoy contento y orgulloso de hacerlo porque con toda libertad lo he escogido y lo he aceptado. Vosotros, queridos amigos que estáis casados, vosotros escogisteis casaros con ese particular hombre o mujer. Algunas personas mirándoos podrían preguntarse: ¿Cómo es posible que esa persona tan guapa pueda haberse casado con esa fea? Si, decimos que la belleza esta en las manos de quien la sostiene. Seamos felices con las decisiones que hacemos.

Como nación hemos escogido una Democracia de partidos y no una dictadura. Estemos felices con ello y hagámoslo funcionar.

Como los Israelitas en la primera lectura de hoy del libro del Deuteronomio escojamos lo que es bueno para nuestra nación. Apuntarse con los dedos unos a otros no nos ayudará. La pelota está en nuestras manos, escojamos con sabiduría. Recordad, Dios ayuda a quien se ayuda.

!!La posibilidad es nuestra!!

Joseph Mzuza

16 de agosto en Mzuzu, Malawi.

Artículo introducido por Amparo Cuesta, H.m.n.s.d.a. que a su vez ha traducido la carta del obispo Mzuza.

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