Contaminación del síndrome tunecino en Butembo, República Democrática del Congo

2/02/2011 | Crónicas y reportajes

Desde el pasado 27 de enero de 2011, la población de Butembo, en el noreste de la República Democrática del Congo, se ha desencadenado una tensión que muchos califican de contagio del síndrome tunecino.
El día 27 el ejército y la policía reprimieron con dureza a los jóvenes de los barrios de Butembo de Furu y Katwa, que habían tomado la iniciativa de recoger firmas de desaprobación de la reforma constitucional, llevada a cabo en Kinshasa, “sin una consulta previa al pueblo congoleño”.

Según el comandante de las FARDC (Fuerzas de Seguridad de la RDC) de Butembo, la orden de represión de la “insurrección” fue recibida directamente desde Kinshasa. Los jóvenes se quejan de haber sido tratados como “insurrectos”, pues no se trataba ni de una manifestación, sino que sólo recogían firmas. Tras el ataque militar, los jóvenes han calificado el régimen de Joseph Kabila como “una dictadura”.

La semana anterior, un gran número de policías fueron desplegados en la localidad de Furu, para retirar la pancarta que anunciaba la recogida de firmas y las principales reivindicaciones. Al día siguiente, los jóvenes, lejos de desanimarse, se sintieron más motivados. En las listas hay firmas de gente de Beni, Mangina, y otros lugares, que se ha desplazó hasta los barrios Butembo para firmar la petición contra el cambio constitucional.

El diario de la región Beni Lubero describe la situación: “la historia se repite en Butembo, cuanto más se reprime un movimiento, más energía coge y más adeptos gana”. Los jóvenes se sienten frustrados y abandonados por el poder de Kinshasa, que en lugar de escuchar sus peticiones, hace negocios con las milicias ruandesas y eligen las armas y los gases lacrimógenos para reprimir la libre expresión de la juventud de Butembo.

En el espacio de dos semanas, los jóvenes de Furu y Katwa, han detenido a tres ladrones, de los cuales dos tenían uniforme policial. Dos de ellos fueron lapidados por la población exaltada. Los jóvenes han tomado la determinación de tomarse la justicia por su mano, formando un “Consejo de seguridad del pueblo” y patrullas de autodefensa, ya que afirman que el ejército y la policía no hacen su labor de proteger a la población, que nunca han llegado a detener a un solo bandido y sin embargo se dedica a reprimir a los jóvenes. Durante 2010, más de 50 jóvenes fueron asesinados sólo en Butembo. Desde hace tres años, dicen los jóvenes movilizados, “los bandidos, el ejército y la policía son lo mismo en Butembo”.

Durante la represión, los policías utilizaban las armas y los jóvenes lanzaban piedras. Se cortó el tráfico en una de las principales carreteras y se quemaron neumáticos y varios vehículos de la policía.

Los vecinos, conociendo el modus operandi de los militares, esperaban una emboscada en plena noche, para detener a los cabecillas de entre los jóvenes, así que hicieron guardia durante toda la noche, y a ellos se unieron congoleños de localidades cercanas, que se solidarizaron con ellos. No es la primera vez que ocurre esto, ningún vecino de Kalemire, que se sumaron a la guardia, ha podido olvidar la carnicería nocturna de su pueblo, en 1998. Durante la noche, el ejército llegó efectivamente, pero los jóvenes esperaban alerta y lanzando piedras, y se volvieron a retirar. La noche continuó con cánticos “contra la dictadura de Kabila”. Pero, hacia las 6 de la mañana del siguiente día, el 28 de enero, los militares regresaron al pueblo con más fuerza, bajo órdenes del coronel Donat, del CNDP, según los testigos, y asaltaron las casas de los padres de los jóvenes del Consejo. Las casas fueron saqueadas, torturaron a los jóvenes, hijos e hijas, y algunas mujeres y hermanas fueron violadas, según el diario Beni Lubero, los heridos se cuentan por cientos. Además hay múltiples detenidos y desaparecidos.

La población huyó y los militares han asentado un campamento, justo en el lugar donde se reunían los jóvenes del Consejo, para vigilar que no “resurja la insurgencia”.

A pesar de la represión

El día 29, los jóvenes de Butembo hicieron un llamamiento a toda la región y a todos los congoleños para seguir fieles a las acciones que hagan posible “el advenimiento de la democracia a la RDC”, afirmando que estos actos deben comenzar por la sensibilización de las fuerzas armadas y la policía.

Han resurgido con consignas como que los políticos regionales son una emanación del pueblo y “no deben prostituirse para un régimen dictatorial por unos cuantos dólares”, además afirman que tampoco los políticos de la oposición pueden ser meras “embajadas extranjeras” que no quieren más que perpetuar el orden establecido “sin rostro humano” y que deben ser portavoces del pueblo “sacrificado en el altar de los intereses extranjeros”.

Los jóvenes siguen organizándose empeñados en lograr, recogiendo firmas, que la única posibilidad de una reforma constitucional sea que el pueblo lo legitime, mediante referéndum.

Mensajes de apoyo

Los mensajes de apoyo a las movilizaciones de la juventud de Butembo han llegado desde diversas partes.

Una religiosa de Butembo, que reside desde hace dos años en Francia, ha hecho llegar un mensaje agradeciendo a los jóvenes sus actuaciones y a la vez expresando su preocupación “por lo que su pueblo del Kivu Norte está sufriendo”. La congoleña afirma que también está siguiendo las revoluciones populares de Túnez y de Egipto y da ánimos y todo su apoyo a los jóvenes de Furu y Katwa, para que sigan adelante.

República Democrática del Congo

El más significativo es la declaración hecha pública por los jóvenes de Walikale, Masisi y Rutshuru, del Kivu Norte [tres regiones del mismo Kivu Norte, pero las que están más al sur. Butembo está al norte de dicha región]. Estos grupos afirman llevar mucho tiempo acosados y asesinados, desde Kinshasa, por el poder de Kabila “y sus matones armados” y expresan su “solidaridad y apoyo a los jóvenes patriotas de Furu y Katwa, en la región de Lubero”, haciendo también un llamamiento a todos los jóvenes congoleños, para seguir el ejemplo de los jóvenes de Butembo y pasar a la acción y la movilización.

Los jóvenes organizados de Kivu Norte añaden en su comunicado que “ya no podemos aceptar la humillación perpetua a la que nos somete Joseph Kabila y sus hermanos ruandeses Laurent Nkunda, Jules Mutebusi y Bosco, estamos sometidos día y noche, violan a nuestras madres, a nuestras hermanas, incluso a nuestros padres, delante de sus familias”. “No podemos seguir aceptando que Joseph Kabila nos envíe a soldados ruandeses vestidos con el uniforme de las FARDC”.

Y continúan “estos asesinos están desplegados por nuestros tres territorios y nos exterminan sistemáticamente, quemando escuelas, maternidades, centros de salud e iglesias, ante la mirada de la famosa MONUSCO, otra máquina de la ocupación ruandesa del este de nuestro país”.

Los jóvenes de Walikale, Masisi y Rutshuru condenan también la reforma constitucional y llaman a la solidaridad nacional para “liberarse del yugo de Ruanda”, también se dirigen a los soldados, para que se alejen “del régimen de matones que mata a sus padres y arrebata el orgullo de su tierra” y vuelvan a unirse al pueblo.

También desde Bélgica, les llega el mensaje de ánimo de un congoleño que está convencido de que la lucha de los jóvenes de Furu y Katwa va a extenderse y contagiar al resto de la RD Congo. Exclamando que “¡los ciegos no lo ven venir!”. “Después de haber pedido a gritos ayuda a Kinshasa en varias ocasiones sin éxito, los jóvenes han decidido formar grupos de autodefensa, para proteger sus vidas de la agresión de los bandidos armados que actúan en nuestra tierra con total impunidad.”

Reprimidos desde el ataque militar del día 27, los jóvenes no deponen sus armas, que son, según el diario Beni Libero, la tecnología de la información, con textos e imágenes, en busca de la solidaridad internacional, para hablar sobre la dura situación del país, en conexión con los ejemplos de Túnez y de Egipto.

Los jóvenes del este del Congo tras haber sufrido la guerra y la agresión, han perdido el miedo y están dispuestos a sacrificarse por el cambio en Congo. Han marcado una pauta. En un país donde la inseguridad es tan generalizada, formar patrullas de autodefensa, como han hecho los de Fura y Katwa, podría extenderse, suponiendo un reto para los políticos.

Como afirma el congoleño desde Bélgica: “el Congo renacerá, en todos los sentidos, desde el Este” porque “un pueblo en pie, tiene más fuerza que las bombas”.

(Fuente: diversas informaciones aparecidas en Beni Lubero, RDC, entre el 27 y 29 de enero.)

Autor

Más artículos de Administrador-Webmaster