Reunidos en Roma, entre el 16 y el 18 noviembre de 2009, bajo los auspicios de la FAO, setenta jefes de Estado y de Gobierno procedentes principalmente de África, Asia y América Latina se centraron en el problema de la seguridad alimentaria en el mundo. Más de mil millones de personas en todo el mundo, y especialmente en África, están amenazadas por el hambre, un incremento del 20% con respecto al año 2000.

Rechazadas por casi todos los líderes de la cumbre del G8, no se han ratificado las medidas previstas por el Director de la FAO, M. Diouf, que esperaba un compromiso de 44 millones de dólares al año para apoyar la agricultura en los países más pobres.

Las multinacionales, acusadas de expulsar a los campesinos de sus tierras

Con motivo de esta discusión, varias organizaciones no gubernamentales han acusado a las multinacionales de la alimentación de tratar de apoderarse de millones de acres de tierras de buena calidad que pertenecen a los pequeños agricultores del Tercer Mundo. Más de 40 millones de hectáreas han sido adquiridas desde Etiopía hasta Indonesia.

El líder libio, Muammar Gaddafi, ha denunciado este «nuevo feudalismo» en África, donde “los inversores extranjeros compran las tierras agrícolas, convirtiéndose así en los nuevos propietarios latifundistas”.

Las organizaciones no gubernamentales han denunciado también la tendencia de muchos países ricos a favorecer el uso de fertilizantes químicos y de nuevas tecnologías en África, en lugar de promover el desarrollo sostenible y la agroecología. Igualmente se criticó a las grandes firmas de productos agroquímicos, como el gigante americano Monsanto, por el uso de OMG [organismos genéticamente modificados] y de desarrollo de los biocombustibles en detrimento de los cultivos alimentarios.

Escasa Promesas

El texto final acordado por los Jefes de Estados participantes en la cumbre carece enormemente de ambición. Se limita a recordar los Objetivos de Desarrollo del Milenio, adoptados en 2000, que proponían reducir a la mitad el número de personas que padecen hambre antes de 2015.

En el texto de cuarenta artículos no se adopta ningún compromiso, destaca la falta de compromiso para proporcionar los 44 millones de dólares anuales para apoyar la agricultura, que la FAO estimaba que eran necesarios. Los autores de la declaración final se limitan a dar la bienvenida a la promesa de los miembros del G8 reunidos en Aquila, el pasado mes de julio, de recaudar 20 mil millones de dólares en tres años contra el hambre, y piden que se cumplan estos compromisos”.

Se lanzó una asociación mundial para la agricultura y la seguridad alimentaria, para coordinar mejor las políticas contra el hambre en los Estados y las grandes instancias internacionales. Esta «Alianza Mundial» proyecto que había estado dejado de lado durante varios años, debería permitir una mejor coordinación de la lucha contra el hambre, ya que muchas entidades que trabajan en cuestiones relacionadas con la agricultura y la alimentación corren el riesgo de poner en marcha políticas en conflicto o competición. El proyecto de la Alianza Mundial centralizará la gestión de las políticas contra el hambre y se articulará sobre todo en torno a tres componentes: político, científico, financiero.

El primer componente se basa en el Comité de Seguridad Alimentaria, una especie de asamblea general de los 183 Estados Miembros de la FAO, en la que se ha aceptado una expansión a las organizaciones internacionales y la sociedad civil. El segundo componente se basa en la creación de un grupo de expertos para informar a los responsables políticos. Sigue siendo el pilar financiero el encargado de dirigir los fondos internacionales para proyectos y seguimiento de las promesas. Aunque se ha aprobado la creación de este grupo de expertos en Roma, no se ha fijado ninguna fecha para su entrada en funcionamiento. Pero el tiempo apremia. En África oriental, Etiopía atraviesa la peor hambruna en 25 años, donde el clima, los altos precios de los alimentos y la guerra civil, han causado hambruna a diez millones de personas.

(Afrique Avenir, 23-11-09)