¿Cuán es el tratamiento mediático de los intentos de inmolación por fuego?

28/02/2011 | Opinión

El final del año 2010 y el comienzo del año 2011 están marcados por intentos de suicidio, incluyendo intentos de inmolación por el fuego. Estos intentos de suicidio fueron ampliamente recogidos por la prensa de aquí y de otros lugares. Sin embargo, si la prensa occidental, más particularmente la francesa, ha demostrado moderación en la relación de estos hechos, esto está lejos de ser el caso de la prensa Africana.

En efecto, recordemos, Francia ha conocido algunos casos de intentos de inmolación por el fuego entre finales de 2010 y principios de 2011. El primero el 17 de noviembre de 2010, por Paris Match, aprendemos que un estudiante de secundaria de Burdeos se auto inmoló. Paris Match no publicó el nombre del estudiante y otros detalles que pudieran permitir identificarlo, tampoco publicó la descripción de las quemaduras. También, la información estaba ilustrada por la foto del liceo profesional de Toulouse-Lautrec en Burdeos.

El 18 de enero de 2011, por un despacho de AFP nos enteramos de que un menor intentó auto inmolarse y fue hospitalizado en estado grave en un Hospital de Marsella. AFP, como Paris Match (y casi todos los periódicos franceses) no reveló el nombre de este menor ni cualquier otro detalle que pudiera permitir su identificación. Asimismo, la información estaba ilustrado con una fotografía del hospital.

El 21 de febrero de 2011, fue Le Monde (entre otros periódicos) quien recogía un despacho de AFP y nos enteramos de que un hombre intentó quemarse a lo bonzo ante el Palacio de Justicia de París. Leyendo el artículo no se podría saber el nombre de la persona o cualquier otra información que pudiera identificarlo, aún menos detalles de las quemaduras. También, la información fue ilustrada con una fotografía del Palacio de Justicia de París.

Esta manera de tratar los casos de intento de suicidio por la prensa francesa, recuerda el tratamiento de las víctimas de los «ataques» del 11 de septiembre de 2001, por la prensa estadounidense. En efecto, la prensa estadounidense se abstuvo de mostrar los cuerpos de las víctimas. Pero vamos a ver cómo el «bárbaro» africano maneja este tipo de información.

El 19 de febrero de 2011, el periódico «Le Quotidien» nos informa de que un ex militar (el nombre de esta persona fue dado por el periódico) se prendió fuego ante las puertas del Palacio. Y el periódico había ilustrado esta información con la foto de una persona en llamas. Horrible. Y en el cuerpo del artículo, el diario describe en detalle las quemaduras.

El 26 de febrero de 2011, por este mismo periódico, «Le Quotidien», nos enteramos de otro caso de intento de suicidio. Y titula: «otro senegalés se prende fuego ante el Palacio: X mantiene la llama del viernes». Y dio más detalles de este acto trágico. ¿Han pensado los editores de este diario en el hermano o familiar de este hombre que podrían enterarse de la muerte de su padre por esta información?

Sin embargo, los códigos de ética y deontología son claros sobre el tratamiento de dicha información. De hecho, la directiva 7.9 (tratamiento de casos de suicidio), del Consejo de la prensa de Suiza (equivalente al CORED de Senegal) estipula que los «periodistas deben ejercer la mayor moderación en el caso de suicidio». A pesar de que esta directiva enumera los casos en que el suicidio puede ser objeto de información (una personalidad pública que se ha dado muerte, el fallecido o su familia y amigos que han hecho público el gesto…), dice claramente que la «información debe limitarse a las indicaciones necesaria para la correcta comprensión del caso y no debe contener detalles íntimos o degradantes». La directiva indica también que, «para evitar el riesgo de suicidio por imitación, los periodistas deben evitar dar indicaciones precisas y detalladas sobre los métodos y los productos utilizados”.

Seamos claros, todo el mundo es libre leer si quiere estos eventos desafortunados, pero respetemos la dignidad humana, pensemos en las familias de los desaparecidos (incluidos los niños). La prensa francesa está lejos de ser un modelo de virtud, sin embargo, la Francia continental sufre un promedio de más de 10.000 suicidios por año, o un suicidio cada 50 minutos y no permite que los periódicos franceses hablen de ello de cualquier manera.

Sadikh DIOP

Director del Observatorio de la información y medios de comunicación de www.limedia.org, donde fue publicado el 27 de febrero.

Traducido por Lamine Beye, senegalés residente en España

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