CUANDO EL FANATISMO CIEGA LA MENTE HUMANA

10/04/2012 | Editorial

En África, como en el resto del mundo, las enfermedades mas temibles son las mentales, cuando la persona no puede vivir y relacionarse como un ser humano libre.

A través de la historia, se ha derramado demasiada sangre, a causa de una enfermedad mental que podríamos llamar “fanatismo”, sea político, económico o religioso.

Este fanatismo religioso es quizás el más radical, temible y sangriento. Lo han conocido todas las religiones, y con crudeza especial lo han practicado el cristianismo medieval y el islam.

Algunos grupos islamistas radicales siguen hasta hoy cometiendo crímenes contra la humanidad en Sudan, Mali, Egipto, Libia, Nigeria, Pakistán, Afganistán etc.

La esperanza reside en que los países islámicos, de África y Asia sobre todo, elijan un islam moderado, como parece ser el caso de Túnez, Argelia, Egipto etc. Este es el gran cambio que las revoluciones en los países árabes pueden conseguir para sus pueblos y para la humanidad: que prime la moderación respetuosa y el diálogo. Seguimos pendientes del rumbo que vayan a tomar las nuevas democracias en Egipto, Túnez y Argelia,etc.

La presencia de grupos ligados a Al Qaeda, como AQMI, Ansar el Din y MUYAO que están involucrados también en negocios de contrabando de drogas y personas, supone una inestabilidad permanente para el Mali y países vecinos, sobre todo para los cristianos residentes en esos países.

El pasado 6 de abril, Bilal Ag al Sharif, Secretario general del Movimiento Nacional para la Liberación de Azawad (MNLA), proclamo en Gao, Mali : “el Estado independiente de Azawad” (850.000 kilómetros cuadrados). Convine reconocer que los tuareg son una etnia con una población estimada en 1.5 millones de personas. Los tuareg presumen de ser el único pueblo africano, junto con el etíope, que tiene su propia escritura, el tifinagh. Son nómadas y desde el diseño de Mali por los franceses, nunca tuvieron su propio territorio. A pesar de todo, la condena de tal proclamación, por parte del Mali, de la Unión Africana y la UE, ha sido unánime, porque, según ellos, estos movimientos solo representan un 10% de la población y ha sido unilateral.

La opción militar no terminará nunca con la violencia de los grupos islamistas fanáticos ni con la exigencia de los tuareg. Los militares fanáticos tampoco creen en el diálogo.

Para Baba Ahmed de Bamako, el islamista Lyad Ag Ghali del grupo Ansar y cercano de AQMI, quiere instaurar la charia en Mali y este se podría transformar en otro Afganistán. El hospital, la farmacia, escuelas y misiones de Gao han sido saqueados por el grupo islamista Lyad Ag Ghali.

Esperamos que todos los líderes de Mali, de los tuareg, de la Unión Africana y de la comunidad internacional se sienten a la misma mesa para dialogar y buscan una solución racional, permanente y humana.

Una religión, cuando nos lleva al fanatismo, ni es Fe verdadera, ni sirve para nada.

FELIZ PRIMAVERA PASCUAL.

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