DESMITIFICANDO LA AYUDA A ÁFRICA

23/06/2014 | Editorial

El Vicepresidente de Uganda: Sr. Edward Ssekandi, ha urgido a las Instituciones religiosas del país a promover actividades que generen ingresos y a dejar de depender de la ayuda externa. (New Vision: 23 de junio 2014).

Este discurso se pronunció durante el evento organizado por la “Banda Seventh Day Adventist community” en el campus de “Kyambogo University”, cerca de la capital Kampala, para generar 500 millones de chelines (170.000 e.) y poder ampliar los terrenos a su disposición.

El Sr. E. Ssekandi dijo:” El gobierno de Uganda dependía antes del “World Bank”, de Países Árabes etc. pero ahora somos autosuficientes”.

Esta fué una afirmación gratuita para la gradería, pues Uganda depende de la ayuda exterior, en un 51%, para cubrir su presupuesto anual.

La realidad es que Uganda, como todos los países del África Subsahariana, disponen de un potencial increíble: humano, natural y mineral, capaz no solamente de alimentar a toda la población, sino de generar un desarrollo integral para todos los ciudadanos y de poder colaborar al crecimiento de otros muchos países africanos.

Si, al mismo tiempo constatamos que un 75% de la población ugandesa vive empobrecida, que un 82% de los jóvenes no encuentran trabajo, y que la buena educación solo está disponible para las clases altas, esto no es por falta de recursos o de potencial en el país.

La razón más fundamental de este empobrecimiento de la población, en países muy ricos en recursos, como la causa más básica de la vergonzosa dependencia de la ayuda exterior, tiene un mismo nombre y se llama: gestión irresponsable o gobernanza corrupta.

Es evidente que esta gestión egoísta se da, tanto a nivel interno de cada país, como a nivel internacional. También es cierto que el actual sistema capitalista neoliberal solo funciona para beneficio del propio capital, esclavizando así a la mayoría de la familia humana.

A medida que la sociedad de numerosos países se vaya sensibilizando, organizando y liberando de esta nueva esclavitud global del capitalismo imperante, y creando nuevas estructuras sociales y económicas más humanas y solidarias, entonces comenzaremos a liberarnos de la mayor opresión que jamás hemos conocido.

Todas las auténticas liberaciones de diferentes esclavitudes siempre han nacido desde las mismas personas esclavizadas.

Nunca nos debemos conformar con ayudar a las personas empobrecidas “que bajan por el rio”, sin preguntarnos al mismo tiempo: ¿“por qué bajan tantas personas abandonadas por el rio”?.

El superar las causas profundas de tantas personas excluidas de una vida digna, sigue estando en nuestras manos.

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