Cabo Verde, un ejemplo para África

7/07/2010 | Crónicas y reportajes

La República de Cabo Verde, que celebra el 35 aniversario de su independencia que puso fin a 500 años de dominación portuguesa, ha sabido ganarse el respeto de la comunidad internacional como ejemplo de democracia, transparencia y buen gobierno en África.

Los progresos realizados por Cabo Verde en el periodo post independencia son reconocidos unánimemente por sus socios bilaterales y multilaterales como un ejemplo, desgraciadamente raro, de buena utilización de la ayuda pública en una país del continente africano.

Para un país que en el momento de su independencia del poder colonial, Portugal, era considerado no viable por las instituciones internacionales como el Banco Mundial, el recorrido hecho por Cabo Verde a partir del 5 de julio de 1975 es considerado “notable” por la mayor parte de los observadores.

Sólo hay que ver, por ejemplo, que Cabo Verde tiene actualmente un índice de desarrollo humano de cerca de 0,717 %, por encima de la media del grupo de 86 países del mundo, con un nivel medios de desarrollo (0.695).

La buena utilización de la ayuda internacional, asociada a la estabilidad social, económica y política, ha contribuido de manera decisiva, a que el archipiélago alcance estos niveles de desarrollo después de su independencia.

Fue basándose en dos o tres condiciones exigidas a los países para ser considerados de desarrollo medio, y cumplidas por Cabo Verde, el índice de desarrollo humano y una renta per cápita de unos 3.700 dólares, como las Naciones Unidas decidieron, en diciembre de 2004, retirar al archipiélago del grupo de países menos avanzados, al cual pertenecía desde 1977.

Sin embargo, con respecto al tercer criterio, el índice de vulnerabilidad económica, el archipiélago no ha alcanzado los niveles deseados, con una vulnerabilidad por encima de la media, situación en gran parte debida a la insularidad.

Por esto, la ONU a través de una resolución de la Asamblea General, decidió en su día, que el traspaso de Cabo Verde al grupo de los de desarrollo medio, no sería efectiva hasta pasados tres años, concretamente hasta el 1 de enero de 2008.

Aunque sigue siendo considerado por la ONU un país de desarrollo medio, Cabo Verde sigue siendo vulnerable en temas como la capacidad productiva interna y la fuerte dependencia de su economía de factores externos como la ayuda pública al desarrollo y las transferencias de dinero del extranjero, principalmente de los caboverdianos en la diáspora.

Con todas estas preocupaciones de fondo, las autoridades caboverdianas, con el apoyo de Naciones Unidas, ha puesto en marcha un grupo de apoyo a la transición, GAT, que reúne a los principales socios internacionales de desarrollo, con el objetivo de facilitar la elaboración de las estrategias de transición e identificar las medidas y acciones necesarias para lograr transformar Cabo Verde en un país social y económicamente viable.

Naciones Unidas y otros socios como el Banco Mundial y el Banco Africano de Desarrollo, principales financiadores de los proyectos de desarrollo de Cabo Verde, han garantizado que seguirán concediendo donaciones y concediendo préstamos en condiciones favorables, aunque el país haya salido del grupo de países menos desarrollados.

Cabo Verde se sigue beneficiando de las ayudas al presupuesto de muchos países europeos como España, Luxemburgo y Portugal, así como el programa americano Cuenta de Objetivos del Milenio, MCA.

Sin embargo, ya es hora de que las responsabilidades sean compartidas por todos, gobierno, partidos políticos y sociedad civil.

A nivel político, la evolución de Cabo Verde también ha sido destacable. El archipiélago, uno de los pocos países en África que ha tenido una transición considerada ejemplar de un régimen de partido único, que perduró durante los primeros años de la independencia, entre 1975 y 1990, a la apertura multipartidista, efectiva en enero de 1991, con las primeras elecciones plurales.

Desde entonces, la sociedad caboverdiana ha consolidado su sistema democrático plural, que también ha permitido la organización de las elecciones consideradas libres y transparentes por parte de los diversos órganos de poder del estado, tanto a nivel central como local.

La estabilidad política y social también ha permitido al país modernizarse y obtener ventajas importantes como es el caso, por ejemplo, de la Asociación especial con la Unión Europea, UE, y su adhesión a la Organización Mundial de Comercio, OMC, además de gozar del estatus de nación con un buen gobierno, transparencia, que respeta los derechos humanos y las reglas de la democracia.

Carvalho Santos Simao, corresponsal en Cabo Verde de PANA

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