El hambre amenaza, tras la deforestación de la siniestra provincia de Pool (Congo Brazzaville)

17/06/2010 | Crónicas y reportajes

Al ir por la nueva carretera de Bazzaville a Kinkaala, una localidad a la que se llega en menos de una hora, uno se queda impresionado por la deforestación de gran parte de la provincia de Pool. En todo el recorrido, la sabana de arbustos ha reemplazado a los bosques de antaño. Sólo subsisten algunos árboles a los largo de los arroyos.

Después de unos años, la población, agotada por décadas de guerras, ha acabado con los árboles, incluidos los árboles frutales, que aseguraban su sustento. La venta de carbón y de leña a la capital, Brazzaville, se ha convertido en la actividad principal de los habitantes de la región. Se ha cortado cualquier tipo de arbusto, como la palma, que ha reducido las cosechas como la producción de vino de palma, los malafoutiers (los escaladores que producen el vino de palma) se han extinguido.

Hay numerosos antiguos milicianos del ex grupo rebelde Ntumi, entre estos nuevos campesinos. A falta del beneficio de la inserción prometida, estos se dedican a lo que pueden. Como su líder, el cual tiene el monopolio de la fabricación de las planchas necesarias para la fabricación de ataúdes para los servicios de la municipalidad de Brazzaville, los ex ninjas y otros jóvenes que se han quedado en el pueblo, fabrican el carbón y cortan leña para vender como combustible en Brazzaville. La actividad es rentable: 5.000 francos CFA (8 euros) por saco de 15 kilos, dado que algunos agricultores producen una centena de sacos por mes, se aseguran una renta confortable, en todo caso, superior a la de cualquier alto funcionario del estado…

Sin embargo, la falta de reforestación y el empobrecimiento del suelo, están haciendo que el distrito de Kinkala se desertifique, y al final, el hambre es una amenaza. Mientras que hace 20 años esta provincia aseguraba un tercio de la producción agrícola nacional, hoy la mayoría de las localidades de Pool se ven obligadas a aprovisionarse en Brazzaville, para alimentar a su población. La población de Kinkala hace cada día la marcha para buscar provisiones de víveres y otros productos, venidos de los grandes centros urbanos.

“Incluso los productos no madereros como las setas, las orugas o los espárragos, han desaparecido de la provincia de Pool”, explica Prosper Mayembo, director de Medioambiente en la provincia de Pool, a nuestro compañero Arsene Séverin.

“Mi temor es ver convertida la provincia de Pool convertida en desierto, porque cortamos los árboles sin tregua. No habrá más agricultura y nos moriremos de hambre”, se alarma Mayombe mientras que un propietario local observa que “casi todo ha sido arrasado. Los mangos, los aguacates y los safou, todos han acabado en los hornos de carbón”, y otro añade que “cuando éramos niños, nuestro padres cazaban en estos grandes bosques. Pero hoy, ya no hay caza”.

Los informes son irrefutables: según nuestro compañero, que cita estadísticas del gobierno, “más de 6.000 hectáreas de bosque han sido devastadas en esta provincia entre 2007 y 2008. Y durante el primer trimestre de 2009, se han producido más de 62.200 sacos de carbón en el distrito de Kinkala, de los cuales, más del 78 % proviene de Pool. En este mismo periodo, se han llevado a la capital más de 213.450 haces de leña, producidos en Kinkala”.

¿El estado? Se contenta con recaudar aquí y allá algunos impuestos. Su actitud oscila entre la indiferencia y el deseo de no ofender más a los ex milicianos, cuya mayoría se dedica a esta actividad. Mientras tanto, los camiones y los trenes de CFCO [chemin de fer Congo- Océan: línea férrea que une Brazzaville con el puerto de Pointe Noire, en el Océano Atlántico], seguirán canalizando cargas de leña y carbón desde Pool hasta Brazzaville, participando en la “haitización” anunciada de esta provincia.

Nzumba M.& Rodriguez Mayala

(Mwinda, Congo Brazzaville, 16-06-10)

Traducido por Rosa Moro, de Fundación Sur.

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