Darfur otra vez, crisis en las fronteras

7/05/2007 | Opinión

La tan temida regionalización de la crisis de Darfur se ha extendido a las tres fronteras: Sudán, Chad y República Centroafricana. Estos dos últimos países se enfrentan a movimientos rebeldes, que campan a sus anchas a ambos lados de sus fronteras con Sudán. Los episodios violentos se suceden con frecuencia. Como el del pasado 9 de abril, en que resultaron muertas unas 30 personas. Enseguida Sudán ha acusado a Chad de violar los acuerdos sobre la frontera común, que firmaron en Trípoli en 2006. Según el gobierno sudanés, los chadianos cruzaron la frontera, violando su territorio. El gobierno de Chad se justifica:
“Estábamos persiguiendo una banda armada sudanesa, que había penetrado en nuestro país.”

Por otra parte, hombres armados mataron a un miembro de las tropas de la UA para el mantenimiento de la paz e hirieron a otros dos soldados senegaleses, durante un ataque perpetrado el día 10 de abril. Son ya 16 los militares de la UA fallecidos, desde su despliegue en 2004.

LA REACCIÓN DE SENEGAL

El Ministro de Asuntos Exteriores, Cheij Tidiane Gadio, ha amenazado con retirar las tropas senegalesas de la misión de la UA en Sudán (AMIS) en las próximas semanas, si el gobierno sudanés continúa rompiendo sus compromisos y poniendo obstáculos para que una misión de la ONU tome el relevo de las fuerzas de la Unión Africana.

Tras la llegada de los cuerpos de los soldados caídos a la capital, Dakar, Gadio dijo que “la Unión Africana no podía continuar sirviendo de escudo, mientras el genocidio continúa por detrás, en silencio.” Después acrecentó: “Senegal no retirará sus tropas inmediatamente, pero lo hará con la conciencia tranquila, ya que lo acaecido a nuestros soldados en Darfur es inaceptable.” Esta advertencia fue transmitida por el ministro al Consejo de Seguridad, a la UE y Ghana, que preside la UA.

Gadio reconoce que la misión de paz de la UA ha fracasado, pues ni la comunidad internacional, ni los países africanos han dotado de los medios adecuados, en armas y material logístico, a los militares presentes en Darfur. Exige por tanto que la UA y la ONU acuerden el despliegue de una fuerza híbrida de la Unión Africana y de la ONU.

En la actualidad, la AMIS está integrada por 7000 soldados, principalmente senegaleses (583 militares), a los que se suman surafricanos, nigerianos y ruandeses y otros pequeños contingentes.

LOS ENFRENTAMIENTOS CONTINÚAN

Desde comienzos de noviembre 2006, una oleada de choques intercomunitarios se van produciendo entre las poblaciones árabes y kibet en el este de Chad, que han producido casi medio millar de víctimas y numerosos desplazados. Esta situación ha obligado a las autoridades chadianas a decretar el estado de emergencia en la mayor parte del territorio nacional. Al igual que en Darfur, los atacantes son milicias árabes a caballo y bien armadas, que atacan los poblados kibet, negros musulmanes no árabes. Lo que nos confirma el carácter de genocidio racista de estos conflictos.

Lo mismo acontece en la República Centroafricana, donde el presidente, François Bozizé acusa a Sudán de amparar a los grupos rebeldes. Esta región semidesértica de “las tres fronteras” es muy permeable: Los grupos armados rebeldes circulan sin problemas y el tráfico de armas se realiza a la vista de todos.

Toda una cohorte de grupos armados ha encontrado un campo fértil para desarrollar sus actividades de bandidaje y saqueo de las escasas poblaciones, que aún sobreviven por allí. Por eso los responsables de Chad y de la República Centroafricana insisten, en que esta región sea puesta bajo el mandato de la ONU, pero Jartún se opone. Por otro lado, la falta de presupuesto y cuerpos expedicionarios aptos, retardan el envío de esta fuerza internacional de la ONU.

DAFUR DECLARADO ZONA PROHIBIDA

Por causa de la inseguridad creciente, el gobierno central de Jartún ha declarado esa provincia occidental de Sudán, “zona prohibida”. Muchas ONG’s se han visto obligadas a partir y las que permanecen: el Comité Internacional de la Cruz Roja, Oxfam y Acción contra el Hambre consiguen llevarles un mínimo de alimentación y agua potable. Lo mismo ocurre a Médicos Sin Fronteras con los cuidados sanitarios. Todos carecen de todo y lo poco que llega, después de robos continuos durante el camino, que es muy largo desde la costa, resulta a un precio exorbitante. Un puñado de arroz, que mal remedia el hambre de un niño, cuesta lo mismo que una cena en un restaurante de lujo en Madrid.

LA ACTITUD DE LOS EE.UU.

De todos lados llegan protestas contra este genocidio a la Casa Blanca. El senador Barrack OBAMA, candidato a la presidencia en las próximas elecciones por el Partido Demócrata, ha declarado: “En general, en cuestiones de política exterior, la izquierda y la derecha se dividen, pero en la cuestión de Darfur existe un amplio consenso.” En una conversación con el candidato a la presidencia de la república francesa, Nicolás Sarkozy, en visita a Washington, añadió: “Nos duele la indiferencia de la UE, que normalmente presta atención a las causas africanas. La UE se ha mostrado muy lenta para convencerse de la urgente gravedad de esta situación.”

LA JERARQUÍA CATÓLICA DENUNCIA

El cardenal Gabriel ZUBEIR Wako, arzobispo de Jatún, ha denunciado que la comunidad internacional está entregando millones de dólares a un Gobierno corrupto que no utiliza las ayudas para atender de verdad las necesidades de la población desamparada.

¿QUÉ TIENE QUE VER EN ESTO EL PETRÓLEO?

Posiblemente mucho. El presidente Bush ve los esfuerzos de China por acaparar el oro negro. Cierra los ojos ante las lágrimas de las víctimas y tapa los oídos ante el clamor de su pueblo, que grita: ¡BASTA!

Antonio Molina Molina

Secretario General de la Fundación Sur

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