Bienal ‘Seven Hills’, una cacofonía en Kampala, por Afribuku

19/10/2016 | Bitácora africana

Autora Invitada: Rosalie van Deursen (*)

Tras veintitrés años estoy de vuelta en Kampala, Uganda. La razón de mi visita esta vez es la Bienal de Arte de Kampala 2016 (KAB16). Desde la última vez que estuve aquí todo ha cambiado, excepto el aparcamiento de matatus (los taxis de Kampala) en medio de la ciudad. Cientos de matatus siguen esperando para transportar a pasageros por las ocupadas colinas de Kampala, las 24 horas. Se hace difícil imaginar que una vez parte de esta ciudad estaba formada por ciénagas por las que el rey de Buganda cazaba impalas.

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Las siete colinas originales del Reino Buganda están cubiertas hoy por edificios y carreteras. Los boda-boda (taxis-moto) dominan el paisaje urbano entretejiendo su camino a través de los atascos. Kampala es hoy una ciudad animada con numerosos centros comerciales, iglesias y una generación de jóvenes artistas que rivalizan por ganar la atención del público. Mientras que las iglesias y centros comerciales prometen felicidad y una vida mejor, los artistas emergentes de Uganda abordan temas como la identidad, desigualdad de géneros, fragilidad y resiliencia humana.

Seven Hills’ (Siete Colinas), el título de la Bienal de Arte de Kampala, hace referencia a las colinas que una vez conformaban el Reino Buganda y ha sido comisariada este año por Elise Atangana. Los trabajos de veinticinco artistas contemporáneos internacionales, incluyendo un significativo grupo de artistas ugandeses, son exhibidos en varios lugares por toda la ciudad; una muestra ligada al tema de la Bienal: “movilidades virtuales“.

Una de las más prominentes artistas jóvenes del país, con un fuerte deseo de provocar cambios en la sociedad ugandesa, es Stacey Abe Gillian. Entusiasmada, Gillian explica cuál es su sueño: “Si la magia existiera… ¡pondría los árboles de color azul y los haría hablar! Transformaría a las mujeres ugandesas para que pudieran liberarse de los valores y estereotipos culturales que las marginalizan. Estoy lista para llevar a cabo esa transformación, no me importa cuánto tiempo lleve. No quiero romper con las tradiciones ugandesas existentes, pero tampoco quiero que me bloqueen. Nuestra sociedad necesita que la desafíen. Quiero animar a las mujeres a creer en sus capacidades y educar a los hombres para que podamos deshacernos de las desigualdades de género”. Las instalaciones de Gillian subrayan sobre todo la fuerza y la fragilidad de la mente femenina frente a cuestiones sobre sexualidad e identidad, ideas equivocadas sobre el género y expresiones propias de la cultura urbana.

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En la exhibición de apertura “(Re)Thinking Feminism & Black Womanhood” [“(Re)Pensando el Feminismo y la Femineidad Negra”] que forma parte del programa de la Bienal, Gillian aborda a la mujer tratada como objeto: ” Quiero enfrentar a la gente con cómo los hombres miran a las mujeres en nuestra sociedad, porque se trata de un tema tabú aquí. Primero miran nuestros cuerpos, como si fuéramos solo una especie de caramelo para ser consumido”. Gillian crea vaginas con diferentes formas, tipos y colores y las presenta en un plato, en una mesa puesta, como si fueran bombones de chocolate. La artista recalca: “Todas las mujeres son únicas y diferentes“

En una videoinstalación, Gillian examina una serie de viajes a través de nuestra mente con la idea de explorar el por qué la gente hace ciertas elecciones. Excava en lo profundo de los procesos inconscientes para despertar la consciencia acerca de nuestros comportamientos. “Los pensamientos más profundos generalmente no son expresados en voz alta. Es lo que llamo líneas de pensamiento secundarias. La gente no dice cuál es el verdadero objetivo real que se esconde detrás de sus acciones. Si les preguntas por qué están haciendo un tipo de trabajo, no te dicen que es porque quieren comprar un coche grande para impresionar a los demás. Encubren la verdad, la guardan dentro de sus cabezas”. A Gillian le interesa el nivel de consciencia individual, en el momento en el que se desplaza desde la línea de pensamiento primaria (o más automática y superficial) a la secundaria, y también las acciones que resultan de este desplazamiento de los pensamientos.

Su videoinstalación muestra una amplia variedad secundaria de pensamientos en diferentes colores, proyectados en una pared con maniquíes típicos de las tiendas. Los colores blanco, negro y rojo simbolizan la capacidad de reaccionar a los pensamientos primarios, desde dejarse totalmente absorver a no estar en absoluto influenciados por ellos.

Otra joven artista muy prometedora, que quiere que la gente se cuestione a sí misma y a su historia, es Charity Atukunda. En su práctica artista, lleva a cabo una investigación profunda en la que lo cuestiona todo. En una revista llamada “Zine”, Atukunda explora su propia historia personal e identidad. Ugandesa pero habiendo pasado la mayor parte de su vida en Estados Unidos la lleva a cuestionarse quién es y cómo la gente percibe su trabajo artístico y su identidad en cuanto mujer negra. En los Estados Unidos, la gente esperaba de ella una representación de su “África” con máscaras, estatuas y paisajes con animales salvajes.

“Incluso ahora que he vuelto a Kampala, la gente me pide que les haga dibujos cuando oyen que soy artista. O piensan por ejemplo que pinto paisajes… se necesita mucha educación sobre de qué va el arte, también para combatir los estereotipos. Eso me hace reflexionar en mi contexto en cuanto artista en Uganda”. Atukunda juega con estos elementos de identidad personal y explora los efectos de su pasado, deconstruyéndose a sí misma y la historia. A la vez que luchaba por encontrar tiempo para crear arte, la artista exploraba programas digitales para crear gráficos. En un momento dado, llegó a desmontar su ordenador y usó el teclado en una obra hecha con múltiples capas, con motivos que actúan como insinuaciones simbólicas y mitológicas.

La artista ugandesa Immaculate Mali también examina su historia personal en su práctica. En una intensa performance e instalación titulada “Safe Here” [“A Salvo Aquí”], Mali retorna al recuerdo de su infancia y al daño físico y mental que sufrió después de un accidente que la dejó con una pierna minusválida y la necesidad de utilizar una prótesis, algo que le impidió jugar fuera con otros niños. La instalación y la performance están basadas en su obra previa en la que la artista busca sanar o abordar el dolor de los incidentes que ocurren en la infancia. Su punto de partida personal resulta en la exploración de temas universales.

La performance de 30 minutos de Mali enfrenta al público con su lucha para poder montar en bicicleta, al tiempo que la artista concentra su atención en su antiguo *leg support, que cuelga frente a ella. De fondo, pista de audio con las voces de niños jugando suena mientras Mali cae una y otra vez con su bicicleta y lucha por levantarse de nuevo. Concentrada e insistente, Mali sostiene que tras la performance siente alivio. Es su forma de explorar la capacidad de adaptación humana, el dolor, la fragilidad y los obstáculos en la vida.

Hay también artistas recientemente titulados a los que se les da la oportunidad de mostrar su trabajo en la Bienal de Arte de Kampala; es el caso de Matt Kayem. Para tratar el tema de la Bienal, “movilidades virtuales”, Kayem crea “‘Stuck Traveller” [“Viajante Bloqueado”], una instalación en la que evidencia cómo la era digital ha afectado los movimientos de las personas. Ya no es necesario viajar, pues internet es accesible desde cualquier sitio.

Su instalación consiste en una mesa y una silla instaladas encima de una bicicleta rota, cubierta por hierba. La silla tiene una marca quemada con la forma de las nalgas de alguien que se hubiera sentado, y un viejo ordenador está atado a la mesa con una fibra de banana, un producto local. Cuando le pregunto a Kayem acerca de su visión, me responde con honestidad: “Quiero ganar mucho dinero y ser famoso. También quiero inspirar a chicos jóvenes para que sean artistas, aunque no se considere una profesión de éxito, como ocurre en Occidente. Aquí se ve a los artistas como gente que ha fracasado en la sociedad, no como individuos con talento”.

La Bienal de Arte de Kampala constituye un camino efectivo para poner África del Este y su escena artística en el mapa internacional. Ya estoy deseando que llegue la tercera edición, que también tendrá sin duda un mayor impacto a nivel local. Cualquiera en Kampala es bombardeado diariamente por mensajes religiosos y materialistas; confrontarse con mentes creativas hacen que nos cuestionemos a nosotros mismos y la sociedad en la que vivimos, de manera refrescante y valiosa.

La II edición de la Bienal de Arte de Kampala ha tenido lugar entre el 3 de septiembre y el 2 de octubre de 2016. Más información en: http://kampalabiennale.org/

(*) Rosalie van Deursen (1973), Máster en Historia del Arte y la Arquitectura por la Universidad de Groningen (NL) y Máster de Educación en la Universidad de Ámsterdam, lleva viajando por toda África desde hace más de 23 años. Ha impartido clases en las Academias de Arte de Tilburg y Ámsterdam, sobre arte contemporáneo global con un especial enfoque en África. Es la fundadora de Urban Africans, plataforma que busca hacer descubrir África a través de los ojos de artistas contemporáneos inspiradores. También organiza exposiciones, talleres y tours, imparte clases y escribe sobre arte contemporáneo en África.

Este artículo fue originalmente publicado en la web de Africanah.org, una plataforma independiente sobre arte contemporáneo de África, del Caribe y del ámbito Afroamericano.

Traducción: Ángela Rodríguez Perea.

Todas las fotos: cortesía de Rosalie van Deursen.

Original en : Afribuku

Autor

  • afribuku

    Afribuku pretende hacer descubrir y reflexionar sobre manifestaciones culturales africanas contemporáneas de interés, divulgándolas a través de esta página y de las redes sociales. En África existen numerosas propuestas artísticas de excelente calidad que permanecen ocultas a los ojos del mundo. Es necesario que todos aquellos que creemos en una visión más realista y honesta de África tratemos de que la comunidad iberoamericana se familiarice y comience a disfrutar de la gran diversidad que ofrece este continente.

    @afribuku

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