Atentos todos los cleptócratas: “WikiLeaks” de África

24/09/2010 | Crónicas y reportajes

Desde un cubículo en medio de la ciudad de Manhattan, un nigeriano publica on line asombrosos ejemplos de corrupción del gobierno de Nigeria, información por la que hubiera sido asesinado en su país.

Nuevas reglas para cleptócratas: Guarda tu bentley bien escondido en el garaje de Mayfair. Convence a tu amante, que vive en un dúplex de South Beach, que mantenga las persianas bajadas y sea discreta con los “pedrolos” y joyas. Soborna a tu banquero en Dubái para que tus cuentas sigan siendo secretas. Dictadores corruptos y burócratas ladrones del mundo, estén atentos. Su saqueo está a punto de ser publicado en internet, sobre todo si Omoyele Sowore tiene algo que decir al respecto.

Sowore, un disidente político de Nigeria de 39 años, ahora en el exilio en Nueva York, ha creado una página web a la que han hecho referencia más de unos cuantos de sus cientos de miles de fieles lectores de todo el mundo como “Africa’s WikiLeaks”. A Sowore le gusta la comparación.

La página web www.saharareporters.com está dedicada a recopilar –muchas veces de fuentes anónimas- y después publicar toda la suciedad que puede encontrar sobre la corrupción y embustes políticos en Nigeria, la nación más poblada de África.

Sus primicias escudadas por las leyes liberales de Estados Unidos, la página web es un fenómeno en Nigeria, una nación que ha sido bendecida con unas cantidades ingentes de reservas de petróleo –es el quinto mayor proveedor extranjero de petróleo de los Estados Unidos- y también maldito con una corrupción impresionante creada por los “petrodólares”.

Estas primicias han ocasionado amenazas contra Sowore, que ha sido denunciado púbicamente muchas veces por los líderes políticos de Nigeria como un criminal que se dedica a buscar escándalos. Sowore dice que asume que su vida está en peligro si viaja abiertamente a su país natal a corto plazo, un punto de vista que comparten los diplomáticos occidentales destinados en Nigeria. La página web, que ha sido demandada en los tribunales estadounidenses por nigerianos prominentes alegando difamación, es agresivamente defendida por abogados voluntarios de la Primera Enmienda en Estados Unidos.

Soworo dice que el nombre de la página web, algo complicado de comprender, hace referencia al desierto del Sáhara, el desierto que termina justo en el norte de Nigeria, y que con él espera poder “lanzar algo de arena al aire y hacer pensar a la gente”. Añade que la página “está proporcionando información a los nigerianos de una forma que nunca antes habían tenido”.

Con la ayuda de compañeros miembros de la diáspora educada de Nigera en los Estados Unidos y Europa, Sowore, que trabaja casi siempre desde una cabina, en una oficina en mitad de Manhattan, recopila fotos, documentos de tribunales y otras pruebas de corrupción entre los líderes de Nigeria y los publica en internet.

La corrupción salta a la vista

Desde su lanzamiento hace cinco años, la página web ha rastreado los bienes en el extranjero de varios políticos, incluido el ex gobernador de un gran y empobrecido estado nigeriano, cuyas propiedades incluyen entre otras una casa de 6 millones de dólares en Londres, un sedan Maybach blindado de 580.000 dólares y un jet privado de doce plazas. La fecha de entrega del jet tuvo que retrasarse porque se pidió que el sistema de entretenimiento del avión fuera compatible con el iPod, según informa la página web.

Sáhara Reporters ha publicado registros oficiales de terrenos en lo que la página describe como unas cuantas transacciones oscuras de propiedades en California, Texas, Washington y por toda Europa, de las familias de famosos políticos y diplomáticos nigerianos. (La embajada de Nigeria en Washington no ha devuelto varias llamadas pidiendo algún comentario sobre esto del Daily Beast [diario que publicó este reportaje, en EEUU].

Sus primicias van más allá de la corrupción. Sowore afirma que Sáhara Reporters fue la primera organización de noticias en publicar una foto del joven terrorista musulmán de Nigeria que intentó prender fuego a su ropa interior en un vuelo transatlántico a Detroit, el día de Navidad.

Esta página produjo repetidamente noticias el año pasado con informes que rebatían las falsas afirmaciones del gobierno en el país sobre que el entonces presidente, Umaru Musa Yar’Adua, se estaba recuperando bien de sus problemas cardíacos, que le obligaron a permanecer varios meses internado en hospitales de Arabia Saudí. Yar’Adua en realidad estaba muy grave y finalmente murió esta primavera.

“Esta es información basada siempre en pruebas”, afirma Sowore. “estamos aquí como un control contra la corrupción y el mal gobierno. Si tenemos fotografías de la corrupción, las publicamos”, explica, “Muchas de nuestras filtraciones provienen de nigerianos que están enfadados, que quieren ver un país diferente”. La página web ha supuesto para los nigerianos un vigilante periodístico que los reporteros nigerianos allí, en el país del África Occidental no pueden ni emular. En Nigeria, los periodistas son amenazados con violencia por rutina, o sobornados para que permanezcan en silencio.

El impresionante periodismo de investigación ha atraído el apoyo de la mayoría de los filántropos americanos, como la Fundación Ford, que ha dado a Sáhara Reporters 175.000 dólares en los últimos dos años.

“Nunca había visto nada igual”, declara Calvin Sims, un ex corresponsal en el extranjero del New York Times, que ahora trabaja para la Fundación y supervisa la subvención. “El impacto que está teniendo –pidiendo responsabilidades a los líderes políticos, es impresionante”. Añade que Sáhara Reporters podría ser un modelo a seguir para páginas web similares de todo el mundo en desarrollo.

A cambio del dinero de la Fundación, Sahara Reporters estableció una junta directiva editorial y publicó un comunicado de misión concreta que prometía que los periodistas de la página serían “practicantes sin arrepentimiento del periodismo de activismo” que producirían “noticias verificables y precisas, no contaminadas por los comentarios sociales”.

La página tiene muchos fans en el Departamento de Estado. John Campbell, embajador de Estados Unidos en Nigeria durante la administración Bush que ahora es miembro del Consejo de Relaciones Externas, afirma que entra en la página Sahara Reporters “continuamente” y “mi experiencia ha sido que sus informaciones tienen un alto nivel de exactitud”.

La página tiene un enorme seguimiento entre la élite educada de Nigeria, tanto en el propio país como en el extranjero, porque su información sobre corrupción no puede ser reproducida por ninguna organización de noticias en Nigeria sin que “un puñado de fanáticos” pagados por el gobierno o los líderes empresarios “golpeen en la puerta de la oficina y posiblemente asesinen a alguno de los responsables”.

Sorprendentemente, dada la furia dirigida contra la página web por parte del gobierno de Nigeria, importantes bancos y hoteles de Nigeria han comenzado a anunciarse en la Sahara Reporters, un reflejo de la afluencia que tiene de lectores trotamundos. Hay esperanza en que un día se autofinancie con la venta de publicidad.

“Al principio, nadie era lo suficientemente valiente como para anunciarse con nosotros”, dice Sowore. “Ahora se han dado cuenta de que es una página web muy popular, que tenemos lectores importantes. Es un riesgo que quieren asumir”.

Philip Shenon.

Philip Shenon, es un periodista de investigación del New York Times, autor de The Commission: The Uncensored History of the 9/11 Investigation.

Tomado de Addis Voice, Etiopía, el 12 de agosto de 2010.

Traducido por Rosa Moro, de Fundación Sur.

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