El infame tráfico de seres humanos entre Mozambique y Sudáfrica

10/11/2015 | Crónicas y reportajes

Es sencillamente infame porque se trata de seres humanos. Y es todavía más vergonzoso porque se trata frecuentemente de las personas más débiles e indefensas, es decir de mujeres y niños. El tráfico al que nos referimos tiene lugar en la frontera entre Mozambique y Sudáfrica, más concretamente en el puesto fronterizo de Ressano-García.

Reproducimos a continuación el informe semestral, realizado y firmado por un misionero, que lleva años viviendo y trabajando en el lugar en cuestión.

La frontera entre Mozambique y Sudáfrica

El control de los 68 kilómetros de frontera entre Ressano-García (Mozambique) y Mbuzini (Suazilandia) ha sido confiado a las Fuerzas de Defensa Sudafricanas (ejército), que remplazan a las Fuerzas Sudafricanas de Policía. Las fuerzas del ejército tienen su campamento base en Macadamia, cerca de Naas (Kwa Makekeza), por donde pasan, a través de la “estación” de taxis a través de la “estación” de taxis, la mayor parte de las personas traficadas desde Mozambique. Sería fácil vigilar y controlar este lugar para bloquear a los traficantes y a sus taxis. Pero, ¿hay la voluntad necesaria para hacerlo de parte de las autoridades competentes?

Alrededor de ochocientos hombres, trescientas mujeres y 10 adolescentes cruzan ilegalmente la frontera cada mes. Según informaciones recibidas, que las he verificado ocularmente, mujeres pasan frecuentemente con bebés muy pequeñitos, a veces de apenas unos meses, y niños jóvenes, que no van solos. Se ha visto a niños escapándose, pero que han sido forzados a cruzar la frontera. Desde el 1 de septiembre 2015, las nuevas normas para atravesar la frontera sólo permiten hacerlo a niños, acompañados de sus dos progenitores y de un certificado original de nacimiento.

El tráfico o contrabando de personas se ha convertido en un negocio en la frontera. En el lado mozambiqueño están los gateros (“gatunos”), un grupo de jóvenes organizados a su manera, la “Policía Comunitaria” con un brazalete rojo en el brazo, la policía local y los Guardas de Frontera. En el lado de Sudáfrica, los “Matsinyane” (operadores de taxi de Naas), las Fuerzas de Defensa de Sudáfrica (SADF) y los “ninjas”, una especie de bandidos locales. Toda esta gente no busca más que dinero. Si no pagas te golpean, roban y podrías terminar en un puesto de policía en Ressano-García (Mozambique) o en Komatipoort (Sudáfrica). Si pagas tu “tributo”, pasas sin ningún problema, incluso sin los documentos necesarios para ello. Si el “viajero” se resiste a pagar su pequeño tributo, se le despoja violentamente de sus posesiones y siempre de su teléfono móvil.

El número de niños de entre 8 y 14 años, que desaparecen ha aumentado en el mes de septiembre. Uno de ellos consiguió deshacerse de su opresor, pero fue golpeado en su fuga con una botella rota de vidrio, y le tuvieron que dar ocho puntos. He organizado un seminario en todas las escuelas sobre el peligro de vivir en una pequeña ciudad fronteriza, y he dado también un curso sobre defensa personal a algunos voluntarios.

La repatriación forzosa de Sudáfrica a Mozambique continúa a sus anchas con un calendario errático, lo que hace difícil organizar una ayuda básica a estos repatriados. Una de las mayores repatriaciones tuvo lugar el 15 de mayo 2015, con unas 500 personas metidas en un tren. Después, parece que las autoridades prefieren utilizar autobuses. Dos o tres veces al mes, hasta 10 autobuses cruzan la frontera sin pararse, y se deshacen de su “cargamento humano” en los barracones de los Guardas de Fronteras, donde se les informa sobre lo que les va a suceder, si se les ocurre intentar volver de nuevo a cruzar la frontera de Sudáfrica. A continuación se les dice que se vayan. Cada vez que esto ocurre en la estación de ferrocarril o en los barracones de los Guardas de Fronteras, se descubre que algunos de los retenidos no tienen nada de mozambiqueños.


Tráfico de menores para la mutilación de órganos corporales

La venta de órganos humanos de Mozambique para Sudáfrica continúa, y con el aumento de niños que desaparecen, se está volviendo una tendencia muy preocupante. Hace algunos años, una Hermana brasileña (Doraci Edinger de 53 años, de la Congregación de las Siervas de María Inmaculada) fue asesinada en Nampula (Mozambique) por haber denunciado esta práctica. El 8 de septiembre de 2015, un niño albino fue vendido por sus padres también en Nampula. Los casos conocidos son naturalmente la punta del iceberg. Un amigo mío, que trabaja en la aduana, me dijo que interceptó, en la frontera, a un hombre que llevaba una botella llena de genitales humanos. Dada la precariedad de la situación económica y que dos terceras partes del país (Mozambique) están sufriendo una gran sequía, es muy probable que veamos un aumento en el tráfico de niños jóvenes para cualquier fin, pero sobre todo por razones económicas. Nos podemos preguntar igualmente sobre la demanda de “muti” (remedios) con componentes de partes de cuerpos humanos, sobre todo de albinos. El gobierno, ONGs e iglesias tendrían que comprometerse en una gran campaña para erradicar falsas creencias. Si lo están haciendo a propósito de cuernos de rinoceronte, podrían hacerlo con mayor razón para salvar vidas humanas.

Programación de actividades

Regularmente son realizadas reuniones de la “Comisión Mixta” en la frontera. La comisión está compuesta por guardas de frontera de ambos lados, policía, inmigración, ONGs y la Iglesia Católica. En la reunión se informa sobre el tráfico de seres humanos, violaciones, malos tratos a personas repatriadas y la manera de repatriarlos. En la última reunión, a finales de agosto, se nos informó sobre las nuevas normas, relacionadas con el paso de menores (por debajo de los 18 años de edad).

Como consecuencia de mis últimos informes, hemos conseguido establecer buenas relaciones con el CTIPC (Counter Traffiking In Persons Office = Departamento contra el Tráfico de Personas). Se ha fijado una reunión para el día 5 de octubre a las 10.30 en Khanya House para encontrarnos con una delegación del Vaticano. Se están organizando seminarios en el distrito de Nkomazi (Sudáfrica) y también en Mozambique.

Actividades realizadas

• Campaña de carteles para chicas jóvenes que quieren escapar del sistema y para advertirlas sobre los peligros de ser traficadas.

• Más de 2000 dísticos (África, únete – di no a la xenofobia – oración por la paz) han sido distribuidos por todas partes: puestos fronterizos, escuelas, administración, parroquias, gracias al trabajo de colaboradores.

• Dos “puntos de seguridad” continúan funcionando a los dos lados de la frontera

• Se han organizado encuentros de padres en varias escuelas para pedirles que tengan mayor cuidado con sus hijos, para que les digan que no acepten regalos o dulces de extraños, que no viajen de la escuela o a la escuela en solitario.

• La “comisión mixta” pide la aplicación de la ley en Sudáfrica para castigar severamente el tráfico de seres humanos, y para desenvolver un trabajo conjunto entre Mozambique y Sudáfrica, entre las organizaciones pertinentes, entre entidades gubernamentales y entidades religiosas.

• Un miembro de la “comisión mixta” repatría regularmente a su país de origen chicas, que han sido traficadas y niños, que han sido secuestrados.

• La “Escuela Esperanza” en Ressano García acoge a niños desfavorecidos, huérfanos y niños en dificultad, sin distinción de raza, religión o género. Niños cristianos y musulmanes aprenden a vivir juntos en paz y harmonía.

• Se ha identificado un lugar en el aeropuerto de Komatipoort (Sudáfrica), como lugar de descanso para camioneros. El administrador del departamento de distribución de tierras está a favor de ello. Consistiría en un restaurante de servicio individual (take-away) con servicios higiénicos, un lugar en el que los activistas podrían encontrar y concienciar a los chóferes de camiones. Estamos esperando para la financiación y para el personal a través del CTIP (Counter Traffiking In Persons Office = Departamento contra el Tráfico de Personas).

CONCLUSIÓN

Todas estas actividades no son más que una gota en el océano. Pero el que subscribe se siente fuertemente animado por el Papa Francisco, que coloca la suerte de los inmigrantes y de las víctimas del tráfico humano en el centro de nuestras responsabilidades pastorales, y muestra, a través de sus palabras, obras y comportamiento, su gran interés en este asunto. El aspecto más profundo en este tráfico de cuerpos humanos, más allá de su origen, género o modalidad del tráfico, es que dentro de estos cuerpos hay seres humanos con sus esperanzas, sueños, emociones, ambiciones, y también con un sentido de la justicia. Esa justicia que tantas veces está ausente en sus vivencias, es lo que más importa.

Fuente: Jean-Pierre Le Scour (Ressano-García)

Editado y traducido por Jesús Zubiría

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