El Gran Darién, por José E. Mosquera

29/01/2018 | Bitácora africana

El Darién, la región fronteriza que comparten Colombia y Panamá, desde el encuentro entre los dos mundos ha sido una de las zonas más estratégicas del continente. Fue centro de acontecimientos mundiales por ser el punto clave del expansionismo de colonialismo español en América, punto de partida del “descubrimiento” del Océano Pacífico para los europeos y centro neurálgico de las disputas políticas, militares y comerciales, entre España, Inglaterra, Francia, Holanda, Dinamarca y Escocia por el dominio de América.

En aquella época todas las potencias pusieron su mirada en este pedazo de tierra, el cual fue visto con la llave para el control de las principales rutas comerciales en América y preponderante para acceder a las riquezas de oro de regiones de Colombia como Antioquia y Chocó, y a los yacimientos de plata del imperio Inca en el Perú.
Además, de los intereses de las monarquías, también fueron notorios las ambiciones de la Iglesia Católica, de los hombres de negocios, de ciencias y de aventureros que pusieron sus miradas en el cruce de los caminos que ofrecía el Darién para el desarrollo del comercio mundial.

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De hecho, Francia, Inglaterra, Escocia y Holanda, buscaron obtener su control para construir un sistema de comunicación interoceánica y tener un dominio geoestratégico en el comercio del nuevo continente, y desde luego, una mayor preponderancia mundial. Tanto, Francia, como el reino de Escocia, buscaron controlar el Darién. Francia con una alianza político- militar con los indios Cunas para arrebatarle el control de la región a España. Entre tanto, Escocia a través del establecimiento de una gran colonia que le permitiera recortar la ruta al Oriente y, a la vez, acabar con el monopolio inglés del comercio desde las colonias estadounidenses y el Caribe hasta Europa.

Escocia no solo busco rivalizar con Inglaterra, sino con Francia y España por el control del Darién, fue por eso que España prohibió a sus súbditos hablar de la construcción del Canal por el Darién con la advertencia de recibir la pena de muerte por el peligro que representaba la obra frente a las rivalidades que enfrentaba con Inglaterra y Francia.
Por esas luchas la región se transformó en un teatro de pillaje, contrabando y en hervidero de piratas, corsarios y bucaneros, apoyados por las propias monarquías en contra de los dominios de España. Después del fin de la dominación española los líderes de la nueva república llamada Nueva Granada (Colombia), buscaron impulsar el desarrollo económico y comercial del nuevo país, a través de la construcción un Canal Interoceánico por el Darién.

Las aspiraciones de los nuevos gobernantes, en cierto modo, le abrieron de nuevo las puertas a los intereses económicos, políticos y estratégicos de Inglaterra, Francia y Estados Unidos. Estas tres potencias en el siglo XIX, buscaron a cualquier precio obtener del gobierno colombiano la concesión para la construcción del Canal.

Por más de un siglo se enfrentaron en una lucha geopolítica y geoestratégica por la construcción de una ruta interoceánica por México, Nicaragua y Colombia. Francia obtuvo la preponderancia, pero fracasó en su proyecto de construcción de un canal a nivel en Panamá. Finalmente, Estados Unidos, aprovechó la quiebra de la compañía francesa, promovió con inversionistas de Wall Street la separación de Panamá, con la cual afianzó su dominio geopolítico en la región y construyó el Canal por Panamá.
La separación de Panamá, significó para Colombia la pérdida de parte del Gran Darién, pero a pesar de la fragmentación, el Gran Darién continúa siendo un escenario geopolítico de trascendencia mundial y de un valor estratégico desde todo punto de vista para Colombia y Panamá.

Mientras en Panamá, se convirtió en una provincia, en Colombia a partir de 1905, sufrió una segunda fragmentación que desdibujó su unidad política dentro de Colombia. Todo como consecuencia de los intereses económicos y estratégicos de la clase dirigente del departamento de Antioquia, que separo del Chocó parte de su territorio y lo anexó a Antioquia.

Su división no ha significado una pérdida de preponderancia nacional e internacional, sigue siendo una región estratégica. La construcción de la carretera Panamericana desde Alaska hasta la Patagonia hizo que surgiera en la mitad del siglo XX, el mito del Tapón del Darién, una falsa leyenda sobre la selva virgen impenetrable que ha servido de excusa política para impedir la integración vial del norte y el centro con el sur del continente. Un sistema vial que lleva 138 años en construcción y solo faltan construir 100 kilómetros en la frontera colombo-panameña para unir a todo el sistema de carreteras del continente.
Con una política fronteriza de integración colombo-panameña bien estructurada pueden impulsar el desarrollo de las dos regiones limítrofes más pobres de ambos países: el Chocó y la provincia del Darién. En consecuencia, poner en marcha un eje ecoturístico binacional entre los Parques Naturales del Darién y de los Katios, para que el Gran Darién, se convierta en un centro de estudios internacionales de flora y fauna y en un verdadero polo de desarrollo económico y ambiental de los dos países.

@j15mosquera.

Autor

  • Periodista y Escritor, columnista de El Tiempo,América Economía, El Mundo, La Patria, El Nuevo Siglo, La Estrella de Panamá, La Nación y El Heraldo de Honduras. en Medellín (Colombia) . Es autor del libro Travesía por la historia de África.

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