Las mujeres que huyeron de la violencia de la región de Sudán, Darfur, están siendo violadas regularmente en los campos de refugiados del vecino Chad, a pesar de la presencia de las fuerzas entrenadas de la ONU, según ha denunciado Amnistía Internacional.
El grupo de derechos publicó un informe en el que decía que la policía de Chad, respaldada por las Naciones Unidas, estaba haciendo muy poco para proteger a las mujeres y las niñas de los ataques sexuales, y otros tipos de violencia por parte de los habitantes de la zona, los soldados, la familia y en algunos casos incluso los trabajadores de las agencias de Ayuda Humanitaria.
Un portavoz de la misión de la ONU en Chad, MINURCA, reconoció que ha habido algunos informes de mujeres que han sido atacadas, la mayoría de las veces fuera del campo, pero defendió a la policía y dijo que la situación de seguridad está mejorando en la zona.
“Estas mujeres huyeron de Darfur, esperando que la comunidad internacional y las autoridades de Chad les ofrecerían alguna medida de seguridad y protección”, asegura la vice directora del programa de África en Amnistía, Tawanda Hondora. “Está demostrado que esa protección sigue siendo eludida y siguen siendo atacadas”.
Mejores estadísticas
Amnistía dice que más de 142.000 mujeres y niñas han huido de Darfur, que lleva seis años de conflicto, para refugiarse en los 12 campos de refugiados que hay en la zona de la frontera, dentro del territorio de Chad.
Los investigadores del grupo criticaron al Destacamento Integrado de Seguridad de la policía de Chad, DIS, una fuerza entrenada por las Naciones Unidas para proteger a los refugiados dentro y en los alrededores de los campos.
“El DIS ocupa mucho tiempo en protegerse a sí mismo. Incluso los soldados de la ONU los tienen que proteger. Nadie parece tener mucho tiempo para protegernos”, asegura una mujer citada en el informe.
El portavoz de MINURCAT Michel Bonnardeaux, dijo que el DIS de la policía había recibido un entrenamiento especial, para tratar casos de violación. “Para los medios que tienen, hacen un buen trabajo”, explicó.
“Creo que el informe es un poco precipitado y que se basa en una muestra bastante pequeña y en una visita muy corta. Yo invitaría a los investigadores a volver y tomar algunas estadísticas mejores, para hacerse una idea mejor… la situación, de verdad, es mejor que hace un año”.
La publicación de Amnistía, titulada “Aquí no hay sitio para nosotras: violencia contra las mujeres refugiadas en el este de Chad”, asegura que ha recabado evidencias de niñas que deben enfrentarse a acosos en las escuelas del campo.
Violaciones generalizadas de mujeres
El infirme dice que no ha podido recopilar estadísticas detalladas sobre los ataques, durante la visita de los investigadores a Chad, a finales de abril y mayo de este año, ya que muchas mujeres deciden no denunciar los ataques, para evitar la vergüenza pública.
“Las mujeres están en riesgo dentro de los campos, no sólo cuando salen afuera para coger leña”, asegura el informe.
“Corren el riesgo de ser violadas y otro tipo de ataques violentos incluso de manos de miembros de sus familias, otros refugiados, y personal de las organizaciones humanitarias, cuyo trabajo es proporcionarles ayuda y apoyo”, aseguró Hondora.
Amnistía ha pedido a las autoridades de Chad que empiecen a hacer cumplir las leyes existentes contra la violación y que elabore un programa con los grupos internacionales para concienciar sobre los ataques a las mujeres.
Varios grupos de Derechos han informado sobre las violaciones generalizadas de mujeres durante el conflicto en la remota región de Sudán, Darfur.
Los enfrentamientos en Darfur surgieron en 2003, cuando la mayoría de los rebeldes no árabes se levantaron en armas contra el gobierno de Jartum, acusándolo de tener abandonada la región. Sudán niega que estos ataques sexuales regulares tengan lugar en Darfur, que hace frontera con Chad.
(News24, Suráfrica, 30-09-09)
