Congo Brazzaville: El gran sonrojo

20/05/2011 | Opinión

Hartazgo y protesta de un internauta de Brazzaville para quien la palabra “dignidad” todavía tiene sentido.

Tribuna libre.

Después de la anulación de millones de euros que debían reducir la pobreza, el régimen de Sassou Nguesso, famoso por tener más inclinación al lujo y la ostentación (los viajes en Boeing 747 VIP, las peregrinaciones deslumbrantes al Vaticano, las bodas principescas de sus hijos, nietos, primos, primas, hermano…dos cada año de media) que a responder a las necesidades básicas de su pueblo, y de una Francia avergonzada por la incapacidad de este poder francófono, que vino a financiar, por la vía de su embajada, 340 pupitres destinados a los alumnos de las escuelas públicas Antonio Agostino Neto, 18 de marzo de 1977 y el barrio de Ngamakosso. Todo ello por un valor de… nueve millones de francos CFA (13.720 euros o 19.600 dólares) para una ayuda del fondo social de desarrollo de la embajada y una subvención de 8,7 millones de francos CFA.

Esta ayuda, esta subvención (fondos o donaciones de las que no se sabe demasiado) a través del atajo de una asociación local, representan ridículamente dos o tres noches al año en una suite reservada por un sobrino del presidente en un palacio parisino. Esto equivale apenas a la cuarta parte del gasto en “camisas a medida” cada mes, del responsable de la Agencia ARAP “l’aval petrolier” en las boutiques parisinas.

El petróleo es saqueado por la vía del mismo responsable de “l’aval petrolier”. Verdadero o falso, se cuenta por todos lados que este último habría despedido a todos los ayudantes que debían asistirle, hasta su fiel adjunto y sin embargo “maestro” Blaise Elenga, así como otros tantos. ¿Esta es la finalidad última de la comercialización sin testigos de los cargamentos de petróleo? Surge la pregunta.

¿Nadie sabe quién compra, quién paga, cómo y dónde la principal riqueza nacional? Algunos dicen que se envían cada mes alrededor de mil millones de dólares, eso es alrededor de 500 mil millones de francos CFA.

¡QUINIENTOS MIL MILLONES DE FRANCOS CFA CADA MES que salen hacia un destino que todo el mundo ignora, salvo el padre y sus hijos!

Las minas son saqueadas y entregadas a los testaferros chinos o australianos pero en realidad pertenecen a un clan mafioso.

Los bosques son esquilmados, cientos de miles de hectáreas son ofrecidas a semejante niño, ¡como si fueran juguetes!

Entonces no hace falta venir a distraernos con donaciones para reparar ascensores o cuidar a heridos o enfermos…

Los pupitres de los niños en la escuela (actualmente las tres cuartas partes de los escolares congoleños se sientan en tierra cuando van a clase) no deben ser el resultado de una obra de caridad, de una ayuda o subvención. ¡El Congo es un país RICO!

El pillaje tiene que cesar inmediatamente. Los congoleños pequeños y grandes no deben convertirse en mendigos. ¡Su dignidad debe ser restituida, al igual que su dinero por parte de esta familia ladrona!

No deben existir nunca más en el Congo dos categorías de personas:

– Los pobres y los mendigos: los congoleños.

– Los ricos: los Nguesso.

¡Parad el pillaje! ¡Basta ya!


Una lectora de Brazzaville.

Publicado en el diario “Mwinda”, República del Congo (Brazzaville), el día 10 de mayo de 2011.

Traducido por Juan Carlos Solís Santander, para Fundación Sur.

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