Los radicalismos existen en cualquier pueblo, raza, política y religión del mundo, especialmente en sociedades empobrecidas, aun a pesar de la abundancia de recursos.
Focos casi permanentes de radicalización y conflictos, son: el Medio Oriente, Libia, Afganistán, Pakistán, Nigeria, RD del Congo, Sudan, Somalia y la región de los Grandes Lagos, etc.
Como caldo de cultivo para toda radicalización, encontramos: empobrecimiento, abundancia de recursos, vacío de valores humanos, ambición de poder y control, etc.
Es verdad que existen muchas iniciativas para promover el diálogo y encuentro respetuoso, incluso entre enemigos tradicionales, como Israel y Palestina. El reciente encuentro en los jardines vaticanos, el día 8 de junio de 2014, fue particularmente significativo.
El Papa Francisco les dijo: “Señores Presidentes, el mundo es un legado que hemos recibido de nuestros antepasados, pero también un préstamo de nuestros hijos: hijos que están cansados y agotados por los conflictos y con ganas de llegar a los albores de la paz. Hijos que nos piden derribar los muros de la enemistad y tomar el camino del diálogo y de la paz, para que triunfen el amor y la amistad… Para decir la palabra “hermano”, todos debemos levantar la mirada al cielo y reconocernos hijos de un mismo Padre”.
Pero también constatamos demasiados síntomas de comportamientos radicalizados, que se encuentran especialmente en ambientes de pobreza, marginación, violencia, manipulación ideológica y falta de valores humanos.
Según “The Tablet”, semanal británico del 17.5.2014, una escuela católica de Blackburn fue cerrada y cedida a la confesión protestante, porque el 99% de los alumnos eran musulmanes. Aunque este caso sea excepcional, es sin embargo sintomático de actitudes exclusivas.
La profesora en ciencias políticas: Annie Laurent, especialista en Oriente Medio y diálogo interreligioso, afirma: “El islam prospera y se radicaliza sobre el vacío cultural y espiritual de Europa. Se trata de un islam atravesado por múltiples corrientes, y ante la incógnita sobre: cuál de ellas llegará a imponerse”.
El misionero: Padre Eto’o, que trabaja en el norte de Camerún, afirma: “A pesar de la delegación que ha sido enviada por el gobierno de Camerún a la región de d´Adamaoua con el fin de sensibilizar a la populación sobre el peligro de Boko Haram, esta secta islamista se ha instalado en Ngaoundere, capital de la región, ofreciendo un millón de francos CFA a las familias que envíen a sus hijos a la organización islamista. Unos 200 jóvenes de la región han entrado en sus filas recientemente”.
Pienso que finalmente, el sentido común, junto con un cierto equilibrio en el pensar y obrar, llega a reinar en la mayoría de las personas educadas y que gozan en sus familias el respeto y la bondad mutuas.
Por desgracia este ambiente humano y digno no es ofrecido a todos los menores y jóvenes africanos que sufren la exclusión, violencia y abusos, de tantos poderosos deshumanizados que solo parecen buscar el poder y beneficio económico, aun pisoteando a tantas personas vulnerables.
Algunos de estos “sinvergüenzas” seguirán abusando del poder y de los recursos comunes, mientras se lo permitamos. La responsabilidad es también nuestra.
Fuentes: ACRE Y ZENIT.
