Costa de Marfil: esperanza a la vista …???

13/10/2008 | Editorial

Hoy nos ha visitado el Sr. Embajador de Costa de Marfil en España, Paul Ambohalé Ayoman, un hombre afable que habla castellano con bastante soltura y se atrevió a contestar preguntas difíciles sobre la situación de su país. Como buen embajador fue muy optimista sobre los acontecimientos que están ocurriendo en Costa de Marfil: el fin de la violencia sectaria y la vuelta a la democracia. Lo que fue la joya del África del Oeste, y no sólo a causa de sus minas de diamantes, se convirtió en un país dividido y peligroso por razones que desbordan la política local, en el que jugaron un papel muy importante intereses económicos internacionales. Su riqueza natural, de bendición pasó a ser maldición porque se convirtió en la principal fuente de financiamiento de las guerrillas.

Hoy, Costa de Marfil está intentando salir de sus cenizas y reconstruir un país en el que todos, de la región que sea, tengan cabida. El proceso de reunificación nacional va a ser lento ya que los años de violencia han dejado huellas profundas en todos los ciudadanos. Aunque difícil, el embajador piensa que será posible con la colaboración de todos. Y he aquí la pregunta clave: ¿es posible esperar la colaboración de todas las partes implicadas en la tarea de la reunificación nacional? Por el momento, antes de las elecciones, aunque existan algunos problemas con relación a los preparativos electorales, a la campaña electoral y a las listas de los que tienen el derecho de voto, parece existir el deseo democrático de hacer que el país vaya adelante. Pero habrá que esperar las elecciones y ver si éstas son transparentes y justas, y comprobar que todos los partidos aceptan democráticamente los resultados.

Costa de Marfil tiene un gran potencial económico que podría poner al servicio del desarrollo del país, si hay voluntad política para hacerlo y si la comunidad internacional refrena su frenesí devorador. La tarea no es fácil, pero como dice el embajador, es posible. Esta esperanza es la que le impulsa a invitar a las empresas españolas a “invertir en el futuro del país para que llegue a convertirse en el país del futuro”.

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