BRILLANTES EN LOS DEPORTES Y ¿EN LA RESPONSABILIDAD SOCIAL?

3/07/2012 | Editorial

España está de fiesta con nuestros brillantes deportistas, en casi todas las modalidades.

Millones de españoles y europeos hemos vivido fuertes emociones y momentos de alegría con nuestros deportistas y equipo de superdotados. Naturalmente que estos existen en todos los pueblos de la tierra, pero España goza estos años de una cierta hegemonía.

Junto con esta euforia deportiva, existen otros rasgos de nuestra imagen nacional. Hoy quiero resaltar dos: la picaresca y la mediocridad, que son dos de las causas profundas de nuestra crisis, nacional e internacional.

La picaresca se manifiesta en cientos de maneras: fraude fiscal, cobro fraudulento del paro, absentismo laboral, empresas en bancarrota, excesivo número de altos funcionarios y top exfuncionarios que viven en lujo a costa de los demás, etc.

“El Mundo” del 1 de Julio nos informaba que en España hay 277 imputados por cobrar el paro mientras trabajaban repartiendo pizzas y en otras tareas. Existen unas 300 empresas que facilitan, por 300 euros, falsas altas como trabajadores.

La mediocridad y falta de responsabilidad son también patentes. Desde la escuela hasta la universidad, nos hemos convertido en un país mediocre. Entre las 150 mejores universidades del mundo, no se encuentra ninguna española.
Nuestros políticos hacen el ridículo en foros internacionales pues son los únicos que no hablan ingles, cuando todas las decisiones importantes se toman hoy día en ingles.

Nos pasamos una media de más de dos horas al día en la TV, cuando, aparte de los telediarios y deportes, la mayoría de los programas carecen de calidad. Programas basura como “gran hermano” parecen ser de los más populares.

El lenguaje de gran parte de la sociedad y de los estudiantes es pobrísimo y grosero, y apenas sabemos divertirnos sin palabrotas, alcohol y botellones. ¿Son estos signos, síntomas de la crisis o del empobrecimiento humano de nuestra sociedad?

Parte de una mentalidad mediocre, es la falta de interés en los demás, en otras culturas y pueblos, en otras lenguas y religiones.

Desde que regresé de Uganda, hace un año, me sigue sorprendiendo la falta de interés en conocer África y los importantes acontecimientos que tienen lugar en el continente africano, como las revoluciones que se están viviendo en los países árabes.

Obviamente existen muchas personas e instituciones dedicadas a conocer y colaborar con otros pueblos y culturas, para potenciar el desarrollo integral de todos. Existen muchísimas personas entregadas a luchar por el respeto y bienestar de todos, especialmente de los más empobrecidos y marginados.

Lo bueno siempre abunda más que lo malo, lo que pasa es que se nota menos, porque hace menos ruido.

Sin embargo, la tónica general que parece dominar la mentalidad y la crisis actual de España, tiene mucho de picaresca y de insuficiente responsabilidad social y solidaridad con los pueblos más empobrecidos.

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