El feminismo y la lucha panafricana: Desde Anna J. Cooper hasta Addie W.Hunton (Parte 3/4)

22/06/2017 | Opinión

El Congreso de Chicago sobre África en 1893

Mientras se mantenía la Exposición de Columbia, tuvo lugar otra reunión histórica conocida como el Congreso de Chicago sobre África. Algunos consideran esta reunión la primera conferencia o congreso panafricano de la historia. El evento tuvo lugar en varias zonas de la ciudad de Chicago, tanto en localidades asociadas con la Exhibición como en otras que no.

Durante este periodo, la extensión del colonialismo en África se estaba intensificando a un ritmo elevado. Solo 9 años antes tuvo lugar la Conferencia de Berlín en Alemania, que dividió el continente en esferas políticas influenciadas por la economía de Europa y EEUU.

El impacto del comercio atlántico de esclavos desde el siglo XV hasta la segunda mitad del siglo XIX asentó las bases del colonialismo en África, América Central, Sudamérica y el Caribe. Sin embargo, había un compromiso desde hace tiempo por parte de los afroamericanos de o bien regresar al continente o jugar un papel en su reconstrucción tras la esclavitud o el colonialismo.

Esto se reflejó en la asistencia masiva en el Congreso de Chicago sobre África. Según explica Reed:

«Del 14 al 21 de agosto de 1893, se reunió probablemente el mayor número de afroamericanos en una feria mundial, un evento formado como parte del Congreso sobre África, o como se llamaba, el Congreso sobre Etnicidad Africana o el Congreso Sobre el Negro. En el transcurso de sus ocho días de duración se incluía una sesión por toda la ciudad el domingo que se adentraba en los santuarios e iglesias, de manera que miles de asistentes escuchaban información sobre la situación de la población africana global. Identificada completamente por lo que era, el Congreso sobre África reunía a los intelectuales, ideológicos, religiosos, filosóficos y científicos para formular un plan que proporcionara, en efecto, una política afroamericana dualista sobre el estatus de los africanos del continente y de la diáspora».

Se esperaba que acudieran figuras políticas conocidas como Edward Wilmot Blyden, un africano repatriado nacido en el Caribe que vivía en Liberia, junto con Booker T. Washington, del Tuskgee Institute de Alabama, y presentaran discursos, pero ninguno acudió a la reunión. Sin embargo, se llevaron a cabo ponencias como El africano en América; Liberia como factor en el progreso de la raza negra y una presentación muy provocadora titulada Lo que los negros americanos le deben a sus parecidos más allá del mar.

El obispo Henry McNeal Turner de la Iglesia Africana Metodista Episcopal se juntó con el obispo Alexander Walters del Sión Africano Metodista Episcopal y Alexander Crummell de la Iglesia Episcopal. Durante el Congreso de Chicago, Turner presentó las nociones de los orígenes africanos de la humanidad y la civilización.

También apoyó fuertemente la repatriación de africanos al continente con el fin de desarrollar la autodeterminación y la construcción nacional. Meses antes del Congreso, Turner afirmó que Francia estaba intensificando sus ambiciones territoriales en África, particularmente en Libia, siendo un factor clave en la colonización del continente.

El Congreso proporcionó el impulso para otra Conferencia Panafricana dos años después en 1895, en Atlanta, Georgia. Esta reunión fue patrocinada por el Steward Missionary Foundation for Africa of the Gammon Theological Seminary. John Henry Smyth, el ministro residente y cónsul general de Liberia, acudió a esta conferencia.

En su discurso, Smyth recalcó que el contacto de Europa con África no solo había causado la perdida de las vidas y libertades de 20 millones de negros solo pata el mercado estadounidense mediante horrores inimaginables, sino también la desintegración política, la anarquía social y la degradación física y moral.

Dos años después de la conferencia en Atlanta fue formada la Asociación Africana en Gran Bretaña el 24 de septiembre de 1897, dirigida por el abogado Henry Sylvester Williams, nacido en Trinidad. Minkah Makalani, de la Rutgers University escribió lo siguiente sobre la Asociación Africana:

«El abogado de Trinidad, Henry Sylvester Williams, comenzó a idear un movimiento político organizado en torno a una serie de conferencias que atraerían a representantes de la raza africana de todas las partes del mundo. En septiembre de 1987, Williams estableció la Asociación Africana para promover una sensación de unidad, proporcionar una interacción amistosa entre africanos, y promover y proteger los intereses de los sujetos de ascendencia africana en las colonias africanas y otros lugares, especialmente en África. Establecida en Londres, la Asociación Africana publicó estudios, reportajes y llamamientos al gobierno imperial y local. El liderazgo de la Asociación Africana se manifestó a través de la diáspora africana: el reverendo H. Mason Joseph de Antigua ejerció como `presidente; T.J. Thompson de Sierra Leona como vicepresidente, mientras que A.v. Kinloch, una mujer sudafricana, ejerció de tesorera. Como secretario honorario, Williams dirigió a la Asociación Africana hacia la política. En octubre de ese mismo año, envió una petición a Joseph Chamberlain, secretario de estado de las colonias, para incluir una clausula en la constitución de Rodesia que protegiera los intereses de los nativos africanos, respetara sus costumbres, instaurara escuelas industriales y enseñara un cristianismo simple y verdadero. Las noticias de que la Asociación Africana influía al gobierno británico y a miembros del parlamento favor de los africanos se divulgaron a lo largo del continente y sirvieron de base para una respuesta entusiasta hacia la organización por parte de los africanos».


Alice Kinloch y Addie B. Hutton: Congresos panafricanos desde 1900 hasta el 1927

A menudo se reconoce a Henry Sylvester Williams de Trinidad y a Tromas John Thompson de Sierra Leona, estudiantes de Escuela de Abogados, como los principales organizadores de la Conferencia Panafricana celebrada en Londres en julio de 1900. El Dr. W.E.B: DuBois, un graduado en historia de Harvard con un doctorado sobre la erradicación del comercio esclavista africano, acudió a esta conferencia, que también se considera el primer congreso panafricanista.

Sin embargo, la formación de la Asociación Africana que organizó la Conferencia Panafricana de julio de 1900 fue fomentada por el trabajo de la sudafricana Alice V. Kinloch, nacida en Natal. Es posible que Kinloch viajara a Gran Bretaña en 1895 con su marido mestizo Edmund, la descendencia de un hombre escocés y su esposa zulú. Edmund Kinloch había trabajado en la industria minera en Sudáfrica.

En 1897, Kinloch conoció a H.R. Fox Bourne, el secretario de la Sociedad de Protección de los Derechos de los Aborígenes y fue invitada a dar un discurso sobre las condiciones de los trabajadores africanos en la industria minera de Sudáfrica. Dio una serie de discursos a principios de mayo de 1897 en el Central Hall de Newcastle, el Friends Meeting House en York y en Manchester, a los que acudió un gran número de personas. (David Killingray, South African Historical Journal, Vol. 64,Issue 3, Aug. 2012)

El tema de estas charlas fue el mal trato hacia los nativos en toda Sudáfrica, pero principalmente en el sistema compuesto en los distritos mineros. La señora Kinloch pronunció un discurso en Newcastle el 3 de mayo, en York el 4 de mayo y en Manchester el día siguiente.

En el encuentro de Newcastle, se tomó la decisión de solicitar al gobierno de Su Majestad tomar medidas para acabar con los crueles y violentos métodos por las cuales los nativos de Sudáfrica y otros lugares perdían sus tierras y su libertad. Más tarde ese año, Jane Cobden Onwin invitó a Kinloch a hablar en el Writer´s Club en Londres. El discurso que dio allí, titulado ¿Valen los diamantes sudafricanos lo que cuestan?, se publicó más tarde como un panfleto por la Labour Press en Manchester, con la autoría de A.V. Alexander, su nombre de soltera.

En una correspondencia con Harriette Colenso, escrita en junio de 1899, Williams expresa que la Asociación es el resultado del trabajo de la señora Kinloch en Inglaterra y el sentimiento de que como individuos británicos tienen en el derecho a ser escuchados. Tras la convocatoria de la Conferencia Panafricana en 1900 un año más tarde, Williams volvió a Trinidad, donde fue presentado en un evento público en Puerto España por Emmanuel Lazare, que reconoció el papel fundamental de Kinloch en la fundación de la Asociación Africana.

En un artículo publicado en el Quaker weekly, Alice Kinloch reconoció que junto con algunos hombres de su misma raza y país había formado una sociedad para el beneficio de su gente en África, que había llegado el momento de que tomaran la responsabilidad de ayudar a los aborígenes, y que estaba intentando concienciar a la gente de las injustas leyes hechas para los negros en Sudáfrica.

Alice y Edmund Kinloch regresaron a Sudáfrica en febrero de 1898 por lo que no estuvieron presentes en la Conferencia Panafricana de 1900. Como resultado de la reunión en Londres, la Asociación Africana se consolidó aún más, y pasó a ser la Asociación Panafricana. La organización publicó brevemente un diario llamado The Pan-African.

Dos mujeres que si dieron ponencias en la Conferencia Panafricana de 1900 fueron Anna Julia Cooper, cuya tema fue El problema negro en América, y Anna H.Jones de Missouri, la líder estatal de la Asociación Nacional de Clubs de Mujeres de Color, cuyo discurso se tituló La preservación de la igualdad racial.

Williams regresó a Gran Bretaña para completar su formación como abogado. Ejerció en la Cape Colony de Sudáfrica entre 1903 y 1905, llegando a ser la primera persona de ascendencia africana en el sistema colonial en ser aceptado en la profesión. Al mostrar su oposición al sistema colonial racista, finalmente se le prohibió ejercer en Sudáfrica y regresó a Gran Bretaña, donde se involucró en política electoral.

Williams murió en 1911 en Trinidad a la edad de 42. Su muerte supuso un duro golpe para el desarrollo del movimiento panafricano. A pesar de todo, a causa del avance de la industrialización y la migración masiva que suscitó, los africanos fueron dispersados a muchas otras partes del mundo.

El comienzo de la primera Guerra Mundial despertó una renovada sensación de conciencia nacional e internacionalismo. En 1919, tras el fin de la guerra y las negociaciones del Tratado de Versalles, DuBois y otros resucitaron la lucha panafricana al convocar el Congreso Panafricano de París.

Abayomi Azikiwe

Fuente: Pambazuka News

[Traducción, Eduardo Ruiz Ferrero]

[Fundación Sur]


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Autor

  • Abayomi Azikiwe

    Coordinador en Detroit del Workers World Party y editor del Pan-African News Wire, un servicio de prensa electrónica internacional diseñado para fomentar el debate sobre los asuntos que conciernen a los pueblos africanos en todo el continente y de forma global. La agencia de prensa fue fundada en enero de 1998. Entre 2007 y 2008 fue presidente de la directiva de la Coalición de Michigan por los Derechos Humanos.

    Azikiwe ha publicado numerosos artículos, panfletos y libros sobre asuntos africanos, además de trabajar como consultor para varias redes de noticias de televisión por satélite en todo el mundo. Ha viajado extensamente por África realizando investigaciones de campo sobre economía política e historia.

    @panafnewswire

    https://www.facebook.com/panafricannewswire

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