Conflictos étnicos: perspectiva de Sudán del Sur

13/03/2020 | Opinión

El conflicto étnico es tan frecuente en Sudán del Sur que desafía cualquier intento de preservar la paz y la seguridad en toda la integridad territorial de la nación. En otras palabras, los conflictos étnicos en Sudán del Sur son una amenaza para la seguridad nacional.

Los titulares de noticias que dominan actualmente son las continuas batallas mortales en el triángulo étnico de Jonglei, que involucran a los Dinka Bor, Lou Nuer y los Murle. Hay tanta información, particularmente en las redes sociales, sobre las batallas en curso en este triángulo étnico de Jogolei que es incluso difícil separar hechos de ficción.

Sin embargo, una cosa permanece siempre igual sobre este conflicto y todos los demás conflictos de origen étnico, ya sea en el estado de Rumbek, el estado de Warrap o el estado de Ecuatoria Oriental, el conflicto se desencadena por uno o dos incidentes, que se intensifican aún más y se repiten en ciclo de vida de trágica violencia. El ciclo de vida de esta violencia es así: los grupos étnicos vecinos en conflicto comienzan con una paz relativa, en la que coexisten y cooperan pacíficamente de muchas maneras. En medio de la coexistencia, un incidente rompería el pacífico ciclo, donde por un instante, un individuo criminal o un grupo de delincuentes cometería un delito penal, como robo de ganado o asesinato de un grupo étnico vecino. Cometer tal acto o incluso sospechar que tal acto se ha cometido, desencadena automáticamente una respuesta de represalia contra todos los individuos del presunto grupo étnico en cuestión y el robo de sus animales sería legítimo. Tal respuesta de represalia es un instinto natural que todos los grupos étnicos en guerra han desarrollado a lo largo de los siglos por cuestión de supervivencia, debido a la ausencia de un árbitro neutral que hoy día debería ser el Estado.

Es en este ciclo de vida de enraizada violencia que la situación evoluciona de mal a peor. Este es el estado actual que involucra a los Dinka Bor, Lou Nuer y los Murle. Aquí, por la naturaleza de las cosas, el conflicto ha involucrado a todos las personas de esas etnias y todos sus animales son objetivo legítimo de de incursiones, de robos y contraataques.

Este ciclo vida de violencia sería seguido por un acuerdo para un periodo de relativa paz antes de que tenga lugar otro incidente para recomenzar el ciclo de escalada de violencia. Y el ciclo de vida de acérrima violencia continúa de manera natural en Sudán del Sur sin poder ser parado.

Entonces, uno se vería obligado a pensar que la única forma en que tal ciclo vital de severa violencia, tal vez terminaría, tal vez, naturalmente con un grupo étnico eliminando al otro hasta la extinción. Sin embargo, la naturaleza no funciona de esa manera. Esos vecinos étnicos en conflicto viven entre sí a través de este ciclo de violencia desde tiempos inmemoriales.

Por lo tanto, debe haber medidas de mitigación para poner fin a esta violencia ética. Desafortunadamente, hasta ahora todos los intentos de mitigación no parecen alcanzar un resultado deseable. Lo peor de todo, cuando este ciclo de vida estalla en severa violencia, los líderes nacionales, que tendrían que actuar como árbitro neutral en tal situación en lugar de posicionarse del lado de su grupo étnico, son parte del conflicto. El conflicto étnico es tan poderoso que anula a los líderes nacionales. Por lo tanto, los líderes nacionales se convierten en un grupo de caudillos tribales.

mapa_sudan_del_sur-2.jpgOtro método utilizado hasta ahora, que ha demostrado no funcionar, es el desarme. Los ejercicios de desarme en Sudán del Sur están cargados de demasiados problemas, que no se limitan solo al desarme parcial. Hay discriminación, corrupción, donde las armas recogidas intercambian inmediatamente de manos con criminales, falta de capacidad para realmente recoger armas y almacenarlas eficazmente lejos del lugar del conflicto, etc.

Otro método de disuasión utilizado, que no funciona, es aplicar medidas militares punitivas contra un presunto grupo étnico violento. La aplicación de medidas militares punitivas contra sospechosos parece ser el único mecanismo de forzar la aplicación de la ley que el SPLA ha desarrollado, desde la época de la guerrilla en la selva, y todavía en la práctica en este tiempo de construcción del estado. El método parece que, afortunadamente, funciona a veces, pero casi siempre tiene efectos retroactivos y, por lo tanto, no es adecuado para ser incorporado en el establecimiento de estado nacional.

Para demostrar que las medidas militares punitivas son contraproducente digamos, por ejemplo, que se sospecha que la aldea X está robando ganado de la aldea Y. Al escuchar el informe inicial sobre el presunto delito, el excesivamente celoso gobernador militar llamará al presidente a las 3 a.m. solicitando permiso para llevar a cabo una operación militar contra el pueblo X, presunto autor del delito. El presidente, por supuesto, siempre concede tales peticiones para operaciones militares. El muy celoso gobernador ordenaría entonces a un notorio comandante militar dispuesto a apretar el gatillo junto con un comisionado militar analfabeto llevar a cabo operaciones militares contra la supuesta aldea X. Sin adecuada planificación y sin establecer juiciosamente objetivos para las operaciones, los indisciplinados soldados reciben orden de sitiar el poblado X, presunto autor del robo de ganado. Como resultado, personas de esa aldea X son asesinadas, violadas, golpeadas, sus propiedades saqueadas, todos sus animales son requisados y toda la aldea es incendiada por el ejército nacional, cuya obligación es proteger al pueblo y sus propiedades en primer lugar.

Como resultado de tales operaciones militares, el gobernador, el comisionado, el comandante militar y sus asociados se marchan con todas las cosas de valor de la gente de la aldea y no se habría probado nada oficialmente sobre el incidente inicial, lo que llevó a la aldea X a ser tildada de autora del presunto delito para, en primer lugar, justificar, una operación militar contra ella. De esta manera, operaciones punitivas militares llevadas a cabo contra civiles se convierten, también, en otro ciclo de vida de infligir sufrimiento a ciudadanos inocentes, una carga en sí misma.

En esas infames operaciones militares, los objetivos principales parecen ser que gobernadores, comisionados, comandantes militares y sus asociados se aprovechen de la situación robando todos los bienes del pueblo.

De todos modos, la forma más efectiva de frenar la violencia étnica es reducir esos incidentes, que desencadenan la escalada de violencia para engullir a todos, incluidos los más inocentes, a través de una respuesta de represalia. Esos incidentes deben reducirse solo contra individuos que participaron directamente en los actos y deben ser procesados como delincuentes en incidentes aislados que cometan. El desafío aquí reside en que el estado, en colaboración con las autoridades locales, actúe rápidamente cuando esos incidentes ocurran antes de que puedan desencadenar una respuesta de represalia, que a menudo está fuera de control. La cuestión es si el gobierno, que a través de los gobernadores militares con exceso de celo, los notorios comandantes militares felices de atacar y los comisionados militares analfabetos puede llevar a cabo operaciones militares de saqueo entre las aldeas, puede perseguir fácilmente a los delincuentes que se esconden en las aldeas e incluso las ciudades. Tratar con delincuentes no requiere una varita mágica, ya que somos un país, Sudán del Sur, que puede manejar bien sus problemas.

Steve Paterno

Fuente: Sudan Tribune

[Fundación Sur]


Artículos relacionados:

La paz en Sudán del Sur aún no ha aplacado el hambre

El Consejo de Seguridad de la ONU pone su foco en Sudán del Sur

Las autoridades de Sudán del Sur acusan al grupo rebelde SPLM-IO de reclutar a niños soldados

El vicepresidente de Sudán del Sur niega los abusos que condujeron a las sanciones de EE.UU.

Naciones Unidas envía tropas a la zona central de Sudán del Sur

El obispo Hiiboro pide al gobierno de Sudán del Sur que utilice bien los 100 días

China enviará a Sudán del Sur 700 soldados para una Operación de Mantenimiento de la Paz

El gobierno de unidad de Sudán del Sur se formará en noviembre

Los conductores de Boda-boda extranjeros se quejan de acoso en Sudán del Sur

Sudán del Sur y Kenia acuerdan viajar sin visa

21 niños soldado liberados en el estado de Aweil

La coalición opositora de Sudán del Sur elige un nuevo liderazgo

El presidente de Sudán del Sur asegura que la economía del país prosperará de nuevo

La difícil realidad de los refugiados de Sudán del Sur en la República Centroafricana

Uganda pide a los refugiados de Ruanda, Burundi y Sudán del Sur que vuelvan a sus países

Cómo Uganda y ACNUR han fallado a los refugiados

Refugiados en Uganda: La ONU y el Gobierno de Uganda reconocen un fraude en las cifras de refugiados

Cumbre mundial sobre refugiados en Kampala. Uganda.

Uganda considera recibir emigrantes africanos expulsados de Israel

Uganda abre tres nuevos campamentos para los refugiados de Sudan del Sur

Guerra diplomática de declaraciones entre Uganda y Ruanda

Ruanda despliega al ejército a lo largo de su frontera con Uganda

Ruanda cierra su frontera con Uganda

Uganda acusa a 8 funcionarios de seguridad de colaborar ilegalmente con el gobierno de Ruanda

Alertan de un posible conflicto entre agricultores y pastores en Sudán del Sur

Ha muerto el veterano periodista Alfred Taban

Machar rechaza la invitación a Juba

La normalidad de la cultura del soborno en Sudán del Sur

Sudán del Sur: Paz sin justicia es solo un alto el fuego (parte 2/2)

Sudán del Sur: Paz sin justicia es solo un alto el fuego (parte 1/2)

El Papa reactiva plan de viaje a Sudán del Sur

Los Obispos católicos de Sudán del Sur urgen por una paz verdadera

El petróleo alimenta el conflicto de Sudán del Sur

Sudán del Sur impide a los medios de comunicación cubrir los disturbios en Sudán

Sudán y los grupos armados de Darfur firmarán en Berlín un acuerdo previo a la negociación

El SLM-Minnawi rechaza las acusaciones de participación en la trata de personas en Libia

Los rebeldes del Movimiento de Liberación de Sudán acusan al gobierno de violar el armisticio

Conversaciones de paz en Etiopía entre el gobierno sudanés y los rebeldes

Fuerzas rebeldes en Darfur piden ayuda humanitaria para los civiles de Jebel Marra

Más allá de Darfur: las guerras olvidadas de Sudán, por Juan Bautista Cartes

Sudán lanzará campaña de desarme en Darfur antes de finales de 2017

Continúa el desgobierno en Darfur (parte I)

Continúa el desgobierno en Darfur (parte II- final)

Fuerzas paramilitares violan a una niña en Darfur Norte

UNAMID podría abandonar Darfur mientras los enfrentamientos armados continuan

Hombres armados expulsan a los agricultores de sus tierras en Darfur del Norte

Los desplazados de Darfur del Sur desmienten el informe del gobernador sobre el regreso masivo

Autor

  • Steve Paterno

    Autor de la obra The Rev. Fr. Saturnino Lohure, A Romain Catholic Priest Turned Rebel.

    stevepaterno@yahoo.com

Más artículos de Steve Paterno