El lugar de la charia en la Constitución a los Tunecinos

19/03/2012 | AfroIslam

El lugar de la charia en la Constitución divide a los tunecinos
19/03/2012 por Isabelle Mandreaud, Le Monde

El militantismo salafista para la introducción de la ley islámica pone en aprietos a En Nahda

Charia, ¿sí o no? La inscripción de la ley islámica en la futura Constitución nutre en Túnez un debate cada día más vivo. El viernes 16 de marzo, más de 5000 manifestantes, mayoritariamente salafistas – excluyendo la rama de los yihadistas que no reconoce la Asamblea constituyente – llevando banderas negras, se reunieron a la convocatoria de un “frente islámico” común de asociaciones, en la plaza del Bardo, en Túnez, para exigir la instauración de la charia como “única fuente de la legislación”.

Enarbolando pancartas donde se leía “Hay que gobernar con la ley de Dios”, “Túnez islámica, sin espacio para la laicidad”, o condenando “la cruzada de los francófonos” contra el islam, los hombres, protegidos por un sólido servicio de orden,así, como para andar por casa, invadieron el terraplén central con gritos de “¡Allah Akbar!” mientras que las mujeres, que muchas vestían el niqab, el velo integral, se situaban a los lados.

Tímidamente, dos mujeres se acercaron de la gente. “Somos todas musulmanes, pero hoy estamos divididas, esto me da miedo, no me gustan estas banderas, confía una de ellas. ¿Cómo vamos a poder vivir juntos? Mi hija quiere marcharse, dejar el país…” No llega a terminar la frase. Un “barbudo” que escuchaba la conversación la interpela violentamente, y ella se va, llena de miedo.

Se les acusa de “no decir la verdad”, a menudo se la toman con los medios de comunicación.

Pero, en conjunto, la manifestación se desarrolla sin incidentes antes de que dejen la plaza, poco antes de las cuatro, para una oración callejera enorme. Con un bonete blanco y yebba, vestido tradicional tunecino, Habib Elluz, diputado de En Nahda, el partido islamista en el poder, se levanta. “En Nahda está por la charia, explica, pero no nos hemos puesto todavía de acuerdo sobre la fórmula”. “No hay contradicción entre charia y derechos humanos, democracia, libertad y igualdad hombres y mujeres, continua diciendo. Estamos todos de acuerdo sobre esta manera de comprender la charia y el pueblo tunecino permanecerá unido sobre estos principios”.

Mayoría en la Asamblea y en el gobierno desde las elecciones de octubre 2011, En Nahda busca la manera de inscribir la ley islámica en la Constitución sin molestar a nadie.
“He propuesto que no figure la palabra charia, pero que las leyes sean conformes al islam”, explica Amer Larayedh, presidente de la comisión ejecutiva, en la sede del partido. Estoy de acuerdo para que se redacte una Constitución liberada de palabras que puedan provocar la polémica”, se justifica. No se conoce de la charia más que las manos cortadas cuando el código de los castigos corporales no representa más de 1 % o 2% de la ley”.

En el seno mismo de En Nahda, entre los partidarios de una vía tunecina que casaría islam y modernidad, y los conservadores, las discusiones van a tope. Sahbi Atig, diputado del partido y presidente de la comisión de la Asamblea que trabaja en el preámbulo de la Constitución, que estaba presente en la plaza del Bardo, el viernes, reconoce la existencia de estos debates. “No estamos todos de acuerdo, admite. Es un punto muy caliente”.

En la Asamblea, M. Atig ha avanzado la hipótesis de una “Constitución que tendría como cuadro referencial los valores y la ética islámica”. Una disposición en este sentido completaría el artículo primero que pone el islam como religión de Estado. “La separación entre la religión y de la política contradice el mensaje del islam”, añade M. Atig. Como contrapartida, los principios de la revolución – libertad, dignidad, igualdad entre las regiones – figurarían en el texto, así como la identidad arabo-musulmana y los “valores de la humanidad”.

Una delegación de manifestantes fue recibida en la Asamblea para reclamar, además de la charia y de la no-adhesión de Túnez a los acuerdos internacionales “no conformes”, es decir, que las funciones del jefe de estado y jefe de gobierno sean reservados únicamente a los musulmanes de sexo masculino casados con una musulmana. Los manifestantes han previsto volver a verse el viernes 23 delante de la Casbah, sede del gobierno. “Todavía será más fuerte”, promete el diputado Habib Elluz.

Los laicos han encontrado un descanso con las elecciones de los estudiantes que se han saldado con una amplia victoria de la Unión general de los estudiantes tunecinos (UGET), sindicato clasificado de izquierdas, por delante de su concurrencia islamista, incluso en la facultad de letras de la Manuba, blanco desde hace unos meses de un grupo salafista que reclama la indumentaria del niqab para las chicas en las salas de clase.

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