Angola , por Luanda, Lobito y Libango, por José Eladio Santacara

1/07/2010 | Bitácora africana

Luanda

La entrada es bastante caótica. Ha llovido mucho, los desagües están atascados (si es que os hay), y el agua a veces cubre toda la carretera. Tardo 3 horas en llegar a la bahía en pleno centro de la ciudad, y aparte de su belleza natural está rodeada de bonitos edificios modernos del tiempo de la colonia. Doy una vuelta por la ciudad, veo que dejan los coches en plana calle, y aparco para dormir en una plaza con vigilancia. Al día siguiente vuelvo a la bahía, y la verdad que es muy bonita. Me recuerda a La Concha pero huele muy mal ya que las aguas fecales desaguan en ella sin ningún control. Empiezo a buscar la Congregación del Verbo Divino, pues allá tengo un contacto. Tardo mucho tiempo en localizarla, pues aparte de no saber bien la dirección el tráfico es desesperantemente lento. Para cuando llego Zeferino ya me está esperando; aparco y me ofrecen una habitación mientras esté con ellos: mucho más de lo que podía esperar.

.- Espero estés teniendo un buen viaje por África. Que tal está Laurindo?.-.

Lleva muchos años viviendo en Navarra, y es la persona que me dio el contacto.

.- La última vez que lo ví estaba bien, pero eso fue hace ya 5 meses-. Le cuento los últimos problemas tenidos en el Congo.

.- Cómo está Angola?

.- La situación va mejorando poco a poco, pero hace solamente 5 años, justo cuando terminó la guerra, había hambre y miseria, y mucha gente moría por eso. La población tiene ahora mucha hambre de paz después de 30 años de guerras casi interrumpidas. Muchas cosas no funcionan todavía. pero el gobierno aún tiene como una especie de «periodo de gracia», que supongo algún día se acabará

Tienen internet en la casa por lo que decido escribir otra crónica. Además el trabajo nunca se termina, y paso un día entero ordenando las músicas y pasándolas al ordenador. Uno de los días me llevan a la zona de la bahía a tomar algo.

.- Hasta hace poco no había un sitio como este en Luanda donde tomar una cerveza tranquilamente. Poco a poco se van abriendo locales y la vida se va normalizando

.- Pero veo que aquí todo es carísimo, y supongo que muchas cosas están fuera del alcance de la mayoría de la población

.- Si, en Luanda debido al petróleo algunos tienen mucho dinero, aunque la gente en general es muy pobre

Hablan entre ellos sobre las futuras elecciones

.- El MPLA no debiera de utilizar el lenguaje actual culpando de todo lo ocurrido a UNITA. Es como un lenguaje de guerra y nos puede costar caro

A Lobito

El 25 de Abril dejo Luanda, pero antes tengo la última conversación con Zeferino y Pepe, el superior, que es de Falces a 40 Km de mi pueblo.

.- Hace 5 años era muy peligroso andar por la calle pues mucha gente tenía armas. Hoy en día es una ciudad bastante segura: La colonización Portuguesa fue especialmente dura con las culturas y lenguas de aquí. Hay gente que debido a esto tiene vergüenza de hablar en su idioma, y enseguida cambia al portugués-.

Zeferino enseña filosofía del derecho romano en la universidad. Y qué hay de vuestra filosofía?

.- Ahora mismo hay gente intentando meter la filosofía Bantú en la universidad, pero eso llevará bastante tiempo

Pepe añade:

.- Se ha perdido una gran oportunidad de meter en la nueva constitución los valores de las diferentes etnias y culturas. .De todas formas se tardará generaciones en «normalizar» la vida política y social del país.

Después de comer salgo de Luanda, o mejor dicho intento salir, pues me cuesta más de 3 horas conseguirlo. No entiendo cómo puede tener unos accesos tan malos. La carretera recién arreglada va por la preciosa costa, con interminables playas de mar embravecido. Paro en Puerto Ambón y voy hasta la playa. Enseguida una cuadrilla de desarrapados críos se me acercan a pedir.

.- Cual es vuestro idioma? les pregunto.

.- El portugués-.

.- Me refiero al de vuestros padres-.

.- No lo sabemos; sólo hablamos portugués-

Bastante triste.

Lobito

Llego de noche a Lobito, bastante tarde para localizar al padre de Dita, una Angoleña que vive también en Pamplona. Paro en una plaza al lado de la policía donde creo estar seguro, pero hacia las 2 de la madrugada unos golpes en Ibiletxe me despiertan. Están algo bebidos y su actitud es un poco intimidatoria. La policía ni se molesta así que me marcho rápidamente en busca de otro lugar. Según me voy, uno de los jóvenes me tira una botella que se rompe contra la carrocería.
Con Benedito, padre de Dita.

Es domingo, la empresa está cerrada y casi por casualidad nos encontramos. Me lleva a su casa donde conozco a su mujer y a su socio. Vive en una bonita y apacible zona colonial. Benedicto y su socio nacieron en Portugal, pero llevan toda una vida en Angola. El barrio se adentra como un ariete en el agua, estando rodeado por un lado por el mar y por el otro por la entrada al bonito y ajetreado puerto de Lobito. Parece como si el tiempo se hubiese detenido en los tiempos de la colonia. Cerca está la estación terminal del tren que iba hasta el Congo y Zimbabwe, y que se remonta a principios del siglo XX. En los 3 días que estoy me tratan y me siento como en mi propia casa, y las comidas son excelentes: el único problema es el terrible calor que hace incluso durante la noche, pero no todo puede ser perfecto! Hasta Mayo-Junio no empezará a refrescar.

A Libango

La carretera deja la costa y se adentra en el interior. Está en obras, pero al ser estación seca no tengo mayores problemas. Otra vez el cielo atrae mi atención, pero esta vez al fondo hay una pared de blancas nubes que parece fuesen a entrada a un mundo de fantasía. Sin embargo nunca llego a el, y conforme avanzo el se aleja.

Libango

Es una bonita ciudad colonial, y sobre todo su inmensa plaza central recién arreglada y con sus edificios pintados es digna de verse. Otra vez se me acercan unos jóvenes con no muy buenas intenciones y prefiero marcharme. En Angola el final de la guerra todavía está muy cercano, y quedan muchos jóvenes que no se adaptan a la nueva situación e intentan medrar donde pueden.

Autor

  • Santacara, José Eladio

    José Eladio Santacara nacido en la localidad navarra de Carcastillo, es ingeniero de telecomunicaciones y viajero impenitente, entre otras hazañas cuenta con un viaje alrededor del mundo y posteriormente un viaje recorreiendo muchos paises africanos, Marruecos, Sahara, Mauritarnia, Senegal, Guinea, Malí, Costa de Marfil, Ghana, Togo, Benin, Nigeria, Camerún, Gabon, Congo, Angola, Namibia, Sudáfrica, Mozambique, Bostwana, Zambia, Malawi, Tanzania, Kenya, Etiopía, Sudán y Egipto. Probablemente se nos habrá quedado alguno.

    José Eladio Santacara en su página web www.munduatamusika.com fue relatando las jornadas de este periplo por África que ahora encontraremos en la Bitácora Africana

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