Llego tarde a opinar sobre este asunto, pero como dicen, más vale tarde que nunca. La última noticia llegada desde Ruanda: ¡el gobierno promueve una campaña de vasectomía de más de 700.000 hombres al año!
Este nebuloso plan, nos han dicho, hará descender la pobreza en Ruanda y hará avanzar a Ruanda hacia la Visión 2020, la fantasía de Kagame. Los que van a ser vasectomizados incluyen miembros del ejército, tanto casados como solteros. Ya Ruanda ha establecido una ley que ilegaliza tener más de tres hijos (me siento tentado de decir que Kagame tiene cuatro).
Esto recuerda a Eduardo Galeano, el famoso escritor de izquierdas uruguayo que una vez comparó la planificación familiar forzosa del gobierno con matar a los guerrilleros en el útero en lugar de combatir contra ellos en las colinas. Bueno, Kagame y Galeano tienen algo en común: esa cosa llamada comunismo –un determinista (siempre catastrófico) sentimiento de que ellos conocen y tienen todas las soluciones a los problemas de la sociedad. Para Kagame, la humildad es algo de lo que adolece totalmente.
Por todas sus declaraciones intimidatorias contra Singapur, las políticas de Kagame parecen más chinas que las de los chinos. Tomemos un simple ejemplo: la densidad de población de Singapur es de poco más de 18.000 personas por kilómetro cuadrado. Con 380 personas por kilómetro cuadrado, Ruanda está 47 veces menos poblada que Singapur. A pesar de ello, Singapur es el tercer país más rico de Asia.
Mientras que Singapur está interesado en invertir en la capacitación de sus trabajadores, Ruanda está terminando con la financiación de un Fondo que antes hacía posible para los estudiantes brillantes pero pobres asistir a la universidad (leer «When things get personal» del bloguero alemán raphainruanda). En lugar de eso, está destinando todo el dinero a la educación primaria, en una carrera para protagonizar otro titular de Jeffry Sach, como el primer país del África subsahariana en garantizar la educación primaria universal. Este tipo de titulares, aunque sean buenos para Kagame y la campaña de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, no siempre representan una sólida estrategia económica.
Esta última política de Kagame es menos del estilo singapurense y más del chino. Llegados al extremo, incluso China fue lo suficientemente modesta para no aprobar la castración forzada. Así que ¿Por qué está haciendo esto Ruanda?
El bloguero Jean Christophe Nizeyimana, llama a esta vasectomía, “La solución final de Kagame”. Nizeyimana lo denuncia como un plan eugenésico destinado a deshacerse de los indeseables hutu. Mientras que no tengo nada valioso que añadir a esto, es suficiente decir que este temor es comprensible.
El régimen de Ruanda es conocido por sus furibundos sentimientos anti-hutu y su continuado trato a este grupo como criminales colectivos. Cualquier cosa es posible cuando tienes un tirano militar delirante en el poder. De lo contrario ¿Quién hubiera podido imaginar que Kagame, después de detener un genocidio en Ruanda, pondría en marcha una campaña de exterminación en la República Democrática del Congo? Los dictadores son impredecibles.
El gobierno insiste en que el plan será llevado a cabo siempre de forma voluntaria. Pero dado que el gobierno de Ruanda no tolera la libertad de expresión, es razonable preguntarse si la gente podrá tener la capacidad o libertad de elegir.
El Instituto de Investigación de la Población, con sede en Estados Unidos, advierte que “este tipo de programas no está siendo lanzado sólo por el gobierno ruandés, sino que representa un esfuerzo concertado por los Estados Unidos y grupos de sanidad internacionales”, añadiendo que “basándonos en nuestra experiencia en estos temas, todas y cada una de las veces que una campaña de esterilización tiene un objetivo difícil y un calendario que cumplir, inevitablemente implica coerción y generalización abusiva, tan cierto como que después de la noche llega el día”.
Este es otro claro y triste ejemplo del abuso que el insidioso régimen de Kagame está haciendo de la ayuda estadounidense, USAID. Es absurdo y tal vez criminal que la financiación estadounidense sea utilizada para apoyar este tipo de campañas, cruel e inhumana. Seguramente, debe haber otras formas más productivas de combatir el azote de la pobreza, que no sea añadir sufrimiento a una población “ya traumatizada, que merece todas las oportunidades para recuperarse”.
Tomado del blog Cry for freedom in Rwanda, donde fue publicado el 11 de febrero de 2011.
