¿Cómo provocamos la salida de la juventud africana?

26/06/2017 | Editorial

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¿Por qué los gobiernos africanos parecen ser incapaces de crear puestos de trabajo para los jóvenes, que se ven obligados a emprender viajes peligrosos en busca de una vida digna?

Las causas son complejas y numerosas: modelos económicos inhumanos, gastos militares desorbitados, líderes irresponsables y corruptos en la distribución de bienes y servicios, manipulación de los grandes poderes financieros extranjeros, etc.

La reuniones de la Unión Africana (UA), de la Unión Europea (UE), y representantes de otros países y poderes mundiales tienen lugar regularmente, como la última del 14 septiembre 2016 en Addis Ababa, Etiopia.

El objetivo principal era el de buscar políticas conjuntas para sanear las razones profundas: del desempleo masivo de la juventud africana, de los refugiados africanos, del tráfico de productos y armas, de los regímenes dictatoriales en África, y de las implicaciones de los gobiernos europeos.

La ausencia de oportunidades y de un futuro prometedor para la juventud africana, puede ser el resultado de las causas antes mencionadas.

A veces olvidamos que algunas de las causas profundas de esta migración forzosa de la juventud africana hacia otros países y continentes, es el resultado de mala gobernanza local y de las estructuras socio-económicas promovidas e impuestas por los mismos poderes europeos y occidentales que solo miran la migración como un “problema” para su seguridad y bienestar.

Crear puestos de trabajo digno para que los jóvenes africanos puedan desarrollar sus propios países de origen, parece ciertamente la mejor forma de potenciar un desarrollo sostenible para África. Pero esto parece imposible con el actual modelo económico,y la actual gobernanza, afirma Yves Niyiragira en Pambazuka News.

Etiopia es el segundo país más poblado de África, con unos 100 millones de habitantes. ¿Sera posible crear puestos de trabajo para la poblacióm con una edad media de 17 años, y un desempleo juvenil del 82%, como en la mayoría de los países subsaharianos?

Existen dos razones fundamentales por las que esto ahora resulta imposible: gobernanza irresponsable y un modelo económico injusto. Pero ¿qué pasaría si todo el continente africano tomara el empleo de su juventud como la primera prioridad?

¿Qué pasaría si África tuviera su propio modelo económico para crear empleo, sobre todo para los jóvenes? El actual modelo económico está impuesto por poderes occidentales que buscan satisfacer sus propias necesidades y deseo de lucro, antes que el bienestar de sus pueblos y de los pueblos africanos.

Es bueno notar que la mayoría de los jóvenes africanos no buscan ir a países de Europa, sino que prefieren ir a otros países africanos, como: Sudáfrica, Kenia, Senegal y Gana que ofrecen más oportunidades.

Muchos gobiernos africanos parecen más preocupados por facilitar la inversión extranjera que por satisfacer las necesidades básicas de sus pueblos. Al mismo tiempo invierten más recursos en gastos militares que en los presupuestos de educación y sanidad juntos.

Usando modelos económicos impuestos por los grandes poderes, los líderes africanos derrochan los recursos del continente para perpetrarse en el poder y además agravan los conflictos con los poderes invasores que acaparan los recursos del país.

Superar modelos de economía y poder inhumanos e injustos, vengan de donde vengan, con otros modelos de desarrollo sostenible para todos, no puede ser sencillo o rápido. Desarrollar un nuevo modelo económico, para África y para otros continentes, centrado en el bienestar de los ciudadanos, a través de una justa distribución de recursos y de servicios dignos de salud, educación, agricultura y alojamiento, es vital para todos los pueblos.

Los gobiernos occidentales deberían dejar de apoyar a los dictadores africanos que siguen en el poder para enriquecerse a costa del país, y satisfacer los intereses extranjeros. La necesidad de un sistema económico de desarrollo sostenible centrado en el bien común, es para todos, tanto en África como en el globo.

Finalmente, son los propios jóvenes africanos los que pueden promover su propio empleo, aislando a sus propios dictadores y eligiendo nuevos líderes de sus países que se preocupen por el Bien Común.

El cambio para crear nuevas oportunidades de verdadera democracia, de empleo y desarrollo sostenible, depende ante todo de los propios jóvenes africanos. De hecho, ya existen Movimientos sociales fuertes en 32 de los 45 países subsaharianos. En ellos reside la mejor esperanza.

Es vital que los pueblos de Europa y de otros continentes colaboren con los países africanos en aislar a los dictadores y a los poderes económicos abusivos, para potenciar modelos económicos más colaborativos que se preocupen por el bienestar de los ciudadanos.

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