Cashgate reciente en el ejército de Malaui

14/06/2016 | Crónicas y reportajes

El escándalo de corrupción Cashgate en Malaui sigue todavía vivo y tomando diferentes formas de existencia. El periódico Nyasa Times ha descubierto un escándalo multimillonario en el que ministros del gobierno están involucrados en intentar de manera ilegal realizar un contrato entre las Fuerzas armadas de Malaui (MDF) y Ashok Leyland, una empresa de fabricación de automóviles de la India, que suministraría 500 unidades a las MDF.

Fuentes de Nyasa Times en el MDF revelan que existe un encargo de 500 camiones para reemplazar la envejecida flota TATA adquirida hace más de una década. Los camiones deberán incluir grandes portadores, cisternas de agua, autobuses y otros vehículos de logística militar.

Malawi_MDF.jpg«Cuando la dirección de las MDF discutió el tema y llegó a un acuerdo sobre la necesidad de adquirir una nueva flota operativa para el Ejército, el ex viceministro de Defensa, Malison Ndau, dijo a los responsables de gestión que plantearía el asunto al gabinete antes de tomar la decisión final de publicitar la oferta, sorprendentemente, regreso sin ninguna decisión del gabinete sobre el asunto pero acompañado del anterior ministro de Información (en la actualidad ministro del gobierno local ), Nankhumwa, y otras tres personas de origen indio” comento un alto grado del ejercito antes del contrato.

Según la fuente, se descubrió más tarde que los dos ministros estuvieron acompañados por tres funcionarios de la compañía Leyland Ashok que según ellos eran los proveedores mejor calificados de los vehículos necesarios. Los ejecutivos de Leyland eran Mohan Krishnan, un tal señor Ramachandaran y Partha Chodhuru. Dos de ellos de la sede central de Ashok Leyland en Chennain, India, y el tercero de la franquicia local en Blantyre.

Los funcionarios y los ministros se reunieron con el Director de Logística de las MDF, Elias Kapalamula, y el subcomisario de las MDF, Griffin Supuni, a mediados de marzo de 2016 en el Capital Hotel de Lilongwe, donde llegaron al acuerdo provisional de que Ashok Leyland suministraría los vehículos necesarios.

Según las primeras estimaciones, cada uno de los vehículos costaría una media de 100, 000, dólares americanos, aproximadamente 65 millones de kwachas. La oferta total podría, por lo tanto, costar al contribuyente la inmensa suma de más 32.000 mil millones kwachas, sin contar el envío y otros costes logísticos.

El acuerdo parecía que iba a aquedar en suspenso después de la salida de Ndau como viceministro de Defensa. Sin embargo, la fuente dijo que su reemplazante, Agrey Masi, se había “subido al carro”: «Nankhumwa, aparentemente ha tenido éxito en atraer al nuevo viceministro de Defensa que ya está involucrado en el proyecto. El viceministro de Defensa y Nankhumwa se reunieron recientemente en Blantyre con dos ejecutivos locales, no identificados, de Ashok Leyland. Los dos ministros estuvieron acompañados por el Sr. Kapalamula, quien, según afirma el oficial del ejército, les
habría asegurado que el trato estaba hecho».

Esta misma fuente, también alegó que Kapalamula ya había recibido el equivalente de 100.000 dólares como aperitivo, mientras que Nankhumwa y Supuni se habrían supuestamente embolsado 200.000 y 250.000 mil dólares respectivamente. Según el informador la “cuadrilla” está ahora contactando al Ministro de Finanzas, Goodall Gondwe, y al Secretario del Tesoro, Ronald Mangani, dos funcionarios gubernamentales influyentes que pueden determinar que el acuerdo siga adelante.

Las MDF no son nuevas en asuntos relacionados con la corrupción. El 11 de mayo de 2015, la Oficina Anticorrupción (ACB) detuvo al excomandante en jefe del Ejército, general Henry Odillo, y su antiguo ayudante, el teniente coronel Clemente Kafuwa, en relación a pagos que se hicieron a Thuso Investments sin suministrar servicios al Ejército de Malawi. Como resultado fueron acusados de tres cargos de abuso de autoridad pública, negligencia de funcionario público en la preservación de dinero o propiedad del gobierno y de blanqueo de dinero. Actualmente se encuentran en libertad bajo fianza.

La ACB afirmó que había demostrado que el Ejército de Malawi pagó cerca de dos mil millones de kuachas (alrededor de 3 millones de dólares) para el suministro de equipo militar, que la empresa nunca entrego a pesar de haber cobrado.

Nyasa Times

[Traducción, Jesús Esteibarlanda]

[Fundación Sur]

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