Cultura “Selfi” en África y en Europa.

19/12/2016 | Editorial

20161219efs.mp3



La imagen de grupos haciéndose “selfis” es tan frecuente como universal, particularmente entre jóvenes, pero también entre adultos, políticos y agentes sociales de todo rango.

Esta metáfora del “selfi” podría designar bien la vida actual de los jóvenes en África y en otros continentes. Lo que interesa. somos nosotros, aquí y ahora. Los otros cuentan poco. La historia y el tiempo han perdido relevancia.

Los jóvenes no lo tienen fácil hoy día, debido ante todo a la falta de oportunidades y a la precariedad laboral. En 2012, el paro juvenil en España superó el 50%, el mayor de la Unión Europea. El 63% de los jóvenes encuestados vivían con sus padres. Además existe en España una falta de cultura de alquiler junto con las trabas y la falta de ayudas para alquilar, mientras que otros países europeos facilitan el alquiler. En Uganda, como en otros países de África oriental, el paro juvenil alcanza el 82%.

Con la desconfianza social, la sociedad desaparece, transformándose en individuos a la defensiva que luchan por sobrevivir. Los jóvenes se preparan y estudian, aquí y en África, pero las instituciones del Estado, monarquía, multinacionales y de la misma Iglesia, les siguen decepcionando con su comportamiento y no responden a sus inquietudes o necesidades. Esta desconfianza en las instituciones se convierte también en desconfianza social.

Entre los valores de los jóvenes, se encuentran: la tolerancia (81% de los jóvenes en 2008), los buenos modales (83%) y el sentido de la responsabilidad (84%). La independencia (39%). (Datos del “World Values Survey”). Esta tolerancia no conlleva un interés por crear sociedad.

Según in Informe “Españoles 2010”, los jóvenes depositan mayor confianza en grupos y movimientos de voluntariado (60%), ecologistas y pro derechos humanos (75%), pacifistas y acogida de refugiados (60%), los movimientos antiglobalización (50%). Los movimientos pro vida y los nacionalistas (24%).

Según los datos de 2010, el 81% de jóvenes no participa en ningún tipo de grupo o asociación, ni siquiera deportivos. Este es un dato importante. Las razones, como: “no me lo he planteado”, “no me interesa participar en ninguna organización” y “falta de tiempo”, son las tres razones para el 80% de los que no participan.

El fenómeno de la crisis participativa apunta en primer lugar, a una clara crisis institucional y a un desencanto juvenil con el sistema educativo, incluso dentro de la familia. La crisis de todos los partidos y de nuevos horizontes globales agrava esta fragmentación de intereses.

La participación se ha desplazado hacia los nuevos medios de comunicación con la emergencia del joven cosmopolita-domestico. Aunque se da una disminución en la implicación política formal de las elites, sin embargo existe una expansión de nuevas formas de participación, más acordes con una idea de democracia en la línea de: derechos humanos, ecologistas, protección de animales, voluntariados…

Con todo, observamos un desinterés por la política y asuntos políticos. (81% de jóvenes en 2010). La falta de fe en el sistema político y en los políticos les lleva a no posicionarse según los ejes tradicionales de derecha/izquierda. No se cree en la democracia, ni en el sistema económico. (71%). (Informe de la Fundación SM 2010).

El Manifiesto “Democracia Real Ya” (15-M) expresa bien los objetivos de los indignados, y se presenta como una excelente hoja de ruta. Pero se quedó en el papel y el movimiento se transformó gradualmente en un “partido político más” (Podemos).

Podemos se parece a la “voz de la indignación”, pero no sabemos todavía que es exactamente, aunque se ha convertido en un partido político más, que también busca el poder y el control de los recursos, aunque sea el más atractivo para muchos jóvenes.

Hace unos años, los jóvenes se informaban en las Webs de internet, pero hoy surfean por ellas y por los toboganes informativos de WhatsApp, Facebook o Twitter. Se picotean miles de gigas por el llamado “síndrome CNN”. Vivimos en una sociedad adicta a la información, que según Zygmunt Bauman, no siempre cuenta con la habilidad clave para protegerse del 99,99% de la información que es irrelevante.

El relativismo es el tópico postmoderno por excelencia. Las normas y referencias pierden todo su sentido y el mismo bien es relativo. El relativismo no se casa bien con el compromiso social. El relativismo destruye las bases de verdad y de justicia, y deja las propuestas relativistas totalmente en nuestras manos.

Los jóvenes se ven como consumistas (con un 47% en 2010), como rebeldes, en un (44%), demasiado preocupado por la imagen (38%). El mayor peligro del consumismo no es tanto el despilfarro, como la glotonería, se apodera de todo para destruirlo. La juventud necesita ser rebelde, es su función social, pero rebelde, no solamente “en contra de” sino, “a favor de”.

El consumismo tiene que contar, con grandes canteras de las que poder extraer constantemente nuevos productos e imágenes de impacto, con un solo “click”, como: Justin Bieber, Serena, Messi, Ronaldo, Madonna, las chicas de marketing…

Según los datos de las “Encuestas de Valores Europeos de 1981 a 2008”, la juventud española es la generación que menos importancia concede en Europa a la religión. Un 10% de los jóvenes españoles cumple regularmente con la asistencia a la Iglesia, un 40% no asisten a la Iglesia aunque se consideran católicos, y un creciente número (50%) se declaran indiferentes, agnósticos o ateos.

¿Quién influye en la formación de una visión de la vida y el mundo entre los jóvenes? En 2010, solo un 4% de los jóvenes españoles mencionan a la iglesia católica, un 59% mencionan a la familia, y un 43% a los amigos. Y hasta un 24% a los libros.

Para los jóvenes, la Iglesia es muy lejana y ajena. Un 86% de los jóvenes españoles no se acercan a la Iglesia. Otra causa es la privatización de la religión para la mayoría (56%). Para un 70%, la fe se puede vivir individualmente.

La familia y los amigos obtienen una importancia fundamental en la vida de los jóvenes. Pero existen otras asociaciones, de: los videojuegos, los Smartphone, y las aglomeraciones con últimas técnicas de comunicación, como también la marcha y la noche que tienen pegada entre los jóvenes.

Los jóvenes de hoy, en África y en Europa, se interesan poco en la política o la economía, desconfían de las instituciones, viven en un ambiente de relativismo y de consumo, se refugian en sus familias y grupos de amigos, en gran parte porque la sociedad y las diferentes instituciones les han abandonado y decepcionado.

Los líderes y agentes sociales, así como todas las instituciones, estamos perdiendo a la juventud de hoy y su formidable contribución personal, familiar, social, cultural, económica, en favor de un desarrollo sostenible, porque, con el sistema político-económico actual, no nos preocupamos por crearles oportunidades de trabajo, vivienda y vida digna.

Desde África Fundación Sur, os deseamos unas muy Felices Fiestas de Navidad y lo mejor para el Año Nuevo 2017.

Regresamos el 9 de Enero 2017.

Lázaro Bustince Sola. Director de AFS.

Autor

Más artículos de Administrador-Webmaster