Cumbre de la UA y Libia. Una hermosa cacofonía a la vista

28/06/2011 | Opinión

Malabo, capital de Guinea Ecuatorial, acogerá del 30 de junio al 1 de julio, la 17ª Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Africana. Sin duda las discusiones sobre cómo “acelerar el empoderamiento de los jóvenes para un desarrollo sostenible”, el tema oficial, cederán paso rápidamente al rompecabezas de Libia. Una Libia que ha puesto patas arriba la organización panafricana. En todo caso, Muamar Gadafi puede estar contento por haber desgarrado aquello que tanto se esforzó por coser, es decir, la unión de los africanos.

En efecto, sobre él, sus “hermanos africanos” han adoptado posturas muy divergentes. Hay quien, como el senegalés Abdoulaye Wade, le ha dado la espalda claramente. Algunos, a imagen del surafricano Jacob Zuma y sus compañeros mediadores en la crisis libia, le proporcionan un apoyo exprés, mientras que otros juegan al murciélago, no saben si hay que fustigar o acariciar al camello del “guía” beduino. Sin olvidar los que, como las carpas de agua dulce, no sueltan una palabra sobre la buena o mala postura del “Guía”. Con estas cacerolas, todas por el estilo, el concierto de jefes de Estado que tendrá lugar en Malabo promete ser un guirigay ensordecedor, donde nadie escuchará a nadie. Una bella cacofonía cuya consecuencia será todavía el espectáculo de una UA dispersa e inconstante ante un Occidente que decide y bombardea a su antojo. Pero no se descartan agradables sorpresas. Esta cumbre podría ser el árbol de la palabra bajo el cual los hermanos africanos se entiendan por fin, sobre la postura única y definitiva a adoptar frente a Muamar Gadafi.

Ahora queda por saber si la postura, si es unánime, que adoptarán los jefes de estado africanos, será muy diferente a la de los occidentales. Sería sorprendente que la UA declarase, al final de sus trabajos, que Muamar Gadafi debe permanecer en el poder.

Es verdad que el “Guía” acaba de esquivar las bombas de la OTAN y compañía, es el que ha hecho que los occidentales se den cuenta de que la balada sobre las dunas libias, no tiene nada que ver con el paseo victorioso que habían prometido al principio. Sin embargo, es cierto que Gadafi ya no está a la altura del Consejo Nacional de Transición. Incluso los que sostienen obstinadamente lo contrario, como Jacob Zuma que cree que “la finalidad de la resolución no es otra que la de lograr el asesinato político de Gadafi”, deben rendirse ante la evidencia. Es difícil para un conejo salir cuando tiene detrás de él a toda la jauría de perros del pueblo. Para Gadafi, seguramente las zanahorias están ya cocidas, especialmente desde ayer, hay una nueva situación: el mandato de arresto internacional lanzado contra él y su hijo Seif al-Islam por el Tribunal Penal Internacional, por crímenes contra la humanidad. La UA ¿adoptará la misma actitud con el Tribunal Penal Internacional que la que tomó en la época del mandato de arresto lanzado contra Omar al Bashir? ¿O aceptará de mal humor la decisión de la institución internacional dirigida por Luis Moreno Ocampo? Esperemos a ver.

Abdou ZOURE

Publicado en Le Pays, Burkina Faso, el día 27 de junio de 2011.

Traducido por Rosa Moro.

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