Cuando a Kalinde la casaron a la edad de 15 años, se le dijo que debía respetar a su marido y que «nunca le negara el sexo.» Ella se encontró atrapada en un matrimonio que, por supuesto, no quería y sobre el que no tenía ningún control. Cada año, 15 millones niñas se enfrentan a un destino similar.
El 11 de octubre se celebró, a nivel mundial, el Día Internacional de la Niña, una oportunidad para reflexionar sobre los retos a los que las niñas se enfrentan a diario en todo el mundo. El lema de este año, «dar más capacidad de decisión a las jóvenes, poner fin a la violencia».
El matrimonio infantil representa una forma de violencia contra las niñas. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una de cada tres mujeres y/o niñas han sido víctimas de violencia alguna vez en su vida. El matrimonio infantil es una manifestación de violencia ya que pone a las mujeres y a las niñas en una situación de riesgo de violencia sexual, física y psicológica.
Ela Bhatt (1), miembro de “The Elders” (2), describe el tipo de violencia tácita del matrimonio infantil como algo absolutamente real que está sucediendo con el consentimiento de la sociedad.
2014 ha sido un año muy importante en la lucha para erradicar el matrimonio infantil. La propia Unión Africana lanzó una campaña, a nivel continental, para acabar con este tipo de violencia infantil en África. La Cumbre de este Día Mundial vio como un número sin precedentes de países se comprometía con esta cuestión y varios dirigentes reconocían el tema como un punto importante para la agenda de desarrollo post-2015.
Pero el cambio no se está produciendo lo suficientemente rápido. Los datos recientes de UNICEF muestran que 280 millones de niñas corren el riesgo de convertirse en niñas novias y que, si no se produce una reducción en el número de matrimonios infantiles, tendremos para el 2050 alrededor de 1,2 mil millones de niñas casadas.
En un reciente viaje a Zambia, el arzobispo Desmond Tutu fue testigo de cómo la sociedad civil, los gobiernos, los jefes “tradicionales” y las mujeres/niñas pueden trabajar juntos para acabar con el matrimonio infantil y construir un futuro mejor para todos.
La eliminación del matrimonio infantil es posible, pero para que esto se haga realidad, las niñas tienen que ser capaces de aprender y saber cuales son sus derechos y desarrollar la confianza necesaria, en ellas mismas, para reclamarlos. Los jefes “tradicionales” y los miembros de la comunidad tienen que apoyar a estas niñas y promover alternativas al matrimonio, los ministerios de los gobiernos tienen que asegurarse de que las niñas y sus familias tengan acceso a los servicios de educación y salud y que existan las leyes adecuadas para proteger a las niñas contra los abusos.
Si todos trabajamos juntos, el cambio es posible.
Lo que usted puede hacer para ayudar a poner fin a los matrimonios infantiles: hacer donaciones a proyectos que promuevan la mejoría de la vida de las niñas. “Niñas No Novias” se ha asociado con “Global Giving UK” y “Catapult”, dos plataformas de recaudación de fondos on-line para canalizar fondos para las organizaciones de base y para mejorar las vidas de mujeres y niñas en todo el mundo:
“Niñas no Novias EE.UU.” ha pedido al Departamento de Estado de Estados Unidos crear e implementar una estrategia para terminar con el matrimonio infantil.
“Niñas no Novias” – Girls Not Brides
[Fuente: girlsnotbrides.org-Fundación Sur]
Nota de la traductora:
(1)Abogada y filántropa. Premio Indira Gandhi por la Paz, el Desarme y el Desarrollo 2011. Miembro de “The Elders”.
(2)El 18 de julio de 2007 en Johannesburgo (Sudáfrica), Nelson Mandela, Graça Machel y Desmond Tutu convocaron a un grupo de líderes mundiales para que con su sabiduría, liderazgo independencia e integridad contribuyeran a hacer frente a algunos de los problemas más difíciles del mundo. Nelson Mandela anunció la formación de este nuevo grupo, “The Elders”, en un discurso que pronunció con motivo de su 89 cumpleaños
