Carta abierta a la señora Victoire Ingabire Umuhoza, arrestada en Ruanda

26/10/2010 | Opinión

Señora Victoire Ingabire Umuhoza

Prisión Policial de Kicukiro, Kigali – Ruanda

18 de octubre de 2010

Estimada señora,

Esperando que esta carta abierta la encuentre todavía con vida en las mazmorras del presidente Paul Kagame, permítame saludarla en nombre de Dios.

Las palabras no pueden expresar la tristeza y el dolor que hemos recibido con la noticia de su nueva detención, el 14 de octubre, en la cárcel de Ruanda. Aunque todos sabíamos que Kagame la trataría mal, nunca esperábamos que la degradase al nivel al que usted está ahora. Hemos sabido que no le permiten acceder ni a una gota de agua para lavarse, que ha estado esposada 24 horas seguidas, y que la obligan a estar sentada y a dormir en el frío suelo de la celda de la policía sin nada para cubrirse.

Casada y madre de tres hijos, Ingabire, usted se formó en Derecho Comercial y Contabilidad y se graduó en Economía de Empresa y Gestión Corporativa en Holanda. Victoire a usted le iba bien, tenía paz y protección en Europa. Trabajó como oficial en una Compañía de Contabilidad Internacional, con sede en Holanda, donde estaba al cargo de su departamento de cuentas en 25 sucursales en Europa, Asia y África. Es a la vez increíble y digno de elogio que en abril de 2009, usted renunciase a estas funciones lucrativas y decidiese dedicarse a la carrera política y a preparar su vuelta a su tierra natal, Ruanda, como jefa de su partido político, FDU Inkingi, para contribuir a la tan necesitada reconstrucción genuina y reconciliación en su país, Ruanda.

El 17 de enero de 2010, Victoire Ingabire Umuhoza, usted volvió a su país, después de 16 años en el exilio, como la principal líder de la oposición política ruandesa. Mi querida Ingabire, ese día en que usted puso sus pies en la Ruanda de Kagame, yo no podía creer lo que estaba viendo, ni pensando, y mi corazón dio un vuelco por su coraje y patriotismo. Hay millones de hijos e hijas de Ruanda oprimidos viviendo en el país, hay casi tres millones de hombres y mujeres refugiados ruandeses desesperanzados, dando vueltas por todo el mundo, sin saber cuándo Dios va a hacer un milagro para que ellos vuelvan a Ruanda, su país, el que aman; pero usted, una joven Ingabire con un gran corazón de oro, consideró que era el momento de volver a su país a ayudar en la genuina reconstrucción del alma y el corazón, la reconciliación de la gente traumatizada de Ruanda, después de la desafortunada guerra civil de 6 años (1990 – 1996), y las sangrientas represalias de después. Mi temor se debe a la terrible historia cruel que conozco personalmente sobre el general Kagame y su falta de respeto por el estado de derecho y la humanidad en general.

El general Kagame ascendió a los rangos que ocupa hoy a causa de su crueldad despiadada. Después de servir como informador de los famosos organismos de inteligencia del difunto dictador Idi Amin, comenzó su carrera militar en 1979, cuando se unió al Ejército de Resistencia Nacional, NRA, de Yoweri Museveni, y pasó años luchando como una guerrilla contra el gobierno de Milton Obote, en lo que comúnmente se conoce en Uganda, como Bush war [guerra del monte]. Durante esta guerra, el principal trabajo de Kagame era asesinar sumariamente a oponentes y desertores del NRA de la manera más bárbara, sin piedad, de tal modo que sus amigos le apodaron “Pilatos el despiadado”. Es gracias a esto por lo que después del derrocamiento del entonces gobierno de Uganda, el 25 de enero de 1986, Yoweri Museveni nombró a Kagame como jefe de la inteligencia militar, en el NRA, y estaba considerado como uno de los aliados más cercanos de Museveni. Por tanto, se unió al ejército oficial de Uganda.

Durante 1990, Kagame viajó a Fort Leavenworth, donde el ejército de los Estados Unidos le proporcionó formación militar. Ampliando esta conexión, los ejércitos de Estados Unidos y Reino Unido proporcionaron más entrenamiento y apoyo activo en logística al FPR, que solía atacar a Ruanda desde Uganda, en 1990, y se hizo con el poder en una sangrienta guerra civil que dejó más de 800.000 niños, la mayoría tutsis de Ruanda, muertos. Kagame llamó a esto el genocidio Tutsi, aunque también perecieron hutus moderados y muchos más hutu también murieron por sus órdenes directas. Después de llegar al poder, Kagame organizó el FPR para recibir más entrenamiento de combate y contra insurgencia de las fuerzas especiales de los Estados Unidos, que se puso en práctica en la campaña militar de Ruanda y Uganda de 1996 – 1997, para derrocar al gobierno del vecino Zaire, ahora República Democrática del Congo.

Usted, galante hija del hijo de Ruanda Ingabire Umuhoza, debido a su coraje y popularidad, Kagame evitó que se presentase como candidata presidencial por su partido, y la acusó falsamente de ser “negacionista del genocidio”, simplemente porque usted observó, apropiadamente, a plena luz del día y sin pelos en la lengua, el día 17 de enero, que
“Sí, los tutsis fueron masacrados en 1994, pero los hutus también han sido masacrados, y nunca podrá existir una reconciliación verdadera si sólo se persigue a la parte vencida”.

Usted, querida, no se equivocó al pedir esto, ni tampoco era la única preocupada por ello. El 1 de octubre de 2010, el máximo organismo humanitario internacional de todo el planeta, la poderosa Naciones Unidas, confirmó lo que usted dijo cuando publicó un informe sobre una profunda investigación de mapeo, en el que acusa a Ruanda y Uganda, y en particular al FPR de Kagame, de genocidio hutu en la RDC, en el periodo entre 1993 y 2003.

Ingabire, todos sabemos que Kagame no la está procesando por que sea hija de un hutu ruandés; ¡no! Kagame no es más que un dictador hambriento de poder que eliminará a cualquiera que critique su poder. Andre Kagwa Rwisereka, (Descanse en paz), era un hijo de Ruanda tutsi amante de la paz, antes de ser decapitado el 14 de julio de 2010, por haberse opuesto políticamente a Kagame; el señor Jean Léonard Rugambage, (descanse en paz), hijo de un tutsi amante de la paz, era un periodista y crítico del gobierno de Kagame y fue asesinado en julio de 2010, el general Kayumba Nyamwasa, su camarada en este FPR, un tutsi y crítico del gobierno autocrático de Kagame, recibió un disparo en Suráfrica, el 15 de mayo de 2010, y muchos otros que están en prisión y en el exilio.

Mi querida hermana Umuhoza, este dictador de gatillo fácil, Kagame, sabe muy bien que no puede ganar el poder político a través de unas elecciones libres y justas, igual que su mentor, el general Museveni, en Uganda. Yoweri Museveni también usó los mismos cargos inventados de violación y traición contra su principal rival político, el Foro para el Cambio Democrático, FDC, el coronel Kizza Besigye, y lo encarceló sin razón en 2005. Miseveni ha estado torturando al pobre Besigye con estas falsas acusaciones desde entonces hasta hace poco, el 12 de octubre, cuando un panel de 12 jueces aprobó la petición presentada en 2007 por Besigye y otros 11 co-acusados, pidiendo que su caso fuera desestimado, porque estaban siendo juzgados por un tribunal militar y el tribunal supremo civil al mismo tiempo, violando la constitución. La decisión fue aprobada por el Tribunal Constitucional de Uganda. Debería haber visto usted cómo las “Mambas negras” de Museveni [así se llama a la división anti-terrorista del gobierno de Museveni], fuertemente armados con ametralladoras, atacaron el Tribunal Supremo de Kampala, el 17 de noviembre de 2005, con total impunidad, derrocando la constitución aquel día, para volver a arrestar a uno de los co-acusados de Besigye, que había obtenido legalmente la libertad bajo fianza.

Cuando el presidente Obama juró su cargo como presidente de los Estados Unidos de América, el 20 de enero de 2009, yo era uno de los muchos africanos que pensábamos que al menos alguien que entenderá mejor África, por sus raíces, y nuestra región de los Grandes Lagos en particular, iba al menos a resolver este problema que desgarra las entrañas. Pero no me ayuda mucho a tener esperanza el hecho de que Bill Clinton sea uno de los mentores del dictador Kagame. Sin embargo, todavía tengo esperanza en que la señora Hillary Clinton, la secretaria de estado de Estados Unidos, haga su propio juicio no corrupto sobre esta torpe relación Kagame – Clinton, especialmente después del informe de la ONU del 1 de octubre de 2010 sobre el genocidio hutu cometido por Kagame en la RDC.

Ingabire Umuhoza, aguante por muchos de nosotros, cobardes, que no podemos enfrentarnos a Kagame a la cara como usted ha hecho y retarle. Aguante por los muchos millones que no pueden tener tranquilidad en su país, Ruanda. Aguante por la sangre inocente derramada sin sentido en la guerra de 1990 impuesta a Ruanda por Yoweri Museveni y su grupo FPR de Kagame. Aguanta ahí por los millones que han perecido en el ex Zaire, en 1996, y después en la RDC, que no pueden estar ahí por sí mismos. Sé que, egoístamente, le he pedido demasiado, mi querida hermana, pero muera por esta causa. Su sangre no será derramada en vano.

Que Dios todopoderoso la bendiga y le de fuerza para soportar las mazmorras y la tortura de Kagame.

Francis Muhoozi,

un ciudadano de la región de los grandes lagos del África central y del este, amante de la paz.

(Tomado del blog “The Risisng Continent. Lions on the move”, de Ambrose Nzeyimana, donde fue publicado el 19 de octubre de 2010)

Traducido por Rosa Moro, de Fundación Sur.

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