Comportamiento monárquico de los Jefes de Estado africanos: una perversión social

29/04/2011 | Opinión

El saqueo de las riquezas del continente africano por sus propios dirigentes, poco preocupados por el futuro de sus pueblos, comporta en sí mismo un empobrecimiento de la población incrementado de manera exponencial. Es conocido por todos que menos del 5% de los fondos prestados a los gobiernos africanos por las instituciones financieras internacionales tienen consecuencias positivas sobre el poder adquisitivo de la población. Más bien estos fondos sirven para mantener a una minoría carroñera que contribuye a la generalización de la pobreza.

En los últimos acontecimientos sobrevenidos en varios países árabes africanos, los manifestantes enfrentándose a la Autoridad, pedían un reparto más justo y equitativo de los recursos de sus países, libertad de expresión y una mayor justicia social.

Por su parte, La Organización No Gubernamental “Nouvelle Vision Africaine” condena la arrogancia y toda forma de violencia contra el pueblo guineano, libio y marfileño. Muoammar Kadhafi después de 42 años de “reinado” debe aceptar el comienzo de una transición democrática inmediata.

“Nouvelle Vision Africaine” pide a los africanos respetar con honestidad los escrutinios de votos allá donde las elecciones hubieran finalizado puesto que es el pueblo en defintiva el que gana. Alassane Ouatara deberá tomar todas las medidas para parar la humillación de la familia de Laurent Gbagbo. El poder institucional tiene la obligación de identificar a los responsables de todos los actos constituyentes de negación de los derechos humanos con el fin de llevarlos ante la justicia nacional e internacional lo antes posible.

La evolución del mundo actual muestra que toda tiranía termina un día y que cualquier poder no puede indefinidamente abusar del pueblo. Hoy en día esto se ha vuelto prácticamente inaceptable para la mayor parte de la clase política, profesores e intelectuales menos para los santones charlatanes que venden su dignidad por efímeras prebendas. Se tienen que denunciar los abusos de Abdoulaye Wade y de su familia y posicionarse sobre ciertos aspectos en lugar de ampararse bajo discursos laudatorios, demagógicos, aberrantes y calculadores. También ellos, lo mismo que los dirigentes, tendrán que responder ante la historia. Se deberá estar a la vanguardia de la lucha por la justicia y defender los intereses y los valores republicanos de los pueblos africanos. Las instituciones existen pero sus valores y referencias han desaparecido. La dignidad y la convicción son los valores que deben ser restablecidos en nuestra nación si nosotros queremos librar a las generaciones futuras.

Ben Alí y su mujer engañaron al pueblo tunecino, Moubarak al igual que Gadhaffi tenían proyectos de “su instauración monárquica” para seguir en el poder y Laurent Gbagbo se aferraba al sillón presidencial, todos se anclaron al poder durante decenas bajo regímenes policiales. Hoy se huele la putrefacción. Nadie los quiere. Esta es muy buena lección para Abdoulave Wade y para su familia. Los delincuentes políticos que piensan siempre en engañar al pueblo serán juzgados y el pueblo decidirá.

Los dudosos contratos de l’ANOCI y de “Les Chantiers” de Dakar no tienen el mínimo balance objetivo y un control riguroso de los 500 mil millones de francos CFA jamás se ha realizado, la construcción inútil del “Monumento al Renacimiento Africano” por la bagatela de 18 millones de euros, 50 mil millones de francos CFA para organizar la FESMAN 3, el aeropuerto Blaise Diagne mientras que el aeropuerto LSS de Yoff está infrautilizado comparándolo con el Dullas International de Washington DC que tiene cerca de 1500 vuelos al día, revelan lo fútil, irracional y senil de las actuaciones.

El deshonor no les ha hecho mella después de la derrota de los hijos de Wade en las elecciones municipales de 2009. Este comportamiento de monarquía arcaica es verdaderamente una perversión social. Al colocar a la cabeza del Consejo Constitucional a una persona ganada para su causa sobre la cuestión de la improcedencia de la candidatura de Wade lo convierte en una pantomima escolar.

Los senegaleses de la diáspora se ven afectados por la crisis que sacude a su país, dado que sostienen de forma masiva con sus aportaciones a los compatriotas que permanecen y que aspiran como ellos a mejores condiciones de vida. Los senegaleses en el extranjero han llegado al límite encarando enormes dificultades unidas a la gestión familiar, de los clanes y partidos del Estado; esta forma de administrar se extiende hasta las representaciones diplomáticas.

“Nouvelle Vision Africaine” y la comunidad senegalesa que vive en los EEUU piden que se tomen las medidas oportunas para lograr un profundo cambio en Senegal uniéndose al resto de países comprometidos con la voluntad de tener una gestión transparente y rigurosa de los asuntos públicos. Esto no será posible si no se para el maquiavélico proyecto de “instauración monárquica” y la salida inmediata sin condiciones del Presidente de la República. A. Wade y sus hijos han demostrado ampliamente a todo el mundo que son incapaces de satisfacer las necesidades más elementales de su pueblo.

El cambio en Senegal pasará por arrinconar, por el propio pueblo, a los buitres y a los que se han dedicado al pillaje de los recursos públicos.

Hoy en día la base sobre la cual deben colocarse nuestros valores es la lucha con gancho, la música, el teatro y la danza. Ningún líder religioso, intelectual, ni voz autorizada se ha alzado para denunciar esta situación que hace retroceder al país. Sigue siendo esencial que promovamos la educación, la formación científica y las tecnologías de la información y la comunicación. Siguiendo el ejemplo de países emergentes, los gobiernos africanos no deben solamente invertir en estas áreas, también los jóvenes deben ser su prioridad ya que serán los dirigentes del mañana. Los senegaleses del exterior, expertos en estas áreas podrían contribuir a los intercambios y cooperaciones. Un cambio profundo y bien pensado deberá comenzar por nosotros mismos, en nuestras familias, barrios, ciudades y propagarse por todo el país. Esto nos permitirá crear en un nuevo senegalés y refundar nuestra nación sobre nuevas bases. El futuro de nuestros hijos nos compromete a dejar de lado nuestros intereses personales, a unirnos para detener el régimen de Wade y a balizar el terreno para las generaciones futuras.

Bocar Moussa BA.

“Nouvelle Vision Africaine”.

Publicado en el blog: http://juliette.abandokwe.over-blog.com, el 25 de abril de 2011

Traducido por Juan Carlos Solís Santander.

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