El difícil embarazo durante la edad escolar de las jóvenes africanas

17/04/2015 | Crónicas y reportajes

Las estudiantes que se quedan embarazadas y dan a luz mientras que asisten a la escuela, encuentras muchas dificultades de volver a las clases tras dar a la luz debido a la estigmatización que sufren por parte de sus compañeros y profesores. A pesar del programa que se implementó en 2010 para ayudar a las madres jóvenes a volver a las clases, los alumnos aún tienen miedo de hacerlo.

Este es el caso de Vilho, que quedó embarazada mientras estaba en la escuela y confiesa que tratar con el estigma social es la parte más difícil de su embarazo. Vilho ahora tiene 20 años, y quedó embarazada cuando asistía al grado 12 de su colegio.

“Cuando me di cuenta de que estaba embarazada (…) tenía miedo de lo que la gente pensara de mí”, dijo, añadiendo que asistir a las clases era su prioridad incluso aunque no fuera aceptada por la comunidad como resultado de su condición. Sus padres le aconsejaron que continuara yendo al colegio hasta que naciera el bebé, pero ella les explicó que no era fácil continuar asistiendo estando embarazada. “Mis padres lo entendían un poco. Sobre todo mi madre, probablemente porque comprende todo el asunto, pero yo no estaba lista para enfrentarme a mi miedo e ir a la escuela mientras estaba embarazada”. Agregó que le asustaba lo que podrían decirle aquellos que sabían que era una chica buena y bien disciplinada.

“Algunos profesores se burlan de ti en medio de los demás en la clase”, explicó. El padre del bebé, quien ya estaba casado, no tenía ninguna consideración por su educación. Como resultado de su embarazo, Vilho no asistió a la escuela durante dos años, incluyendo su periodo de embarazo de 9 meses. “No estoy feliz de haber gastado dos años sin ir a la escuela, pero no tenía otra opción que esperar hasta dar a luz. Estoy muy agradecida por que mi madre insistiera en que no me rindiera, y en no hacer lo que hacen la mayoría de las chicas estúpidas al abortar”, explicó Vilho.

La chica se lamenta del tiempo perdido pero ha decidido retomar su educación. Agregó que ahora resulta difícil ponerse al día con el trabajo de las clases, ya que han pasado dos años desde que se marchó. “Ahora mis maestros apoyan mi educación”, indicó en referencia a las tres asignaturas (inglés, geografía e historia) que cursa, y sobre las que esperar obtener buenas calificaciones para especializarse en turismo de parques nacionales.

“Me he dado cuenta de que la educación es el único camino hacia el éxito”, afirmó, y añadió “no quiero que nadie pase por lo que yo pasé. Las niñas en la escuela deben tener más cuidado con los hombres que van tras ellas, porque al final del día, no es sólo su educación la que se ve afectada, sino que es la propia chica. En la mayoría de los casos, estos hombres no toman responsabilidad alguna de sus actos”.

Vilho, que ahora asiste al colegio mientras su madre cuida del bebé, llegó a la conclusión de que, a pesar de que exista una política que permite a las estudiantes embarazadas regresar a la escuela, no es fácil llevarlo a cabo. Expresó la necesidad de que la comunidad sea educada sobre cómo reaccionar ante asuntos como el embarazo en las jóvenes de edad escolar, y el impacto que éste puede tener en su educación.

John Musheko

The Villager – Fundación Sur

Traducción de Iris Pugnaire Sáez

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