Avanzan los esfuerzos para reducir el trabajo infantil en el sector del cacao en Ghana

3/10/2011 | Noticias

Decenas de miles de niños trabajan en las plantaciones de cacao de Ghana -a menudo desempeñando tareas peligrosas, cuando deberían estar en la escuela-, pero las cosas parecen estar cambiando.

Andrew Tagore, del Sindicato de Trabajadores agrícolas de Ghana, interviniendo en un seminario organizado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) a principios de este año, dijo que 186.000 niños trabajaban en las plantaciones de cacao de Ghana. Aparte de tener que levantar grandes pesos, trabajan con sustancias químicas potencialmente dañinas y con herramientas peligrosas, normalmente lo hacen sin supervisión y sin ropas protectoras.

El esfuerzo para reducir el trabajo infantil en las plantaciones de cacao se inició en 2001 con el Protocolo Harkin-Engel –un acuerdo firmado por las compañías productoras de cacao y chocolate para que el cacao fuera cultivado y procesado de acuerdo a las normas de la OIT sobre el trabajo infantil. Si bien la implementación del acuerdo fue inicialmente criticada por ser muy lenta, el gobierno y las ONG dicen que ahora ya se pueden ver resultados concretos, en Ghana.

En 2006 se inició a un programa nacional para la eliminación de las peores formas de trabajo infantil en la producción de cacao, con resultados ahora visibles, de acuerdo a Sam Atoquaye Quaye, Supervisor del sistema de seguimiento del trabajo infantil de este programa. Él dijo que gracias al programa, 12.000 menores han salido de las plantaciones de cacao, han sido escolarizados y han recibido material escolar –más de la mitad durante el año pasado. “Ghana todavía no está libre del trabajo infantil… pero hemos avanzado mucho”.

El programa también educa a los padres y a las comunidades acerca de las tareas que son inapropiadas para los menores y sobre la importancia de la educación. “Comités comunitarios de protección del menor –grupos de personas que se desplazan hasta las zonas productoras de cacao- son reclutados para difundir el mensaje”, dijo Quaye. El 84% de los menores que trabajan en las plantaciones de cacao en Ghana viven con sus padres y otro 14% con familiares directos. Es necesario que ayuden a las familias en el trabajo.

La presión ejercida por los compradores internacionales de cacao parece haber sido un factor determinante a la hora de impulsar al Gobierno a tomar medidas. “El caco de Ghana se exporta y lo importante es demostrar que el cacao producido en Ghana no proviene del trabajo infantil”, dijo Quaye, añadiendo que todavía existen actividades que pueden ser asumidas por los menores fuera del horario escolar, para ayudar en las plantaciones familiares y que se había establecido unas normas para distinguir entre estas actividades y el trabajo peligroso que no está permitido.

Tony Lass, Director ejecutivo de la ONG International Cocoa Initiative (ICI), se refirió a los éxitos logrados en Ghana como el resultado del trabajo conjunto realizado por ONG, las compañías productoras de cacao y chocolate y el gobierno. Dijo que era difícil dar cifras concretas pero que las estimaciones señalan que “el esfuerzo colectivo ha ayudado a más de un millón de niños y niñas en Ghana y Costa de Marfil”. Ghana es el segundo productor mundial de cacao, tras Costa de Marfil.

Éxito cuestionado

El programa gubernamental de educación comunitaria ha llegado sin duda a algunos agricultores. “He asistido a muchos seminarios sobre trabajo infantil”, dijo G. C. K. Boa, un cultivador de cacao de Twifo Prasso, Ghana central. “Ya no me atrevo ni a enviar a mis hijos a comprar cigarrillos para mí”, dijo, añadiendo que todos sus hijos estaban escolarizados.

Sin embargo, Vincent Frimpong Manu, Director del programa de cacao de Ghana de la Organización de comercio justo, Feria de Frutas de África Occidental, dijo que mientras se han realizado importantes avances, todavía recela de que se haya alcanzado el éxito. El hecho de que un menor esté matriculado en el colegio no significa, necesariamente, que no esté trabajando en una plantación de cacao, indicó. Aunque ahora ha crecido el nivel de concienciación sobre la importancia de enviar a los niños y niñas a la escuela, si los padres todavía dependen de sus hijos para conseguir mano de obra “pueden darse situaciones en las que el niño esté inscrito en la escuela, pero la asistencia sea bastante baja”, agrego.

Lass está de acuerdo en que, mientras hay una alto nivel de conciencia sobre cómo terminar con las formas peligrosas de trabajo infantil –y algunas comunidades han aprobado estatutos que las prohíben-, el mero hecho de tener conocimiento no significa que el problema se resuelva por sí mismo.

Marisa Yoneyama, de la Fundación Mundial del Cacao, una ONG formada por empresas que participan en la industria del cacao y del chocolate, señaló que era necesario abordar también las causas fundamentales del trabajo infantil. “El trabajo infantil es generalmente un síntoma de problemas más amplios, como la pobreza”, dijo.

Las infraestructuras ayudan

Lass dijo que aunque muchas organizaciones trabajan tanto en Ghana como en Costa de Marfil y el Protocolo Harkin-Engel es aplicable a los dos países, las tensiones vividas en Costa de Marfil durante los últimos años han frenado el progreso, resultando difícil para las ONG trabajar allí.

Las relativamente bien desarrolladas infraestructuras de Ghana también ayudan en los esfuerzos que se están llevando a cabo para mejorar las condiciones de vida en las plantaciones de cacao. Yoneyama habló de CocoaLink –un servicio de mensajes de texto que envía información a los agricultores para ayudarles a aumentar la productividad y mejorar las medidas de seguridad a través de SMS- como un ejemplo de un programa que solo puede ponerse en práctica en un país con una infraestructura de telefonía móvil que funcione correctamente.

Otra diferencia es el sistema de comercialización centralizada de Ghana, que es bueno para los negocios, ya que facilita a los agricultores la venta de sus productos y a los compradores estar seguros de la alta calidad de los granos de cacao, según comenta Lass.

A pesar de las dificultades existentes en Costa de Marfil, Lass hizo hincapié en que ha habido progresos y aún se siguen produciendo en los dos países.

Fuente: Africa Good News, 29.09.11.

Traducción: Chema Caballero.

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