“Año Negro” para el “oro blanco” de Burkina

15/02/2008 | Opinión

Hace unos días, me paré en Boni, la zona algodonera de la provincia del Tuy. Una vez puesto el sol, pude charlar con algunos campesinos y constaté que los algodoneros estaban completamente desconcertados.
Comenzamos hablando del proyecto «agro carburante». Varios encargados de los viveros se quejaban de que no les pagaban. Uno de ellos dijo: «Si lo hubiese sabido, no habría abandonado el cultivo de hortalizas para meterme en problemas».

Pero lo que retuvo más mi atención fue la situación de los algodoneros. Estaba presente el secretario de un Grupo de Productores de Algodón (GPC). Por primera vez en su vida, «se encontraba entre los no-pagados». Es la expresión que se emplea por aquí para decir que su cosecha no le permitió rembolsar el crédito para los gastos obtenido de la SOFITEX (Sociedad burkinabé de Fibras y Textiles) a la que los algodoneros del oeste de Burkina entregan su cosecha. ¡Y no era el único! La mitad de los 26 miembros de su grupo estaban en la misma situación. Juntos habían cultivado 47 hectáreas de algodón y a penas cosecharon 47 toneladas. Es decir, una tonelada por hectárea, de media.
Lo justo para rembolsar los créditos obtenidos de la SOFITEX.

Si miramos bien al interior de este GPC, vemos que hay dos categorías de miembros: los que sembraron pronto y pudieron salir airosos; y los que, por una razón u otra, sembraron tarde y la cosecha fue demasiado pobre para pagar los «créditos». Las lluvias cesaron a mitad de septiembre y el algodón no tuvo tiempo de madurar.

A finales de noviembre, los enviados de la SOFITEX anunciaron a los algodoneros las disposiciones para afrontar la situación, los casos se resolverían uno a uno. Numerosos fueron los algodoneros que se presentaron a la SOFITEX para exponer sus problemas y pedir un aplazamiento de sus deudas. Pero los responsables de la SOFITEX se escudaron detrás de la «caución solidaria *» dejando el problema en manos de los algodoneros.

El resultado fue que solo la SOFITEX, y solamente ella, ha sacado provecho. Recuperando las 47 toneladas de algodón producidas por este grupo, ha recuperado los créditos del conjunto de los miembros del grupo. Hasta puede abonar varios miles de Francos CFA al grupo. ¡Ella no tiene «ningún problema»! Los problemas son sólo para los algodoneros.

La caución solidaria – aceptable cuando el precio del algodón es bueno (hace poco era de 210 Francos el kilo, en vez de 145 en la actualidad) y las lluvias suficientes, – este año, ha tenido como efecto principal enfrentar a los miembros del grupo unos contra otros. Los que han obtenido buenas cosechas han recibido sólo algunos miles de francos, muy lejos de los cientos de miles que esperaban legítimamente recibir. Por eso, se enfrentan a los que deben, amenazándoles con quitarles sus bueyes o otros bienes si no les pagan «lo que deben». Estos últimos no saben qué hacer ni a qué santo recurrir, ya que la cosecha de maíz ha sido también muy pobre. Algunos algodoneros se preguntan si la huida no sería la solución de sus problemas.

Estamos lejos del espíritu que reinaba, hace unos años, en las regiones algodoneras. En Boni, por ejemplo, los jóvenes decían que, gracias al algodón, no tenían necesidad de marcharse del pueblo. Cuando el dinero del algodón llegaba al pueblo, organizaban «la fiesta del algodón»; en la actualidad, la esperanza que habían puesto en el algodón está muerta.
Mientras tanto, en las capitales europeas, se habla de desarrollo común; se organizan grandes reuniones internacionales para frenar el flujo migratorio, cuando, según varios expertos, bastarían unos 150 millones de euros para salvar la red africana del algodón… ¡Estamos lejos de los 5 mil millones de euros de la Sociedad General de Banco!

Kudugu, lunes 4 de febrero 2008
Maurice Oudet
Presidente del SEDELAN

* La caución solidaria es un sistema de gestión de créditos. Compromete a todos los miembros de un grupo (aquí el GPC) a rembolsar la deuda de los miembros que fallan. El sistema permite a la SOFITEX tratar sólo con el grupo y no con cada una de las personas. El algodón de cada miembro del GPC se considera como algodón del grupo y sirve, en prioridad, a rembolsar la deuda, indivisible, del grupo.

Artículo sacado de la publicación del SEDELAN, ABC Burkina.

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