Al menos 18 personas han sido asesinadas en Guinea Conakri desde enero en el contexto de protestas, incluidas tres por armas de fuego en las últimas dos semanas.
Mientras Guinea está experimentando una nueva ola de protestas políticas, las autoridades deben tomar todas las medidas necesarias para proteger el derecho de reunión pacífica y garantizar que ninguna otra persona pierda la vida debido a la violencia de todos lados. Incluyendo los excesos mortales de las fuerzas de seguridad, declaró Amnistía Internacional el miércoles 31 de octubre.
Desde principios de 2018, al menos 18 personas murieron en el contexto de las manifestaciones, tres de los cuales fueron asesinados por disparos que parecían provenir de las fuerzas de seguridad los días 16, 23 y 30 de octubre en la capital. Conakry.
A través de su Servicio de Verificación Digital (red de voluntarios capacitados en la verificación de redes sociales), Amnistía Internacional ha autenticado videos y fotos que muestran a los miembros de los «Boinas Rojas», una unidad de élite militar que ya participó en violaciones de derechos humanos, incluidos homicidios ilegítimos y violencia sexual, portando armas junto a la policía durante una manifestación el 15 de octubre.
«Durante este año, las manifestaciones en Guinea han estado marcadas por una violencia atroz en todas partes, incluido el uso excesivo de la fuerza por parte de las fuerzas de seguridad, y el despliegue de una unidad militar que se sabe ha cometido delitos contra los derechos humanos que agravarán aún más la situación «, afirmó François Patuel, investigador para África Occidental en Amnistía Internacional.
«Dado que la oposición guineana está planeando nuevas protestas en los próximos días, las autoridades deben tomar todas las medidas necesarias para evitar que la situación se vuelva incontrolable. Deben dejar claro a todas las fuerzas de seguridad que el uso injustificado y excesivo de la fuerza no será tolerado. »
Más de 150 personas murieron después de que miembros de las «boinas rojas» abrieran fuego durante una manifestación en el estadio Conakry el 28 de septiembre de 2009. Durante este evento, alrededor de cien mujeres fueron violadas, más de 1.500 personas resultaron heridas y muchas desaparecieron.
Amnistía Internacional pide a las autoridades que investiguen a todos los sospechosos de haber cometido violaciones de derechos humanos en el contexto de las manifestaciones, incluidas las que tienen funciones de mando, y que se aseguren de que no sean movilizados. Siempre que las investigaciones y los procedimientos penales iniciados, si los hubiera, estén en curso.
Desde las elecciones locales del 4 de febrero de 2018, los grupos de oposición han estado protestando contra los resultados que consideran fraudulentos y convocan regularmente manifestaciones y operaciones de «ciudad muerta», en las que se invita a los ciudadanos a quedarse en casa.
Muchos de estos eventos resultaron en enfrentamientos mortales entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad. La violencia ha sido denunciada por ambos lados; Según informes, algunos manifestantes arrojaron piedras e hirieron a miembros de las fuerzas de seguridad. A menudo respondieron con el uso excesivo e indiscriminado de la fuerza contra los manifestantes, utilizando gas lacrimógeno, porras y municiones reales.
Las autoridades deben garantizar que el uso de la fuerza por parte de los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley se evite durante las manifestaciones y se limite a circunstancias excepcionales. La violencia esporádica no debe usarse como un pretexto para que las autoridades dispersen un evento y eviten que los manifestantes pacíficos continúen con sus protestas. Las fuerzas de seguridad nunca deben usar armas de fuego para dispersar un evento, incluso cuando se vuelve violento.
Recientemente, la situación volvió a empeorar cuando los grupos de oposición acusaron a las autoridades de no cumplir con un acuerdo alcanzado en agosto sobre la instalación de representantes electos locales después de las disputadas elecciones.
El 30 de octubre, grupos de la oposición anunciaron la muerte de un hombre de 30 años baleado y herido en el distrito de Bambeto de Conakry.
El 23 de octubre, un manifestante fue asesinado a tiros en Cosa, un barrio de la capital. Según un portavoz de la policía, recibió una bala perdida en el pecho. El mismo día, el automóvil de Cellou Dalein Diallo, líder de la oposición, fue alcanzado por un proyectil. En videos autenticados por Amnistía. Que informa que las fuerzas de seguridad están lanzando grandes cantidades de recipientes de gas lacrimógeno a vehículos llenos de activistas de la oposición que están tratando de abandonar la escena de la protesta.
Amnistía Internacional pide una investigación exhaustiva, imparcial y efectiva sobre las denuncias de que Cellou Dalein Diallo fue atacado porque criticó abiertamente al gobierno.
El 16 de octubre, un hombre murió a causa de heridas de bala cuando las fuerzas de seguridad dispersaron una manifestación en Conakry. Amnistía Internacional recibió videos y fotos de una manifestación el 15 de octubre, donde la organización pudo verificar la presencia de al menos dos miembros de los «Boinas Rojas» entre las fuerzas de seguridad.
De acuerdo con las normas y los tratados de derechos humanos regionales e internacionales, como norma general, el personal militar solo puede ser desplegado para asuntos policiales en casos de absoluta necesidad y en circunstancias excepcionales.
Las autoridades guineanas se han comprometido en repetidas ocasiones a garantizar que los miembros de las fuerzas armadas ya no sean desplegados para mantener el orden durante las manifestaciones.
El 22 de octubre, el Jefe de Estado Mayor de las Fuerzas Armadas emitió un comunicado en el que recordaba que no se permite al ejército transportar armas fuera de sus campamentos y que se supone que las fuerzas armadas no deben participar en el mantenimiento del orden durante las manifestaciones.
«El gobierno debe cumplir con los compromisos que hizo para dejar de usar al ejército para operaciones policiales durante las protestas», declaró François Patuel de Amnistía Internacional.
Los riesgos de nuevas violaciones de derechos humanos son demasiado altos para que las autoridades continúen con sus prácticas habituales. »
Fuente: Afrik . com
[Fundación Sur]
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