El momento de África

21/02/2008 | Crónicas y reportajes

Mientras escribo estas líneas, el Presidente de los Estados Unidos, Georges W. Bush está finalizando su segunda visita a África. Era mucho lo que se esperaba que se dijese sobre la conclusión del tumultuoso tour del líder de la nación más poderosa del mundo por cinco países africanos.

Viendo cómo están las cosas y según funciona el sistema mundial, uno podría decir que África parece el jardín trasero del mundo en permanente globalización. Y el hecho de que el Presidente pudiera venir dos veces a África durante sus dos mandatos en la Casa Blanca, puede dar cierto crédito al afro-pesimismo.

No es así como el Presidente de los Estados Unidos ve África. Desde Benín hasta Tanzania y desde Ruanda hasta Liberia, fue muy generoso en su valoración de la situación africana.

África ya no es la que se presentaba en las caricaturas como el lugar donde habitan dictadores sin corazón y en la cual la democracia era simplemente un slogan sin contenido real. Puede que sea la abanderada ante el mundo de la pobreza, la enfermedad y a veces de una extraña incapacidad para establecer objetivos claros para un desarrollo endógeno. George W. Bush vino a África en un tiempo en que la democracia está avanzando en la mayoría de los países y las economías están creciendo. Esto es cómodo para la nueva política para África de los Estados Unidos, que pretende promover el comercio y no la ayuda.
En esta línea, los países africanos y los Estados Unidos están en una situación beneficiosa para todos. Pero las naciones africanas no han estado necesariamente muy receptivas a las iniciativas americanas para ayudar a liberalizar las economías africanas a salir de sus dificultades facilitando su acceso a los mercados americanos, especialmente a través de la iniciativa de las AGOA (Actas de Oportunidades de Crecimiento en África). Ni siquiera nuestro propio país, Camerún, ha trabajado lo suficiente para animar a sus propios empresarios a cumplir las condiciones que hubiesen dado a nuestra economía una saludable oportunidad.

Ya han pasado los tiempos en los que Estados Unidos repartía generosas dosis de ayuda, incluso a los más descarados opresores de su pueblo. Los que no puedan aprovecharse del comercio, pueden beneficiarse de la Cuenta de los Objetivos del Milenio, MCA, un generoso paquete de inversiones repartido entre los países que hayan democratizado su sistema político y abierto sus economías para cumplir las exigencias del mercado libre. Más de dos tercios de los 5.500 millones de dólares de la MCA de los Estados Unidos se están invirtiendo en África. Una prueba clara de que los Estados Unidos creen en el potencial de África.

Y además, hoy Estados Unidos, es muy consciente del rol que África tendrá que jugar en la política global del mañana. George W. Bush declaró antes de empezar su visita a África que: “El recurso más valioso de África no es su petróleo, no son sus diamantes, es el talento y la creatividad de su pueblo. Así que vamos a acompañar a los líderes africanos para dar el poder a su pueblo para que levanten sus naciones y escriban un nuevo capítulo en su historia.

En primer lugar, estamos trabajando para otorgar poder a los africanos para que superen la pobreza ayudándoles a que sus economías crezcan. Tras un largo periodo de estancamiento, muchas de las economías africanas están renaciendo. En conjunto, el África subsahariana tiene proyectado crecer cerca del 7 % este año. Las economías de Etiopía, Mozambique y Tanzania están entre las que más rápido están creciendo del mundo. Y por toda África, la pobreza está empezando a reducirse. No me malinterpreten, todavía es un lugar pobre, pero la pobreza está empezando a remitir”.

La visita del Presidente de los Estados Unidos se ha considerado también una oportunidad para hacer hincapié en la continuidad y sostenibilidad de la preocupación de Estados Unidos por África. No es de extrañar que el Presidente Bush anunciase la donación de cerca de 5 millones de mosquiteras como contribución a la lucha contra la malaria. Otras iniciativas de ayuda están en las áreas de la educación y la lucha contra el SIDA.

Como nota emocional, el gran avance de Barak Obama, el candidato afroamericano del partido Demócrata a las elecciones presidenciales de Estados Unidos, que tendrá lugar a finales de este año es también una fuente del creciente interés por las relaciones Estados Unidos – África. Con este trasfondo, esperamos que la presencia de África sea más prominente en las relaciones extranjeras de los Estados Unidos.

Nkendem Forbinake

Cameroon Tribune

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